Campaña de plan contra acoso escolar, como el que sufrió un niño de Esplugues / EP

Campaña de plan contra acoso escolar, como el que sufrió un niño de Esplugues / EP

Vida

Preocupación por un niño de Esplugues: "intentó suicidarse por 'bullying' y ahora teme a la DGAIA"

Según la entidad No al Acoso Escolar, es práctica común que los centros educativos "culpabilicen a las familias del estado psicológico de los menores que sufren bullying"

6 marzo, 2023 00:00

Un menor de Esplugues de Llobregat, víctima de acoso escolar, se encuentra en serio riesgo por miedo a que la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia (DGAIA) lo separe de su madre, a la que la entidad responsabiliza del estado psicológico del chaval. Ella no solo lo niega, sino que ha pedido ayuda para el chico.

Según su madre, Cristina, a los 9 años el muchacho tuvo un intento de suicidio tras no soportar el acoso escolar que sufría en el colegio donde, asegura, “conocían la situación de angustia del menor”. Tanto es así, explica la mujer, que la propia directora le llegó a decir un día “que el niño había querido tirarse desde el segundo piso”.

Acoso escolar

Según explica a Crónica Global, hace cuatro años pidió a los servicios sociales que ayudasen a su hijo, pero ahora siente que está pagando cara esta petición: “Yo solo quería que recibiese ayuda psicológica, porque lo veía mal; nunca he pedido dinero ni nada parecido, solo que lo ayudasen psicológicamente”. Pero, si nadie lo evita, le van a quitar al chico.

“Mi hijo ya sufría bullying en 3º de primaria, pero no lo sabíamos”, relata a cara descubierta. Después, al corroborar que esto era así, Cristina insistió en cambiarlo de escuela, pero le decían que no había plazas, así que en 4º permaneció en el mismo centro, donde la pesadilla continuó.

Actuación del centro educativo

Según la asociación No al Acoso Escolar (NACE), “el centro educativo puso en marcha, presuntamente, una estrategia bastante común en casos en los que la familia denuncia bullying y el menor no puede asistir regularmente a clase: convocar la comisión de absentismo y movilizar a los servicios sociales para culpabilizar a la propia familia, en este caso a la madre, haciéndola responsable del estado psicológico de su hijo y cuestionando su competencia parental”. Según la presidenta de la entidad, Carmen Cabestany, "es muy común que cuando una familia pide reiteradamente ayuda para su hijo, por un hecho grave, como que haya habido un intento de suicidio, los centros tengan miedo de que puedan pedirles responsabilidades y se apresuran a hacer una derivación a los servicios sociales". Esto quiere decir que "les piden que intervengan por un presunto desamparo del menor, culpabilizando a la familia del problema emocional, en lugar de asumir que hay un acoso escolar".

El resultado de todo esto, explica Cabestany, es que "el miércoles 1 de febrero la DGAIA notificó telefónicamente a la mujer que el chico le sería retirado el día 3". "Al saberlo, el menor entró en pánico y la madre contactó con nuestra organización porque teme por su vida”, explican desde la organización. "Nos pusimos en contacto con Patrícia Gomà, secretaria general de Educación del Gobierno de la Generalitat, y el día 2 con los Equipos de Atención a la Infancia y Adolescencia (EAIA)", pero la referente del caso nunca devolvió la llamada. Después, tras hacerse público el caso en varios medios de comunicación “la DGAIA anunció a la familia, siempre telefónicamente, que el menor les sería retirado el martes 7 de marzo a las nueve”.

Fobia a la escuela

Explica la madre a este medio que el estado de ánimo del niño mejoró notablemente durante dos años después de conseguir un cambio a otro centro, también de Esplugues. “Mientras estuvo allí, todo fue muy bien e incluso mejoró en los estudios”, pero el curso pasado, al incorporarse a un instituto para hacer 1º de secundaria, volvió el bullying. Su hijo empezó a sufrir serios trastornos emocionales durante el primer curso de la ESO y durante este curso, 2022-2023, --2º ESO-- vuelve a sufrir bullying y fobia escolar, por lo que, durante un tiempo, tiene que dejar de ir. Después de Navidad, reemprendió sus estudios, hasta hoy. 

NACE insiste en que "la cosa se agrava cuando hay absentismo, porque los niños, literalmente, no pueden ir a la escuela". La asociación explica que en estos casos, "si se les fuerza a ir se sienten fatal y su estado emocional empeora y pueden acabar tomando decisiones irreparables". En este sentido, se preguntan desde la entidad "¿cuál es el derecho prevalente, el derecho a la vida o el derecho a la escolaridad?". Es verdad, reconocen, "los padres tienen el deber de escolarizar a sus hijos, pero su principal deber es proteger su vida", sentencia Cabestany. 

"Una práctica cruel de los centros"

Desde No al Acoso Escolar insisten en que "esta es una práctica cruel por parte de las escuelas, que frecuentemente acaba o con problemas de seguimiento por parte de los servicios sociales y de agobio a las familias, o, por desgracia, en suicidios o intentos de suicidio". A su parecer, "las escuelas intentan enmascarar que el riesgo está en su escuela, aduciendo que hay maltrato, violencia intrafamiliar, desamparo, etc". Después, los servicios sociales actúan, suponiendo que el centro hace la derivación de buena fé. "Servicios sociales no prevé que pueda haber prevaricación por parte del centro, y actúa", lamenta la presidenta de NACE. 

Según la entidad, los servicios sociales deberían exigir a los centros escolares que cuando les hagan una derivación por escrito, conste si ha habido algún tipo de solicitud de intervención por un presunto acoso escolar. "Así verían la relación frecuente que hay entre el acoso escolar y las peticiones de intervención por parte de los centros". 

Asustado

“Mi hijo está asustado de que alguien se lo pueda llevar”, lamenta Cristina a este medio. "Este domingo lo llevé a jugar al fútbol y al acabar, me dijo: 'Mamá, por mi culpa nos han metido un gol'”. El niño, cuenta su madre, vive obsesionado con que alguien se lo lleve. "No puede concentrarse en nada y se sintió culpable de que les marcasen gol", lamenta la mujer.

Según explica la madre del niño, los servicios sociales mandan a protección del menor por riesgo en la familia, pero “yo no dejo solo al niño, no lo abandono, no le falta nada y lo único que he hecho es pedir ayuda para él porque no estaba bien”. Según la mujer, está preocupada de que se lo lleven e intente hacer otra vez lo que hizo hace cuatro años". Si persisten en la retirada del menor, aseguran desde NACE, "convocaremos una concentración para visibilizar estas prácticas irregulares y abusivas, que causan a todas luces indefensión a la familia".