Gerard Esteva (UFEC): “Los clubes deportivos de Barcelona se mueren, el 80% han desaparecido desde los JJOO”

Gerard Esteva (Barcelona, 1984) es una de las figuras más influyentes y polifacéticas del ecosistema deportivo en Cataluña. Asumió la presidencia de la Unió de Federacions Esportives de Catalunya (UFEC) en 2014, y la liderará, como mínimo, hasta 2031. Bajo su liderazgo, la entidad ha vivido una transformación radical, al pasar de ser una simple gestora de instalaciones a un grupo empresarial diversificado que factura más de 40 millones de euros, con una independencia financiera que le permite actuar como contrapeso de la sociedad civil frente a los abusos de la administración.

En una charla con Crónica Global, Esteva lanza un mensaje de socorro por la muerte silenciosa del tejido deportivo de base. También denuncia el agravio que sufre el deporte, que genera el % del PIB catalán, pero apenas recibe el 0,17% del gasto público. El dirigente analiza el impacto de esta infrafinanciación –que cifra en 1.000 millones de euros acumulados– y señala directamente la "miopía" de una clase política a la que acusa de clientelismo y de haber castigado presupuestariamente a la UFEC por su espíritu crítico.

Cuando acabe su actual mandato, llevará 15 años al frente de la UFEC. ¿Qué le motiva a seguir en el cargo?

Cuando lideras una institución y no cambias nada, en ocho años ya estás harto. Pero si eres capaz de transformarla y renovarla, es otra cosa. Es lo que nos ha ocurrido al frente de la Unió de Federacions.

¿Qué han cambiado?

Cuando llegamos aquí, la entidad solo se dedicaba a la gestión de instalaciones. Nosotros hemos comprado universidades, hemos hecho crecer una aseguradora propia y la hemos vendido, hemos creado una agencia de viajes y nos hemos convertido también en el primer grupo de Cataluña con más concesiones municipales. La facturación ha escalado de 8 a más de 40 millones de euros. Todo lo hemos hecho para ayudar a las entidades asociadas, invirtiendo en servicios jurídicos, fiscales, laborales, contables, de imagen, prensa, protocolo, subvenciones, medallas y financiación. Damos ayudas de 5 millones a fondo perdido cada año.

¿Cuánto de su presupuesto es público?

No llega al 2%, recibimos unos 800.000 euros. Todo son recursos propios gestionados de forma exigente y transparente.

Si no dependes de la administración económicamente, eres más libre.

Ocurre como en los matrimonios antiguos. Las mujeres dependían económicamente de los hombres y quedaban subyugadas. Por mucho que ganes derechos, si no existe la independencia económica, no eres libre. Nuestro reto este mandato es que las federaciones recuperen la dignidad que hoy han perdido por la falta de inversión pública.

¿Le ha decepcionado la administración?

Sí, he visto cómo actúan por revancha y clientelismo. Es una pena, porque al final la democracia es libertad de pensamiento y de acción. Los políticos deberían recordar que el dinero que gestionan no es suyo, es nuestro, de los cotizantes, y deberían estar sujetos al interés general. Desgraciadamente, no es así.

Explíquese.

En 2021, la subvención de la UFEC pasó de 1 millón de euros a 400.000. El recorte coincide con la llegada de Pere Aragonès a la Generalitat y de Anna Caula a la secretaría general de deportes. Qué casualidad. Nosotros fuimos críticos con ellos y exigíamos más financiación, mejor gestión y soluciones a distintos problemas. Alzamos la voz y nos recortaron. Nos llamaron un 28 de diciembre, pensé que era una broma pesada. Como no estábamos alineados con ellos, nos quitaron 600.000 euros.

El deporte recibe el 0,17% del gasto público, pero genera el 3% del PIB catalán.

Es un dato flagrante. Hace 25 años recibíamos el 0,5%, pero hemos ido cuesta abajo y sin frenos. Hay otras partidas, como cultura, que ha pasado del 1% al 2%. Somos un sector maltratado.

Cifran en 1.000 millones de euros el perjuicio.

Hace 25 años recibíamos 160 millones, una cifra que en 2015 se redujo a 60. Pese a superar la crisis, nunca hemos vuelto a rebasar los 100 millones. Solo actualizando el IPC, deberíamos recibir ahora 220 millones anuales. El total acumulado supera los 1.000 millones.

Gerard Esteva, en una entrevista con 'Crónica Global' Òscar Gil Coy Barcelona

¿Ocurre lo mismo en el resto de España?

