Piquetes en las cárceles catalanas por el asesinato de la cocinera de Mas d'Enric, Tarragona

Piquetes en las cárceles catalanas por el asesinato de la cocinera de Mas d'Enric, Tarragona Cedida

Vida

Cataluña, la única comunidad con un funcionario asesinado a manos de un preso

Los sindicatos exigen la dimisión de la ‘consellera’ de Justicia, Gemma Ubasart, que se aferra a su sillón a pesar de los nefastos datos de agresiones contra trabajadores en los centros penitenciarios catalanes

16 marzo, 2024 00:00

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Cataluña es la única comunidad de España con un funcionario de prisiones asesinado en su puesto de trabajo. Así lo aseguran las fuentes sindicales consultadas por Crónica Global, que alertan sobre una escalada de violencia desmedida en las cárceles catalanas contra los trabajadores públicos.   

El crimen de Núria, cocinera de la prisión de Mas d’Enric (Tarragona) contratada por la Generalitat de Cataluña a manos de Iulian, un reo que cumplía 11 años de cárcel por asesinar a otra mujer de forma muy similar en 2016, ha incendiado las prisiones. De hecho, el viernes varios piquetes cortaron todo acceso a las principales cárceles catalanas para evitar la entrada y salidas de funcionarios. 

Las prisiones catalanas, al límite

Los manifestantes incendiaron neumáticos y palos para impedir el paso a las prisiones de Mas d'Enric, Brians 1, Brians 2, Quatre Camins, Lledoners y Puig de les Basses.

Este hecho provocó la falta de personal en los principales centros penitenciarios, que el viernes por la tarde seguían operando a medio gas. De hecho, la consellera de Justícia, Gemma Ubasart, confirmaba que algunos presos no habían podido salir de las celdas desde el jueves por la noche, mientras que otros habían visto sus talleres o permisos penitenciarios anulados.

Y así seguirán. Fuentes sindicales han avanzado a este medio que "no pararán" hasta que la republicana presente su dimisión y que la siguiente acción que preparan ahora es cortar las comunicaciones del fin de semana entre los reos y sus familiares.

Las agresiones, disparadas

La situación en las cárceles catalanas es insostenible. Así lo reflejan los datos de agresiones a funcionarios, con 582 casos el año pasado, un 1% más que en 2022, según las cifras recopiladas por el sindicato Csif. Asimismo, en 2023 se triplicaron las agresiones sexuales a los trabajadores de prisiones, 17 registrados frente a los seis del año anterior.

A estos hechos se suman los incidentes ocurridos entre los propios internos. El año pasado hubo 703, casi dos diarios. Las prisiones más conflictivas son Brians 1, Brians 2, Quatre Camins y Joves. Desde este sindicato alertan de la compleja situación en este último centro.

“Llama la atención el peligroso aumento de incidentes en el Centro Penitenciario de Jóvenes, dado que es el centro con el menor número de internos de toda Cataluña, pero, dadas las cifras, podemos afirmar que es, sin duda, de los más inadaptados y violentos de todo el sistema”, confirman desde Csif.

Con estos mimbres, todos los sindicatos se han unido en bloque para denunciar las “políticas erráticas y alejadas de la realidad penitenciaria” de la consellera Gemma Ubasart, que se niega a dimitir y a asumir responsabilidades de lo ocurrido. Sostienen que sus políticas “buenistas” y “negligentes” se traducen en un desgobierno en las cárceles catalanas.

Mordiscos, puñetazos e intentos de motín 

En los últimos meses se han registrado agresiones muy violentas contra los funcionarios. Entre las más salvajes figura una registrada en noviembre de 2021 en el centro penitenciario de Quatre Camins, en la que un interno arrancó de un mordisco un dedo a un funcionario. Al año siguiente, en junio de 2022, esta vez en Puig de les Basses, otro reo seccionó parte del cuello a un trabajador de un bocado. 

En aquel momento, Óscar, delegado de UGT en Puig de les Basses, confirmó a Crónica Global que el interno había golpeado al trabajador en la cabeza, “causándole una brecha” y, posteriormente, le había mordido “muy cerca de la carótida, arrancándole unos cinco centímetros de tejido”, lo que podría haber tenido un desenlace fatal.  

El año pasado se produjo otro grave episodio en Lledoners, con un intento de motín en el que el cabecilla, tras agredir a un trabajador, instigó a sus compañeros a que terminasen con su vida: “¡Ayudadme, vamos a matar a un funcionario!”.

Más recientemente, a principios de este año, un interno golpeó a un funcionario reiteradamente hasta romperle un pómulo. Los ejemplos son incontables. De hecho, el mismo día en el que Núria fue asesinada a puñaladas en la misma cocina en la que trabajaba, otro interno se lio a golpes contra cinco funcionarios de Quatre Camins. 

Ubasart echa balones fuera

Sin embargo, no se recuerda hasta la fecha un episodio equiparable. Con semejante escenario, todos los sindicatos (Csif, Inter Sindical, ACAIP, UGT Prisiones, IAC-CATAC y CCOO) han decidido romper cualquier negociación con la Secretaría de Justicia para poner contra las cuerdas a sus responsables. “No nos sentaremos con nadie que día tras día pone en peligro nuestras vidas”, reza un comunicado conjunto. 

Todos ellos piden la dimisión de Ubasart, que este viernes, en una rueda de prensa en la que las organizaciones sindicales esperaban que anunciara su despedida, echó balones fuera y señaló que las protestas organizadas por los funcionarios causaban “incidencias” dentro de los centros penitenciarios.

De hecho, la responsable llegó a indicar que, además de torpedear el “normal funcionamiento” de los centros, esta “situación genera mucha tensión y dificultad para los trabajadores que están dentro”.

El diálogo, inviable

La decisión de la consellera de permanecer en su cargo ha desatado la ira de todas las organizaciones sindicales. Afean a Ubasart que los culpe de la situación actual en las cárceles catalanas y la acusan, tanto a ella como a su número dos, Amand Calderó, de mentir deliberadamente. Sostienen que, a diferencia de lo expresado el viernes, desde el Departamento de Justicia no se han sentado con ellos a dialogar, pese a la gravedad de los hechos sucedidos en Mas d'Enric.

Por otro lado, añaden que mantener a Calderó como secretario de medidas penales, reinserción y atención a la víctima, evidencia que Ubasart ha renunciado “de manera consciente” a buscar una solución realista y efectiva. Así las cosas, el diálogo con la cúpula de Justicia es, por el momento, “inviable” y las movilizaciones continuarán

“Dimitir sería lo más fácil”

Pese a la presión, ni la consellera ni el número dos del departamento asumen su responsabilidad. De hecho, cabe señalar que Calderó fue repescado por Ubasart a pesar de que tuvo que dimitir en 2021 tras dos semanas convulsas en las cárceles tras dos suicidios, la muerte accidental de un interno y la agresión sexual a una funcionaria.

Ahora, tanto él como la consellera se aferran a su asiento. Dimitir sería la decisión más fácil, pero no la más acertada”, zanjaba Ubasart.