A Dani Alves se le pone cuesta arriba su juicio por violación: todos los detalles de la primera sesión en los tribunales de Barcelona

También declararon la prima de la víctima y su amiga, quienes la acompañaban esa noche. Las tres acabaron en el reservado de Dani Alves, en el que bailaron con el brasileño y su amigo Bruno. Sin embargo, pronto comenzaron a sentirse incómodas. En concreto, la amiga de la chica se refirió a la actitud del brasileño como “babosa” y “obsesiva”. 

Todas aseguran que sufrieron tocamientos

Las tres jóvenes aseguran que el futbolista se sobrepasó con ellas esa madrugada. La víctima, que fue la única que denunció los hechos ante los Mossos d'Esquadra, declaró a puerta cerrada que el futbolista, del que la separaba un biombo, la violó en el baño de una zona vip de Sutton. 

Pero no sólo ella señala a Alves. La amiga de la denunciante sostuvo que el deportista intentó besarla hasta en dos ocasiones. Así lo relató frente al tribunal, al que explicó que le apartó la cara, la primera vez, y que le agarró el rostro para apartarlo de ella, la segunda. Además, sostuvo que él le puso la mano en la espalda y que la fue bajando hasta “casi tocarle el culo”. Por su parte, la prima de la víctima confirmó que Alves y su amigo bailaron muy cerca de ellas y que el deportista le tocó sus partes íntimas. 

Descartaron suspender el juicio  

La defensa de Alves, que ejerce la abogada Inés Guardiola, pidió que se suspendiese el juicio por considerar que el jugador ha sido sometido a un “juicio paralelo” por los medios de comunicación. De hecho, Guardiola presentó 550 artículos al tribunal para apuntalar esta tesis, al considerar que se produjo un goteo incesante de filtraciones que desembocó en la publicación de información sesgada. Todo esto, añadió, ha contribuido a que la opinión pública lo considere culpable antes de que se emita una sentencia.

La abogada de Dani Alves, Inés Guardiola, durante la primera sesión del juicio en la Audiencia de Barcelona Alberto Estévez / EFE

Sin embargo, el tribunal desestimó todas sus peticiones, incluyendo la solicitud de la suspensión del juicio, al entender que no se vulneró su derecho a la defensa ni a la presunción de inocencia. A lo único que accedió es a que Alves declare en último lugar, el miércoles, cuando ya se haya efectuado toda la prueba. 

La protección a la víctima

Otra de las solicitudes que hizo la defensa fue que se le retirase la protección a la víctima porque nadie había solicitado esta medida. Argumentó que el hecho de recoger el testimonio de la joven con la voz distorsionada podía suponer la vulneración de los derechos de su defendido, pues la declaración “debe ser escuchada con claridad”.

“La ausencia o déficit de grabación puede suponer una absolución o nulidad de la causa”, advirtió la abogada, que solicitó que se dejaran sin efecto las medidas acordadas al entender que esto supondría “un trato injustamente diferencial” entre víctima e investigado. Un hecho que el tribunal rechazó al entender que si estaba de acuerdo con que se celebrara íntegramente a puerta cerrada también debía estarlo en esta ocasión. 

La protección a Alves

En contra de lo que alegó la defensa, durante la primera sesión del juicio un inusual despliegue de Mossos d’Esquadra se encargó de blindar la imagen del futbolista.  

Y también en contra de lo que es habitual en este tipo de procesos judiciales, los agentes evitaron el paseíllo de Alves desde los calabozos de la Audiencia de Barcelona hasta la Sección 21, en la que se celebra el juicio, pese a que los periodistas tenían prohibido hacer fotos o vídeos dentro del edificio. 

Los medios de comunicación, expectantes ante el juicio más mediático del año EUROPA PRESS

En lugar de hacerle atravesar el hall, como al resto de acusados procedentes de un centro penitenciario (Alves lleva un año en prisión provisional), lo trasladaron usando los ascensores del edificio para dar esquinazo a la prensa, a la que se le hizo creer que vendría escoltado desde el sótano.

Los testigos clave

Este martes, por la Sección 21 desfilarán 22 testigos, algunos de ellos clave para la resolución de este caso. Entre ellos se escuchará a Bruno, el amigo de Dani Alves que le acompañaba en el reservado de la discoteca Sutton la noche de autos.

También declarará el binomio de Mossos d’Esquadra que se dirigió a la sala tras recibir una alerta por parte del personal del establecimiento de Tuset. Es de especial relevancia la declaración de uno de los agentes que llevaba una cámara personal que registró los momentos inmediatamente posteriores a la presunta agresión sexual. 

Joana Sanz borra sus redes

Joana Sanz, esposa del acusado, intentará apuntalar con su testimonio uno de los pilares sobre los que gira la estrategia de la defensa: que en el momento de los hechos el que todavía es su marido estaba bajo los efectos del alcohol. Además, para evitar la presión mediática, a escasas horas de comparecer en el tribunal, la modelo canaria se ha borrado las redes sociales. 

A quien no se escuchará será a la madre del procesado, Lucía Alves, pues durante la primera sesión del juicio la defensa prescindió de su declaración. Así lo consideró Guardiola pocas semanas después de que la progenitora del futbolista desvelara en sus redes sociales la identidad de la denunciante, haciendo públicas tanto fotografías de la joven como su nombre completo. De hecho, la víctima ha presentado una denuncia contra ella por estos hechos.  

La estrategia de defensa

La estrategia de defensa pivota en torno a dos cuestiones principales: que hubo consentimiento y que Alves se encontraba bajo los efectos del alcohol.

La defensa, que afeó que los Mossos d'Esquadra privaron a Dani Alves de realizarse una prueba de alcoholemia por no comunicarle que existía un procedimiento en su contra, presentará los tíquets de las consumiciones del deportista en Sutton. Además, preguntó a los camareros que ya declararon si le sirvieron copas al jugador, un hecho que dijeron no recordar. 

Por otro lado, Guardiola incidió mucho en el interrogatorio a la amiga y la prima de la víctima sobre si la denunciante besó al jugador. En concreto, preguntó si bailaron pegados, si la chica se frotó con el futbolista y si hubo abrazos y momentos de complicidad, un aspecto que las jóvenes dijeron no recordar.