La avenida Pau Casals junto a Turó Park, donde viven los temidos Carreño
Más robos y más violencia: alarma en el Turó Park a cinco meses de la Copa América
- El 2023 fue el año con más agentes de Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana desplegados en Barcelona, alrededor de 6.000, y aún así la delincuencia creció un 8%
- Los vecinos de la zona alta denuncian que los 'tirones' se han convertido en asaltos organizados
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Hace una semana, el pasado 5 de febrero, tres hombres asaltaron a un reconocido empresario del mundo de la restauración en la calle Escoles Pías de Barcelona y, pistola en mano, trataron de arrebatarle el reloj de lujo que llevaba. Días después, en la cafetería La Farga de la calle Beethoven, también en la zona alta de la Ciudad Condal, unos atracadores irrumpieron con la intención de robar un maletín. Este martes, otra escena similar se repitió en el restaurante Sushi 99 de la calle Tenor Viñas, en el Turó Park, donde un individuo accedió armado al local y le robó el Rolex al piloto Pepe Oriola.
El hecho de que los asaltantes actuaran armados supone un cambio de paradigma en el escenario delincuencial conocido hasta el momento en la Ciudad Condal. Los residentes de la zona alta han trasladado su preocupación a los Mossos d’Esquadra, que ha reforzado su presencia en el acaudalado barrio.
El piloto Pepe Oriola (dcha)
Barcelona se blinda para la Copa América
Según ha podido saber Crónica Global, la policía catalana tiene puestos los ojos en la Copa América, la principal competición de vela y el tercer acontecimiento deportivo más mediático del mundo. Entre agosto y octubre se espera que en la capital catalana recalen millares de regatistas, aficionados y espectadores de alto poder adquisitivo que se desplazarán hasta Barcelona para seguir de cerca este evento. También se celebrarán importantes compromisos con las marcas patrocinadoras.
En paralelo, el crimen organizado se prepara para hacer su particular agosto. Los vecinos de la zona alta aseguran que en los últimos meses han notado un incremento de las mafias, sobre todo italianas, que estudian la zona para garantizar el éxito de sus planes. En concreto, describen la presencia de jóvenes que se desplazan en patín o moto y que arrebatan los relojes de lujo de las víctimas, un modus operandi que pusieron de moda los cachorros de la Camorra.
Un 'relojero' detenido en agosto de 2023 en la calle Pau Claris de Barcelona
Dispositivo policial especial
Con estos mimbres, fuentes municipales señalan que los Mossos d’Esquadra ya han comenzado a perfilar el dispositivo de seguridad con el que pretenden blindar la ciudad durante la Copa América de vela. Aunque por el momento se desconocen los detalles del operativo especial, que los mandos diseñan de forma discreta, la policía catalana trabajará codo con codo con la Guardia Urbana de Barcelona, Protección Civil, el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) y la seguridad privada de hoteles, locales de restauración y ocio nocturno. “Será un proyecto integral de seguridad”, anuncian voces municipales.
La ciudad ya ha comenzado a prepararse para acoger este macroevento deportivo con la instalación de cámaras de seguridad en las calles. A las 117 que ya funcionan, aunque sin reconocimiento facial, se sumarán ocho más en el punto más caliente de Ciutat Vella: el barrio del Raval. Cualquier medida adicional es necesaria, teniendo en cuenta que 2023 fue el año con más agentes de Mossos d’Esquadra y Guardia Urbana desplegados en Barcelona, más de 6.000, y aun así la delincuencia creció un 8%. Los delitos que más han aumentaron fueron los sexuales, los cometidos en el ciberespacio y los hurtos.
Los Mossos d'Esquadra detienen a un 'relojero' en Barcelona
De los 'tirones' a los asaltos organizados
Toda previsión es poca, especialmente ante el cambio de paradigma en el escenario delincuencial de la ciudad de Barcelona, donde los viejos tirones se han convertido en asaltos organizados, perpetrados por grupos de ladrones altamente especializados. Los vecinos de la zona alta reconocen a preguntas de Crónica Global que los robos se han disparado y que los ladrones, cada vez más agresivos, campan a sus anchas.
En este sentido, una vecina reconocía que hace unas semanas robaron a un amigo suyo a las puertas del Café París de la calle Mestre Nicolau. “Una joven muy bien vestida y con buena apariencia se acercó a él y le saludó amablemente, como si se conocieran de toda la vida. La mujer le cogió de las muñecas y las estrechó con confianza. Mi amigo, extrañado, la apartó y cuando se dio cuenta de la maniobra ya no llevaba el reloj”. La ladrona, prosigue la testigo, huyó corriendo y se subió en un coche que la esperaba en la esquina de la misma calle.
Los taxistas, también en alerta
Las fuentes consultadas lamentan que prácticamente cada semana se repiten escenas como la vivida en el Café París. Son “grupos organizados, que se desplazan en motocicleta y que estudian los movimientos de sus víctimas para garantizar que el robo pueda culminar con éxito”. Lamentablemente, el miedo y la preocupación se han contagiado a otros sectores, como el de los taxistas. “Los conductores de más edad ya nos negamos a trabajar de noche”, aseveran a preguntas de esta redacción.
Varios conductores denuncian el auge de la delincuencia en la ciudad de Barcelona, especialmente en la zona del Turó Park. “Aunque trabajar de noche siempre supone ganar más dinero a final de mes, muchos nos negamos a ello porque priorizamos nuestra seguridad. Conozco varios casos en los que los ladrones han rodeado el cuello de compañeros con el cinturón de seguridad y les han obligado a entregarles toda la recaudación y los objetos de valor. Así estamos vendidos”, lamentan.
De este modo, no sólo han aumentado los robos en la zona alta de Barcelona, sino que éstos se perpetran con mayor violencia. Extremo que preocupa a cuerpos policiales, vecinos, taxistas y comerciantes de la Ciudad Condal, que temen que los índices de criminalidad se disparen (todavía más) a medida que se acerquen grandes acontecimientos como la esperada Copa América.
