El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha aprobado el plan para reducir la presión del agua cuando la Generalitat decrete la primera fase de emergencia por sequía, previsiblemente el próximo 1 de febrero.
El organismo, responsable del servicio del agua en los 36 municipios de la conurbación de Barcelona, empezará a reducir la presión en aquellas localidades que superen los 200 litros por persona y día para todos los usos. Los alcaldes del área metropolitana han sido informados hoy de la medida, que será validada por el Consejo Metropolitano el próximo 30 de enero.
La Ciudad Condal, al margen
Según ha avanzado La Vanguardia, estos municipios son Cervelló, la Palma de Cervelló, Corbera de Llobregat, Sant Vicens dels Horts y Begues, según los datos de noviembre del 2023.
En Barcelona capital, el consumo de agua para todos los usos se sitúa en 173 litros por persona y día, por lo que la reducción de presión no entraría en vigor hasta la tercera fase de emergencia. La directora general de Barcelona Cicle de l'Aigua, Cristina Vila, alertó que esta situación podría llegar en julio ante la falta de lluvias.
El consumo de la Ciudad Condal se asemeja al consumo medio del área metropolitana, que es de 170 litros por persona y día.
Multas de hasta 3.000 euros
El plan del AMB organiza las actuaciones en 270 sectores y 133 zonas de presión. Como ya informó la institución tras la puesta en marcha de una prueba piloto por parte de Aigües de Barcelona, la reducción de la presión no supondrá en ningún caso un corte de grifo para ningún consumidor. Aunque el consumo sí podría verse afectado en los pisos más altos.
En paralelo, el ente supramunicipal ha activado el reglamento del servicio metropolitano que contiene las infracciones en situación de sequía. Este documento concreta las actuaciones incívicas que podrían ser castigadas con multas de hasta 3.000 euros. La cuantía y tipología de estas infracciones son muy variables. La limpieza de vehículos en la calle se castiga con 30 euros, mientras que llenar una piscina de hasta 72 metros cuadrados puede acarrear una sanción de 200 euros.