Dani Alves, sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial de Barcelona

Dani Alves, sentado en el banquillo de la Audiencia Provincial de Barcelona DAVID ZORRAKINO - EUROPA PRESS

Vida

Los Mossos 'sentencian' a Dani Alves, que declara hoy: "Las imágenes corroboran el relato de la víctima”

La defensa intenta convencer al tribunal de que el exjugador del FC Barcelona estaba bebido y las relaciones con la denunciante fueron consentidas

7 febrero, 2024 00:00

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Los Mossos d’Esquadra apuntalan la versión de la víctima de Dani Alves, que se enfrenta a una pena máxima de 12 años de cárcel por una presunta violación en la discoteca Sutton de Barcelona el 31 de diciembre de 2022. El exjugador del FC Barcelona declarará este miércoles, durante la última sesión del juicio, cuando ya se haya practicado toda la prueba.

El martes, una de las agentes de la Unidad Central de Agresiones Sexuales (UCAS) confirmó a preguntas de la fiscalía que las imágenes tomadas por las cámaras de seguridad del reservado de Sutton “corroboran el relato” de la denunciante. 

La joven estaba desolada

La defensa de Dani Alves, que ejerce la abogada Inés Guardiola, intenta convencer al tribunal de que su cliente había bebido más de la cuenta y de que las relaciones con la chica, que entró voluntariamente al baño, fueron consentidas.

Dani Alves declara en la Audiencia de Barcelona por una presunta violación en los baños de Sutton

Dani Alves declara en la Audiencia de Barcelona por una presunta violación en los baños de Sutton Alberto Estévez / EFE

Sin embargo, tanto el personal de Sutton, que activó con suma diligencia el protocolo previsto para casos de agresión sexual, como los agentes de Mossos d’Esquadra que la atendieron aquella noche coinciden en que la joven estaba desolada. 

"Se arrepintió y no quería estar ahí"

El primer agente en llegar, que iba de paisano, declaró que la joven “estaba temblando y llorando” y que al principio ni siquiera era capaz de hablar. A este se unió otro mosso, cuya cámara personal se activó al acceder a la sala en la que se encontraba la chica, que relató “entre sollozos y llantos” que había tenido un percance con una persona que le había tocado los genitales y que no la había dejado salir de un cuarto. 

Esta versión la corrobora también uno de los auxiliares de Sutton, que se encargó que atender a la joven en los minutos que discurrieron entre que uno de los porteros alertó a la dirección del local y se presentaron los Mossos d’Esquadra. Este trabajador, que le limpió una herida superficial que la chica presentaba en la rodilla, escuchó cómo esta le explicaba a sus amigas que “sabía a dónde iba y a qué iba, pero después se arrepintió y ya no quería estar ahí”. Un relato que coincide con lo que después le contó ella misma a los agentes.

El baño no estaba señalizado 

El lunes, durante la primera jornada del juicio, la prima y la amiga de la denunciante, que se encontraban con ella la madrugada de los hechos en Sutton, también apuntalaron esta versión. Explicaron que el jugador las invitó, utilizando como mediador a un camarero, al reservado. Una vez allí tuvo con ellas una “actitud babosa”. De hecho, sostienen que con ellas también se sobrepasó: a una intentó besarla y a otra le tocó en su zona íntima.

Dani Alves declara en la Audiencia de Barcelona por una presunta violación en los baños de Sutton

Dani Alves declara en la Audiencia de Barcelona por una presunta violación en los baños de Sutton Alberto Estévez / EFE

Coinciden en que su amiga fue al baño de forma voluntaria con el futbolista, que insistió para que la acompañara, pero que no sabían que al otro lado de la puerta del reservado había un lavabo, sino que pensaron que se trataba de una terraza o de una sala para fumar. El hecho de que no pudiese deducir que era un lavabo lo corroboró también un camarero de la zona vip, que confirmó que la puerta de los servicios no estaba señalizada por su parte exterior. 

Una vez dentro, estuvieron juntos unos 15 minutos. Cuando salieron, primero él y después ella, la chica tenía “muy mala cara” y dijo que necesitaba irse a casa. Cerca ya del ropero rompió a llorar y confesó que el jugador “le había hecho mucho daño”, señalándose sus partes íntimas. Esta escena la vio un portero que le preguntó: “¿Mal de amores?”, a lo que una de sus acompañantes respondió que le había sucedido algo grave.

