Un perito cree que el niño que se abrasó la mano en un colegio de Barcelona podría haber sufrido una "inmersión forzada"
El médico ha considerado que la exposición para provocar estas lesiones debe durar "varios minutos a 45-50 grados de temperatura"
27 febrero, 2024 18:18Noticias relacionadas
Un médico contratado por los padres del niño de ocho años que se abrasó una mano en el comedor de la Escuela Taiga de Barcelona, asegura que el menor podría haber sufrido una "inmersión forzada" durante varios minutos.
El perito ha considerado, tras analizar las graves quemaduras, que la exposición para provocar estas lesiones debe durar varios minutos a 45-50 grados de temperatura, y que la posibilidad de que estas heridas se produjesen por un accidente "parece menos probables".
Atentado a la integridad física
Según un comunicado difundido por Vosseler Abogados, que representa a la familia, el niño sufrió "unas lesiones por inmersión en líquido caliente y durante un cierto tiempo, pues la palma de la mano donde la piel es más gruesa está gravemente quemada".
Ya en su denuncia, en manos del Juzgado de Instrucción 32 de Barcelona que investiga los hechos, los representantes legales del menor aseguraron que "los hechos están muy lejos de considerarse accidente". Para ellos, se trata de un presunto "atentado directo a la integridad física de un menor de ocho años con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y discapacidad del 82%".
En este sentido, Mónica Santiago, la representante legal de los padres del niño, considera que "a la vista del relato de los informes periciales, solo podemos concluir que estamos delante de un castigo medieval desprendido de cualquier atisbo de humanidad", a lo que añade que teme por las "devastadoras" lesiones físicas y psicológicas.
Los hechos sucedieron en el colegio
Con todo, cabe recordar que los hechos sucedieron el pasado 15 de enero, cuando el niño se encontraba en las instalaciones de la Escuela Taiga, un centro especializado en la educación de niños con necesidades especiales. Tal como consta en la denuncia, el menor se encontraba en el comedor del centro educativo cuando defecó y se manchó con sus heces.
En ese momento, los dos monitores llevaron al pequeño al aseo del comedor y, tras ponerse guantes de látex, intentaron limpiar al niño, que se resistió. Fue entonces, durante en el forcejeo entre los dos adultos y el niño (de 25 kilos, según apuntan fuentes próximas al caso), que accidentalmente movieron el grifo del baño, que pasó a verter agua ardiendo, abrasando la mano del pequeño.
Intervenido en varias ocasiones
El niño fue internado en la UCI del Hospital de Vall d'Hebron de Barcelona, donde ha recibido varias operaciones con injertos de piel. De hecho, fueron los propios sanitarios los que comunicaron las heridas al juzgado, un procedimiento habitual en caso de que se observen lesiones a un menor que consideren que podrían no provenir de un accidente.
En paralelo, la familia presentó una denuncia ante los Mossos d'Esquadra, asesorados por el despacho Vosseler Abogados, y el Juzgado de Instrucción 32 de Barcelona ordenó abrir diligencias de investigación.
La versión del colegio
Tras conocer los hechos, Crónica Global se puso en contacto con la dirección de la Escuela Taiga, cuya directora, María José Pujol, aseguró “que fue un accidente” y que “están totalmente desolados”.
Asimismo, la dirección del colegio explicó que justo después del accidente fueron los trabajadores del centro educativo quienes alertaron "de inmediato" al Sistema de Emergencias Médicas (SEM), acompañando al menor en todo momento.
En la misma línea, Pujol aseguró que han colaborado con las autoridades en el marco de la investigación judicial, ofreciendo, en todo momento, la información y los datos que les han sido requeridos. "Nuestra intención también es esclarecer los hechos" añadió la directora en un comunicado al que ha tenido acceso esta redacción.