Imagen de la zona de ocio de la calle Tuset de Barcelona / EP

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Vida

Arranca la campaña para bajar los decibelios en la calle de Bling Bling y Sutton

La medida llega una semana después de que el Ayuntamiento de Barcelona anunciara la instalación de sonómetros

19 diciembre, 2022 11:27

El próximo fin de semana 16 locales de la famosa calle Tuset de Barcelona, que alberga las famosas discotecas Bling Bling y Sutton, entre otras, comenzarán una campaña de sensibilización para que los clientes respeten el descanso de los vecinos.

La campaña Disfruta del ocio. Velamos por el descanso de los vecino. Convive la noche llega después de que el Ayuntamiento de Barcelona anunciara que instalará sonómetros en esta calle de Barcelona para controlar el ruido en la franja nocturna.  

"¿A quién se imputará el ruido?"

Fernando Martínez, secretario de la federación de locales de ocio nocturno (Fecalon) ha confirmado que los responsables de la campaña informarán al consistorio en una reunión el 22 de diciembre en el distrito de Sant Gervasi. Contará con el apoyo del gremio de discotecas y ya han informado a los vecinos de la zona de la misma.

Martínez critica la instalación de sonómetros por parte del Ayuntamiento de Barcelona en la vía pública. Considera que no contribuirá a solucionar el problema y se pregunta “a quién se imputará el ruido de la calle si los locales cumplen la normativa de insonorización, si el establecimiento tiene doble puerta y si cumple la ley”.

El ocio, sobrepasado

Asegura que, tras la pandemia, las zonas de ocio están “sobreocupadas” debido al deseo de los ciudadanos de disfrutar, pero también “a que no se ha pensado qué modelo de ocio nocturno queremos en Barcelona”. "Cuando se diseñan los barrios se piensa en dónde se pondrán las guarderías, las tiendas, las farmacias, pero no los locales de ocio", ha continuado Martínez en declaraciones a Efe, quien ha reiterado que "el problema es que Barcelona no tiene claro qué modelo quiere".

En este sentido ha recordado que Barcelona ha perdido 200 establecimientos en tres décadas, que albergaban a unas 100.000 personas. Señala que se debe buscar “una salida al ruido”, pero la solución, según él, “no llegará a golpe de decreto”.