El consentimiento

La defensa del jugador, para el que la fiscalía pide nueve años de prisión y la acusación particular, 12, intenta demostrar que las relaciones que mantuvieron la denunciante y su cliente fueron consentidas. Por eso, durante los interrogatorios a los testigos, su abogada Inés Guardiola preguntó insistentemente si se besaron, como la propia víctima manifestó en un primer momento, si se rozaron o si bailaron juntos. Aun así, el hecho de que se hubiesen besado no es incompatible con lo que la joven sostiene: que, en un momento dado, cuando se encontraba en el baño con el futbolista, ella no quiso seguir y quiso salir del habitáculo. 

El martes también declararon la todavía mujer de Dani Alves, la modelo Joana Sanz, y los tres amigos con los que el brasileño salió ese día. Uno de ellos, Bruno, se encontraba con él en el reservado de Sutton. Todos ellos, incluida la esposa, incidieron en que el jugador estaba bebido. 

Alves, bajo los efectos del alcohol

Los amigos explicaron que el 30 de diciembre comieron en La Taberna del Clínic y que allí se quedaron hasta bien entrada la noche. Se bebieron “cuatro o cinco botellas de vino y una botella de whisky” entre tres, porque uno de ellos ha declarado que no bebe alcohol. Uno de los que más bebieron, según ellos, fue Alves. Aun así, cogieron el coche del jugador y Bruno condujo hasta Nuba. Allí se pidieron “cuatro gin tonics”, uno por cabeza, pese a que uno de los amigos había reconocido segundos antes ser abstemio y matizó que él no se bebió el suyo. 

Bruno, amigo de Dani Alves en su entrada a la Audiencia de Barcelona

Bruno, amigo de Dani Alves en su entrada a la Audiencia de Barcelona ENRIC FONTCUBERTA - EFE

Después, dos de ellos se retiraron y Dani Alves y Bruno se fueron a Sutton, otra vez conduciendo, donde pidieron una botella grande de Moet & Chandon de la que se tomaron “cuatro copas”, aunque el amigo en fase de instrucción hizo referencia a “media”. Uno de los responsables de la discoteca ha dado un balón de oxígeno a la defensa al coincidir en que “Alves no se comportaba de forma normal”, como si hubiese bebido o se hubiese tomado algo.

La bebida, como atenuante

De la forma precipitada en la que se fueron Alves y Bruno de Sutton, justo después de que el futbolista abandonara el baño en el que presuntamente cometió la agresión sexual, el martes su amigo explicó que el único motivo fue que ya habían bebido mucho. Sin embargo, la acusación particular le recordó que en fase de instrucción dio otra versión y dijo que Alves se encontraba mal de la barriga.

Por su parte, Joana Sanz, que aclaró frente al tribunal que nunca ha pedido el divorcio al jugador, declaró que su marido llegó a casa sobre las cuatro de la madrugada “muy borracho” y que se chocó con los muebles de la habitación antes de desplomarse sobre la cama. “En el estado en el que llegó, mejor dejarlo para mañana”, respondió a si había hablado con su esposo, siguiendo la línea de defensa, que esgrime el exceso alcohol como posible atenuante.

La mujer de Dani Alves, Joana Sanz (c), sale de la Audiencia de Barcelona

La mujer de Dani Alves, Joana Sanz (c), sale de la Audiencia de Barcelona ENRIC FONTCUBERTA - EFE

Llama la atención que, al día siguiente, cuando la noticia ya había saltado a la prensa, Bruno, el que ha dicho ser su amigo y quien acompañaba a Alves en el reservado de Sutton, no le preguntó nada sobre el episodio: “No le dije nada porque estaba cansado. Le di su espacio”.

Una detención pactada

La jueza instructora, que también declaró el martes en calidad de testigo, confirmó que el 2 de enero de 2023 se tomó declaración a la víctima, que al principio fue muy reticente a denunciar (como corroboraron también los Mossos) por miedo a la repercusión mediática y a que se conociera su nombre.

Ese mismo día, se informó a Miraida Puente Wilson, la abogada de Alves en aquel momento. Esta declaración desmonta la supuesta indefensión a la que su actual letrada, Inés Guardiola, apeló el primer día de juicio para pedir la nulidad de la causa y que fue desestimada. 

Dos días más tarde, la chica formalizó la denuncia ante los Mossos d’Esquadra. Fueron estos quienes decidieron pactar la detención del jugador con Miraida Puente Wilson el 20 de enero de 2023, como explicó el martes la jefa de la UCAS, para evitar “que le hicieran fotos”.