El Govern oculta los datos sobre la elección de médico en Cataluña
Salud rechaza dar las cifras pese a que el Síndic de Greuges acumula 80 quejas y preguntas de pacientes en los últimos años
10 septiembre, 2023 23:30Noticias relacionadas
¿Cuántos catalanes quieren elegir médico cada año? La Consejería catalana de Salud rechaza dar los datos de cuántas solicitudes de cambio de médico recibe y cuántas rechaza cada año. Ello en un contexto en el que el Síndic de Greuges cuenta 80 quejas por este motivo en los últimos años y cuando otras autonomías, como la Comunidad de Madrid, sí han desplegado este derecho.
Es lo que se desprende de la falta de respuesta del Departamento de Manel Balcells (ERC) a las reiteradas peticiones de Crónica Global de acceder a las cifras de requerimientos para elegir médico, enfermera de familia o matrona en los últimos años. Así como cuántas fueron aprobadas o rechazadas. Tras semanas de peticiones tanto por correo electrónico como por teléfono, el equipo de Balcells no ha ofrecido los números.
El Síndic cuenta 80 quejas en cuatro años
El silencio del Govern con esta cuestión es relevante por cuanto el Síndic de Greuges lleva años alertando de la falta de despliegue del derecho a elegir médico en Cataluña. Como explicó este medio, el defensor del pueblo autonómico ha recabado 80 quejas y preguntas de ciudadanos por vetos a su libre elección en los últimos años, de 2018 a 2022.
Estas incidencias continuas en los centros de atención primaria (CAP) catalanes han obligado al ombudsman regional a pedir que se revisen algunos rechazos. Y a intervenir de forma contraria, esto es, para pedir que no cambien unilateralmente de médico a algún ciudadano. Asimismo, la oficina de Esther Giménez-Salinas ha apremiado al Ejecutivo autonómico a ampliar la libre elección a la atención especializada, algo que el Govern no prevé, pese a que sí existe en otras autonomías.
Buenos resultados en Madrid
La más representativa es la Comunidad de Madrid, donde la libre elección sanitaria lleva más de una década en marcha. Tenga relación o no, el territorio gobernado por Isabel Díaz-Ayuso cuenta con listas de espera quirúrgicas más cortas que Cataluña. En puridad, tres de las cuatro autonomías con menores demoras en los quirófanos contemplan el derecho a elegir facultativo.
En paralelo a ello y según los datos del Ministerio de Sanidad y Consumo, la satisfacción del paciente en Madrid es mayor que en Cataluña. Según el último Barómetro Sanitario disponible, el 75,5% de los madrileños creen que su sistema sanitario funciona “bien”, por encima de la media nacional, que es del 72,1%. Por el contrario, en Cataluña los que aprueban la red asistencial autonómica caen casi siete puntos: al 68,8%
Sociedad de Directivos de Salud: “La libre elección mejora los resultados”
Los mejores datos que presenta la Comunidad de Madrid y otras regiones podrían tener vínculo con el despliegue de la libre elección en estas plazas. En conversación con este medio, Patricia Alonso, miembro de la junta directiva de la Sociedad Española de Directivos de Salud (Sedisa) ha recordado que “todo parece indicar que el hecho de que ante un problema de salud puedas escoger al profesional que va a tratar esa dolencia y te va a acompañar durante el proceso, aumenta la confianza en el sistema y, probablemente, mejora algunos de los resultados en salud”. Eso sí, desde Sedisa piden “información sobre resultados de salud” y “herramientas de gestión” acompañen la implantación del derecho en atención primaria y hospitalaria. De lo contrario, recuerda Alonso, la libertad se quedará en “un mero titular”.
En relación a ello, la profesional avisa de que algunos sanitarios “no pueden asumir más pacientes” al estar atrapados por un “modelo de vinculación laboral poco flexible”, un sistema retributivo con “dificultades” para incentivar la mayor carga asistencial y la citada ausencia de “resultados en salud”. Estos son los campos de mejora según Sedisa para garantizar que los españoles reciban “igualdad de acceso al sistema”, sí, pero también “igualdad de resultados independientemente cuál sea su comunidad autónoma de origen y su distrito postal de origen”.
Sociedad de Medicina Interna: “Debe haber libre elección sin barreras”
A su vez, desde la Sociedad Española de Medicina Interna (Fesemi), el doctor Jesús Canora, coordinador del Grupo de Trabajo de Gestión Clínica de esta entidad, recuerda que la Fesemi aboga por la libre elección “con facilidad y sin barreras”. ¿Por qué? Por las “ventajas intangibles” que ofrece, explica. Se centran, según él, en “una relación médico-paciente más sólida”, “atención personalizada” y “acceso a profesionales altamente capacitados”. Pese a ello, la Sociedad lamenta que “son pocas las comunidades autónomas que han plasmado este derecho en su máxima expresión y aprovechado todas sus posibilidades” en España. Las barreras regionales existen pese a que Fesemi ve la libre elección como vector de “empoderar a lo pacientes al ser participantes activos en su propia atención médica” y de “conexión personalizada entre médico y paciente”, además de catalizador de “competencia entre proveedores de atención médica”.
Canora, también jefe de servicio de Medicina Interna en el Hospital Universitario de Fuenlabrada (Madrid), detecta “diferencias sustanciales” entre regiones pese a la existencia de una “normativa nacional”. Es por ello que existe un “amplio margen de mejora” en este campo en España. ¿En qué terrenos? “Es fundamental disponer de resultados de salud con respecto a los centros y especialistas que estamos considerando”, razona, describiéndolo como un “panorama completo”. Además, se imponen “mecanismos ágiles y simples” para que los ciudadanos elijan facultativo y aportar “información acerca de cada facultativo en un servicio hospitalario específico”, pues no siempre ocurre. Con ello, se podrían evitar las “demoras”, entre otros obstáculos.
En efecto, desde la Sociedad de Medicina Interna concluyen que la libre elección sanitaria tiene un efecto que “podría tener un impacto significativo en las listas de espera”, al ayudar a “distribuir la demanda de manera más equitativa entre los profesionales y servicios disponibles” . Pero si hay un aumento considerable de la demanda, ese efecto puede desaparecer, de forma que las unidades médicas pongan restricciones al derecho si no tienen “capacidad”, concluyen.