¡No! Ese es el problema. Las federaciones españolas que recortaron, hoy han duplicado sus presupuestos previos a la crisis. En el resto de comunidades tienen el doble, aquí la mitad. En política lo importante es el presupuesto, no las palabras bonitas.

Se comparan con el gasto en cultura. ¿Qué hacen ellos bien y vosotros mal para reclamar más dinero?

Estamos muy contentos de que la cultura tenga presupuestos, pero hay un agravio comparativo. Aquí el problema es que el sector del deporte no se ha quejado, mientras que la cultura está más profesionalizada. El deporte a menudo se gestiona de forma voluntaria, por lo que sus exigencias no son tan duras. Por ello somos nosotros los que tenemos que dar la cara por los clubes.

¿Los presupuestos que se negocian en la Generalitat supondrán una mejora?

Hay un antecedente esperanzador: la creación de una conselleria propia para el deporte, lo cual le da una intencionalidad política al sector que hasta ahora no tenía. Además, el conseller Berni Álvarez quiere más presupuesto y así nos lo ha manifestado. Ahora queda convencer al resto del Govern y explicar el perjuicio que representa esta infrafinanciación.

¿Cómo se trasluce esa falta de inversión?

Significa que hay niños que no pueden hacer deporte. El 40% de los menores del Área Metropolitana de Barcelona está en riesgo de exclusión social. No pueden comer tres veces al día y, evidentemente, tampoco podrán hacer deporte. El deporte puede dar respuestas a esta emergencia. Cuando se deja de invertir en deporte, se deja de invertir en la sociedad. No es lo mismo un niño adicto a una pantalla que un niño corriendo.

También integra.

Uno de los principales retos del país es la inmigración. El único instrumento real de integración es el deporte. La escuela ya se ha demostrado ineficaz. Cuando tú lanzas un balón a un campo, da igual la religión, la cultura, el dinero... Los niños juegan juntos.

Los clubes catalanes son instituciones muy enraizadas a Cataluña. ¿Hoy están en peligro?

Desde las Olimpiadas, más del 80% de los clubes de Barcelona han desaparecido. En 1992 había más de 900 y hoy quedan apenas 250. No están en peligro, se están muriendo. No hay inversión, no hay instalaciones y no hay profesionales. Y tienen todas las mismas obligaciones legales que cualquier empresa, pero sin ningún beneficio.

¿Esto podría cambiar con la nueva ley catalana del deporte?

Nos hemos puesto de acuerdo con todo el sector para que la nueva ley proteja, en primer lugar, a los clubes, y que cuando haya concesiones municipales se puedan presentar y protegerse frente a las ofertas de los fondos de inversión.

JP Morgan, por ejemplo.

La gestora Forus, que controla el banco más grande de Estados Unidos, se presenta a estos concursos a precios ridículos. Se quedan con clubes y los fuerzan a desaparecer al echarlos de sus instalaciones. Corrompen el sistema para apropiarse de él. Garantizan una parte de la facturación y generan un pequeño margen que mantiene su dinero en movimiento, que es lo que quieren. Acaba de ocurrir, por ejemplo, en Sant Joan Despí con seis instalaciones deportivas. Solo se han presentado fondos que tienen departamentos especializados para conseguir estas concesiones. Si la ley no protege a los clubes, todos morirán.

El deporte aún se percibe como un hobby, no como una actividad profesional.

La administración es miope.

¿Veremos algún día selecciones deportivas catalanas?

No es una utopía, es posible. La ley dice que aquellas federaciones que tengan reconocimiento internacional deben ser ayudadas y promocionadas. Por ejemplo, la federación de fútbol no quiere selección propia, pero hay otras, como la de corfbol, que está reconocida internacionalmente y sí quiere este apoyo. Si el Consejo Superior de Deportes está a favor y se dan los condicionantes necesarios, debería ser posible. Ya lo hemos visto con la selección de pelota vasca.

¿Cuántas selecciones catalanas cumplirían esos condicionantes?

Hay 21 federaciones reconocidas a nivel internacional, pero no son las más conocidas. La situación es compleja, porque sin apoyo económico, el recorrido internacional es muy complicado.

¿Han notado mejoras tras la creación de una conselleria propia para el deporte?

Tenemos muy buena sintonía con el conseller, estamos muy alineados con él y la mejoría la percibiremos cuando haya presupuestos.

¿Gerard Esteva entrará algún día en política?

La política está muy lejos de lo que yo aspiro. Creo en una sociedad civil fuerte, los liderazgos no solo han de estar en política. Y como no tenemos gobiernos fuertes, al menos debemos tener una sociedad civil fuerte. Tenemos que trabajar para tener país, con independencia y un discurso que pueda complementar y ayudar al gobierno.