Siete consejos para separarte con cabeza
La ruptura de Shakira y Piqué ha puesto de manifiesto las dificultades de muchas parejas para dejar al margen a los hijos
24 enero, 2023 00:00Poner fin a una relación afectiva nunca es fácil. Pero si además se tienen hijos, la ecuación puede parecer imposible de resolver sin daños colaterales, como así ha puesto de manifiesto la separación nada amistosa de Shakira y Gerard Piqué. Por ello, con el fin de sobrellevar este proceso de forma razonable, Delia Rodríguez, abogada socia fundadora del despacho de abogados de familia Vestalia, ofrece unos prácticos consejos para que el mal ambiente no eche raíces y salpique a los hijos.
1. Un traje a medida para regular la nueva realidad familiar
Cada familia es distinta y, por eso, apunta Rodríguez, es esencial regular aquellos extremos que regirán el nuevo contexto familiar. Así, siempre que el entendimiento sea posible, esta abogada recomienda acudir a la vía amistosa para abordar estos aspectos, “ya que permite regular la nueva realidad familiar como si de un traje a medida se tratase”.
2. El foco: el bienestar de los menores
Pese a los conflictos y rencores entre la pareja, la socia de Vestalia recalca la importancia de no perder el foco de lo que realmente importa: el bienestar de los menores. “Es aconsejable dejar a un lado las opiniones y pensamientos negativos sobre el otro progenitor y acordar las medidas que beneficien en mayor medida a los niños, tratando de escuchar sus opiniones en caso de que tengan edad para ello”, sostiene la letrada.
3. Los hijos, al margen del conflicto
Si bien, como hemos dicho, es necesario contar con su opinión, insiste Delia Rodríguez, conviene no hacerles partícipes de los conflictos que puedan surgir entre los padres ni ponerles en la tesitura de tener que tomar decisiones que no les corresponden obligándoles a posicionarse. “La decisión de separase es cosa de los padres y, pese a la compleja situación que atraviesan, es muy importante que este trance tenga el menor impacto posible sobre los hijos en común”, añade.
4. Actitud colaboradora y comunicativa
Una vez finalizada la relación afectiva, la perfecta armonía entre progenitores parece a menudo una misión imposible; los sentimientos están a flor de piel y cualquier desencuentro se puede convertir en motivo de guerra. No obstante, a pesar de su separación, el tener hijos en común elimina la posibilidad de llevar vidas totalmente separadas. En ese sentido, explica la abogada de familia, “la estabilidad y el bienestar de sus hijos solo estará garantizado en la medida en que sean capaces de relacionarse de forma sana y cordial entre ellos, informándose de todo lo relativo a la crianza cotidiana de los hijos en común”.
5. Cuidar las formas y el respeto mutuo entre los progenitores
Otro de los básicos para separarse sin que ello conlleve un trauma para los hijos es que los padres sean capaces de tratarse con respeto y cordialidad, sin desacreditarse mutuamente. “En caso de no hacerlo, los progenitores estarán abocando a sus hijos a un conflicto de lealtades, distorsionando negativamente la imagen que tienen de sus progenitores, un caldo de cultivo que dificultará su aceptación sana de la separación de sus padres”.
6. Apoyo psicológico
Todos conocemos la teoría, si bien es cierto que, aplicarlo cuando la separación está siendo conflictiva, con grandes emociones difíciles de gestionar jugando un papel protagonista, es complicado. Por ello, es muy recomendable, continúa Rodríguez, “contar con la ayuda de un psicólogo especializado que permita a las partes afrontar este trance con la mayor estabilidad y serenidad posible”.
7. Contar con un asesoramiento legal especializado
Los procedimientos de familia no son sencillos, no solo porque las circunstancias cambian en cada caso, sino porque conllevan una gran carga emocional. Por este motivo, la fundadora de Vestalia cree fundamental contar con un buen asesoramiento legal desde el inicio de la separación, “algo que evitará tomar decisiones erróneas que puedan tener consecuencias de difícil solución”.
También, delegar las negociaciones en un tercero objetivo y especializado en materia de familia que vele por los intereses de cada una de las partes reduce la tensión que pueda existir, apartando las emociones que pueden impedir llegar a una solución adecuada a la nueva realidad familiar.
En definitiva, “aunque no se haya sobrevivido al matrimonio, en nuestros manos está gestionar con éxito el divorcio”, considera Rodríguez. La clave siempre estará en mantener el foco en lo que verdaderamente importa, los hijos que se han tenido en común, superando este trance como la apertura de un nuevo capítulo en la vida familiar.