El Hospital Universitario Vall d'Hebron de Barcelona

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Vida

El padre del niño que se abrasó la mano en un colegio de Barcelona critica las distintas versiones de la escuela

Según el progenitor, la dirección del centro de educación especial Taiga les dio "tres versiones" distintas sobre las heridas del menor

19 febrero, 2024 19:38

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El padre del niño de ocho años que se abrasó la mano en el comedor de la Escuela Taiga de Barcelona, un centro especializado en la educación de niños con necesidades especiales, ha criticado que el centro les dio "tres versiones" distintas sobre las heridas del menor. 

En una entrevista a Europa Press, el padre del menor, Carlos Aguilar, ha recordado que el 25 de enero el colegio llamó a su mujer y le dieron una primera versión. En dicha llamada, la dirección del centro les dijo "que le había pasado algo en la mano", que se le caía la piel "como si fuese un guante", añadiendo que habían leído por Internet que "podía ser un efecto secundario de una medicación que toma".

"Para nosotros no era creíble"

Aguilar ha explicado que esta llamada les dejó algo contrariados, "para nosotros no era nada creíble". Acto seguido, recuerda que se desplazaron hasta el Hospital Vall d'Hebrón de Barcelona, donde su hijo, que sufre un Trastorno del Espectro Autista (TEA), estaba ingresado. 

El progenitor ha afirmado que durante el trayecto supieron por primera vez que su hijo estaba en la Unidad de Quemados y que se había abrasado la piel al meter la mano bajo el grifo de agua caliente. El padre ha asegurado que este relato también les sorprendió porque el menor "no sabe lavarse las manos y es hipersensible". "Tampoco nos creíamos esa versión, que es la que se mantuvo hasta que vimos las heridas y pedimos una aclaración por escrito", ha aseverado Aguilar. 

Quemaduras del menor

Quemaduras del menor Cedida

¿Esta versión es la buena?

Tras esta reclamación, la dirección de la Escuela Taiga les contestó que su hijo se había manchado la mano al hacerse sus necesidades encima y que, mientras dos monitores del comedor le limpiaban, él se resistió. Fue durante el forcejeo que, accidentalmente, se abrió el grifo del agua caliente y el menor se abrasó la mano. Los adultos, por su lado, no lo notaron porque llevaban guantes, aseguraron desde el centro educativo. 

Aguilar critica que no tuvieran una respuesta clara desde el principio, lo que le genera incertidumbre: "¿Esta versión es la buena o daréis otra más?", se pregunta. 

Varias intervenciones 

El niño ha entrado a quirófano en varias ocasiones desde que ingresó el pasado 25 de enero. La última intervención ha sido este lunes 19 de febrero para ver la evolución de los injertos de piel que le han hecho, un proceso que se repetirá el jueves.

Durante estas últimas semanas, el padre, la madre y la hermana mayor del niño reciben atención psicológica del mismo Hospital Vall d'Hebron. Paralelamente, Aguilar ha asegurado que su hijo ahora tiene "miedo al agua" y lamenta que por su discapacidad no se puede explicar.

El Hospital avisó al Juzgado 

Una vez el menor fue atendido en el hospital, fueron los propios sanitarios los que comunicaron las heridas al juzgado, un procedimiento habitual en caso de que se observen lesiones a un menor que consideren que podrían no provenir de un accidente. En paralelo, la familia presentó una denuncia ante los Mossos d'Esquadra, asesorados por el despacho Vosseler Abogados, y el Juzgado de Instrucción 32 de Barcelona ha ordenado abrir diligencias de investigación. 

Para Mónica Santiago, directora ejecutiva de Vosseler Abogados, lo que ha ocurrido en la escuela de educación especial Taiga pone de manifiesto “que todavía nos queda muchísimo por estar a la altura de la atención que necesitan las personas con necesidades especiales”. Además, para Santiago “los hechos están muy lejos de considerarse accidente, sino que es un atentado directo a la integridad física de un menor de 8 años con TEA y discapacidad del 82%”.

La versión del colegio 

Tras conocer los hechos, Crónica Global se puso en contacto con la dirección de la Escuela Taiga, cuya directora, María José Pujol, aseguró “que fue un accidente” y que “están totalmente desolados”.

Asimismo, la dirección del colegio explica que justo después del incidente fueron los trabajadores del centro educativo quienes alertaron "de inmediato" al Sistema de Emergencias Médicas (SEM), acompañando al menor en todo momento. En la misma línea, Pujol asegura que han colaborado con las autoridades en el marco de la investigación judicial, ofreciendo, en todo momento, la información y los datos que les han sido requeridos. "Nuestra intención también es esclarecer los hechos" añade la directora en un comunicado al que ha tenido acceso esta redacción.