El 'Rambo de Montjuïc’ alega que amasó su fortuna en un quiosco

Dos presuntos traficantes de armas, madre e hijo, que regentaban un quiosco en Montjuïc, cerca del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), han asegurado que la fortuna que amasaron procede únicamente del negocio familiar.

El juicio se ha celebrado este martes contra la madre y el hijo --el padre, que también estaba acusado, ya ha fallecido-- en la sección segunda Audiencia de Barcelona.

Los beneficios del pequeño quiosco

Durante su declaración en el juicio los procesados han asegurado que los beneficios que obtuvieron proceden únicamente del “Bar Nuri”, el quiosco que regentaban en Montjuïc, en el que ofrecían comidas y bebidas y que contaba con una decena de mesas.

Según su testimonio, recogido por Efe, los beneficios se disparaban las noches que había macroconciertos de artistas de la talla de los Rolling Stones, Madonna o Tina Turner, en las que podían llegar a facturar hasta 600 euros, lo que ascendía a los 180.000 euros anuales.

Dos negocios paralelos

Sin embargo estas explicaciones no han convencido a la fiscalía, que solicita cinco años de prisión para cada uno de ellos así como un millón de euros de multa. El ministerio público considera que la familia utilizó este negocio para blanquear el dinero procedente del tráfico se armas, delito por el que ya fueron condenados a otros cinco años de cárcel en el pasado.

La acusación pública argumenta que la explotación del quiosco les reportó 856.222 euros en 14 años, lo que supone un beneficio mensual de 4.920 euros. Asegura que, paralelamente, los acusados se enriquecieron con la compraventa de armas hasta amasar una fortuna de 1,4 millones de euros.

70.000 al trimestre

En el juicio ha declarado el inspector de la Policía Nacional que elaboró el informe que apuntaba a un presunto delito de blanqueo de capitales, ya que los ingresos declarados por la actividad del chiringuito y los reales no coincidían. Aún así, no investigaron si detrás del presunto blanqueo había una actividad ilícita. 

La defensa, encabezada por los letrados Cristóbal Martell y Arnau Xumetra, ha aportado un informe pericial que acredita que el “Bar Nuri” facturaba hasta 70.000 euros netos cada tres meses, según los tickets de caja del 2012.

"Todo ahorro"

Sin embargo, una inspectora de la Agencia Tributaria ha aclarado que, aunque los ingresos “no son desorbitados” para un local de hostelería, para amasar una fortuna así no podrían haber tenido ningún gasto en 15 años. “Todo ahorro”, ha concluido.