ERC excusa en los bandazos educativos de las leyes estatales los malos resultados del informe PISA
Simó anuncia la creación de una agencia de evaluación para fiscalizar la realidad de las aulas catalanas y pide destinar más recursos al alumnado inmigrante
11 diciembre, 2023 12:58Noticias relacionadas
La consellera de Educación, Anna Simó, ha excusado en los bandazos educativos de las leyes estatales los malos resultados del informe PISA 2022, que sitúa a los estudiantes catalanes a la cola en matemáticas, lectura y ciencias respecto al alumnado de España.
"No tenemos que ir dando golpes de timón, la educación no necesita cambios constantes", ha asegurado la republicana, que ha criticado que con cada cambio de mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados llega "una nueva ley orgánica de educación".
Brotes verdes en el sistema
De esta forma, sin autocrítica, ha intentado dar carpetazo a un resultado que acaba con el mito de la escuela catalana. De hecho, ha asegurado que el informe PISA que se acaba de publicar aún no tiene en cuenta los brotes verdes que se empiezan a ver en las aulas catalanas por los cambios que se han introducido en los últimos tiempos.
Ha remarcado la "mejor distribución" de los alumnos con necesidades especiales, tanto los inmigrantes como los que provienen de familias con menos recursos económicos. Asimismo, ha prometido que el sistema acabará con la "segregación escolar", donde ha insistido que se debe poner el foco, en unos dos o tres años.
La pandemia, otra excusa
Aunque ha reconocido el empeoramiento de la calidad de la escuela catalana, Simó ha remarcado que las medidas que ha implantado el Departamento de Educación para hacer frente a los malos resultados de las últimas pruebas de competencias básicas ya están empezando a dar frutos en el ámbito de las ciencias y las matemáticas.
"Todavía queda pendiente resolver un reto importante en castellano y catalán", ha detallado. La consejera ha explicado que una parte importante de estos resultados son consecuencia de la pandemia, pero que el sistema educativo "ya tenía temas pendientes" antes de la llegada del Covid.
Diez medidas a largo plazo
Para hacer frente a los malos resultados, la consellera ha puesto sobre la mesa diez propuestas a largo plazo, pues ha advertido que "no se alcanzarán durante esta legislatura". Entre otras medidas, ha anunciado que la Generalitat realizará cambios en el Consell Superior d'Avaluació del Sistema Educatiu (Csase) a partir de enero para convertirlo en una agencia de evaluación y prospectiva.
Entre las medidas también figuran impulsar la educación inclusiva, la universalidad del 0-3, fomentar la educación a tiempo completo y dotar de más recursos las aulas de acogida para el alumnado inmigrante.
Más horas en el centro
La republicana ha asegurado que su departamento trabaja para desarrollar la Escuela a tiempo completo, un modelo que se aplicará en la pública y que se intentará mantener "hasta segundo de ESO" para que los estudiantes estén más en el centro. Incluso cuenta con un modelo a imitar, el de Portugal.
Este proyecto sustituirá la recuperación de la sexta hora de clase que se eliminó con los grandes recortes educativos en 2010. Otro de los ajustes para ahorrar que no se han revertido de este ámbito.
De nuevo, el Govern alerta de que no se aplicará de forma inmediata. "Queremos trabajar de forma interdepartamental, con los ayuntamientos y con las entidades que se dedican al ocio educativo", ha señalado la consejera ante los medios. Una vez resuelvan este debate será cuando la iniciativa se ponga en marcha. Es decir, se trata de otro desiderátum. Ni siquiera se ha definido qué presupuesto se debería destinar a este fin.
¿Fin del horario compactado en secundaria?
Otra de las medidas que está en estudio, ni en desarrollo ni en aplicación, es acabar con la compactación del horario lectivo en los institutos de secundaria públicos. Cabe recordar que el reciente informe PISA muestra una diferencia entre los centros que sufraga la administración y que cuenta con este horario lectivo y los privados y concertados --el 30% de la oferta en Cataluña, según la consejera-- que han obtenido mejores resultados y cuyos alumnos van a clase por la mañana y por la tarde.
La Generalitat analiza el "impacto social, sobre la salut y sobre el aprendizaje" de estos dos sistemas formativos. "A partir de aquí, toca abrir otro debate de país", ha manifestado Simó, "una vez tengamos los datos".
Comparecencia en el Parlament
La titular de Educación ha querido mostrar ante la prensa que el Govern sí trabaja en mejorar la calidad de la enseñanza en el territorio. Todo ello, tras encajar tanto el bofetón del informe PISA como las críticas por haberse ido de puente en plena polémica. Tanto ella como su mano derecha, Ignasi Garcia Plata.
El secretario de Transformació Educativa desde septiembre fue el que declaró que los malos resultados eran debido al alumnado inmigrante, que estaba "sobrerrepresentado" en la muestra de esta avaluación. Simó lo ha ratificado en el cargo. "Garcia Plata no es parte del problema, es parte de la solución", ha señalado.
En cuanto al resto de partidos de la oposición, les ha pedido "hacer piña" junto al gobierno y a la comunidad educativa. Una petición que llega un día antes de su comparecencia en el Parlament.
Los catalanes, cuatro puntos por debajo de la media
Según el informe PISA, el promedio de los alumnos catalanes en matemáticas es de 469 puntos, tres por debajo de la media de los países de la OCDE y cuatro por debajo de la española, mientras que en la edición de 2018 quedó un punto por encima.
En términos generales, en el promedio de conocimientos matemáticos, los estudiantes catalanes igualan en puntuación a los extremeños y sólo están por encima de seis territorios: Castilla La Mancha (464), Región de Murcia (463), Andalucía, (457), Canarias (447), Melilla (404) y Ceuta (395).