Arranca el juicio a la madre de Yaiza, la niña de 4 años asfixiada en Sant Joan Despí: se enfrenta a prisión permanente revisable
Los padres de la menor estaban separados, por lo que la menor convivía en semanas alternas con cada uno de sus progenitores
9 mayo, 2024 11:21Noticias relacionadas
El próximo lunes, 13 de mayo de 2024, arranca en la Audiencia de Barcelona el juicio a Maria Cristina R. E., acusada de asfixiar a su hija Yaiza, de cuatro años, en mayo de 2021 en su piso de Sant Joan Despí (Barcelona). La acusada, defendida por la abogada Alba Escoda Salisi, se enfrenta a una condena de prisión permanente revisable.
Es la pena que solicita Juan Carlos Zayas, abogado del padre, y conocido por haber representado a la familia de Pedro Rodríguez en el juicio por el crimen de la Guardia Urbana. De hecho, el lunes se reencontrará con el fiscal del caso, Félix Martín.
Asfixió a su hija mientras dormía
El escrito de la fiscalía, al que ha tenido acceso este medio, sostiene que el día anterior a estos hechos, el 30 de mayo, madre e hija se despidieron de la abuela materna y se dirigieron a dormir juntas a la habitación que compartían en el domicilio.
En un momento indeterminado, durante la madrugada del 31 de mayo, la acusada “atacó a su hija” y le provocó la muerte por una insuficiencia respiratoria aguda. La menor, que sólo tenía cuatro años, “no tuvo oportunidad de defenderse por cuanto ni esperaba el ataque ni podía prevenirse, pues se encontraba dormida y bajo los efectos de sustancias tranquilizantes o sedantes”.
Aun en caso de que no hubiese sido sedada, apuntala la fiscalía, tampoco podría haberse defendido del ataque de una persona con mayor vigor físico. Además, se encontraba totalmente confiada, pues quien la atacó fue su propia madre.
Intentó suicidarse
Después de acabar con la vida de su hija la madre intentó suicidarse ingiriendo pastillas, sin conseguirlo, pues la abuela materna las encontró a la mañana siguiente en la habitación. La procesada estaba inconsciente y fue trasladada al Hospital Moisés Broggi, pero la menor ya estaba sin vida.
Los padres de la menor estaban separados, por lo que la menor convivía en semanas alternas con cada uno de sus progenitores. Tras estos hechos, durante una videollamada mientras se encontraba hospitalizada por la ingesta de pastillas la madre reconoció que había matado a la niña para dañar a su expareja, que se negaba a retomar la relación sentimental.
Piden la prisión permanente revisable
Ahora, en un juicio con jurado popular, la acusada se enfrenta a la petición de prisión permanente revisable tanto por parte de la fiscalía como de la acusación particular como autora de un asesinato con alevosía.
Además, el ministerio público pide que, si no se le aplica esta pena, cuando cumpla la condena impuesta se le apliquen cinco años de libertad vigilada y que no pueda acercarse al padre de la niña ni a los abuelos paternos. Asimismo, reclama que indemnice con 250.000 euros al progenitor y con 75.000 euros a cada uno de los padres de éste por los daños morales causados.
La defensa solicita para ella la absolución, alegando que sufrió enajenación mental transitoria.