El juez instructor de la causa del procés, Pablo Llarena, ha ordenado la detención de la exconsejera de Educación de Cataluña, Clara Ponsatí, por plantarle. Señala que la independentista “ha desatendido de forma voluntaria e injustificada la citación judicial” por la que se le llamaba a declarar y se pide su arresto en territorio nacional.
La finalidad es la de “tomarle declaración indagatoria” y se deja claro que la orden “puede dejarse sin efecto si la procesada, una vez que conozca esta decisión por su notificación a las partes, comparece de forma voluntaria y personal ante el instructor”. Es decir, si sigue el mismo camino de su excompañera en el Govern, Mertixell Serret (ERC), y de la exdiputada de la CUP Anna Gabriel. Ambas también huyeron de la justicia a principios de 2018, tras la declaración de independencia ficticia en Cataluña, pero regresaron a España y, de forma voluntaria, declararon en el Tribunal Supremo. Las dos están en libertad y, de hecho, la causa contra la republicana se ha saldado con una simple multa e inhabilitación.
Ponsatí ‘chuleó’ al Supremo
La actual eurodiputada de Junts per Catalunya (JxCat) tenía que comparecer ante el juez Llarena el 24 de abril de 2022. Días antes aseguró que no tenía la más mínima intención de desplazarse hasta Madrid y declaró que tenía “otras cosas que hacer” que atender a la citación judicial que le había llegado.
Poco antes había regresado a España por primera vez desde que huyó junto a Carles Puigdemont y otros compañeros del Govern que organizaron el referéndum del 1 de octubre y aprobaron una declaración de independencia simbólica. Protagonizó una polémica detención por parte de los Mossos d’Esquadra (su abogado le estaba esperando dentro del coche patrulla y los medios de comunicación estaban presentes) y fue puesta en libertad tras una primera declaración ante la justicia.
La defensa de Ponsatí solicitó una demanda de amparo ante el Parlamento Europeo para paralizar la cita con Llarena. La Eurocámara la rechazó y la Fiscalía avaló la capacidad del Supremo para ordenar su detención siendo eurodiputada. Cuestión que el magistrado atiende al emitir la orden de detención.
Justificación de la defensa de Ponsatí
Fue el paso previo a la orden nacional de detención que ha sido emitida este miércoles. El magistrado señala que la exconsejera “no ha justificado con una causa legítima” su incomparecencia. Más allá de los aspavientos de Ponsatí, su defensa intentó justificar su plantón al juez al asegurar que debía acudir a dos comisiones de la Cámara comunitaria, una de ellas como miembro suplente. Señaló que era “incompatible” cumplir con sus obligaciones políticas y judiciales.
El auto de Llarena les responde con la ley procesal. Señala que la citación era “para la mañana del 24 de abril” y las sesiones de la Eurocámara estaban programadas por la tarde de esa jornada. Además, destaca que ni siquiera se solicitó comparecer ante el juez mediante videoconferencia.
No se solicitó un cambio de fecha de la declaración
“La defensa tuvo un amplio margen para advertir a este instructor de las dificultades de la investigada para atender sus responsabilidades políticas y solicitar el reajuste en la citación que considerara preciso”, añade. “Se eludió esta previsión y se optó por presentar un escrito exculpatorio que tampoco ha estado seguido de ninguna propuesta de atender el llamamiento judicial con posterioridad al 24 de abril”.
Este plantón se suma a la “rebeldía” que ha mantenido Ponsatí durante los últimos cinco años. Por todo ello, sentencia que “las funciones parlamentarias no son sino la excusa frente a una nueva desatención de sus obligaciones procesales”.
Los bolos mediáticos de Ponsatí
Las declaraciones jocosas de Ponsatí ante medios afines a la causa independentista tampoco le han ayudado. El juez instructor las incluye en la orden de detención, en la que recuerda que la independentista “se jactó de no tener ninguna intención de atender la citación judicial”.
“Así resulta también que la encausada (que está personada en el procedimiento y es sabedora de que la instrucción de la causa se encuentra paralizada por su falta de declaración indagatoria), no sólo abandonara nuestro país inmediatamente después de su posible intervención en los hechos, sino que se opuso personalmente a que el Reino Unido la entregara a las autoridades judiciales españolas para responder por la responsabilidad que se ventila en este proceso”, añade.
Ponsatí ha regresado a Cataluña en varias ocasiones desde su primera detención. Desde su entorno se ha reconocido que ha sido un desafío al Tribunal Supremo y que, hasta ahora, no le han acarreado consecuencias. Desde este martes, si cruza de nuevo la frontera será detenida.
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