Una persona pasea a sus perros por la montaña, donde un hombre envenenó a dos y se libra de la cárcel / EUROPA PRESS

Una persona pasea a sus perros por la montaña, donde un hombre envenenó a dos y se libra de la cárcel / EUROPA PRESS

Vida

Un hombre se libra de la cárcel pese a envenenar a dos perros, uno de ellos ya fallecido

El cazador ha sido condenado con una simple multa de 720 euros y una indemnización de 4.500 euros a la dueña de los animales

12 diciembre, 2022 12:29

Un hombre se ha librado de dos años y medio de cárcel pese a envenenar a dos perros, uno de ellos ya fallecido. El juzgado penal numero dos de Tortosa (Tarragona) ha acordado suspender la ejecución de la pena con la condición de que no vuelva a delinquir en un plazo de dos años. 

Según avanza el Diari de Tarragona, ha sido condenado con una simple multa de 720 euros por un delito contra la fauna en un espacio protegido y como responsable de delito de maltrato animal

Una indemnización de 4.500 euros

También se le inhabilita para la profesión u oficio relacionado con la caza durante un plazo de dos años y, además, tendrá que indemnizar a la propietaria de los canes con 4.500 euros. Esa cantidad corresponde a 2.500 euros por daños morales, 500 por los costes veterinarios, 1.000 por el animal muerto y 500 por los gastos del que sobrevivió. 

Pero esa cifra no compensa los daños causados. Ocurrió el 29 de julio de 2020, cuando una mujer paseaba con sus dos perras, Gala y Lia, por el espacio protegido de la Serra de Cardó-Boix, en el término municipal de Tortosa. Los animales, que iban sueltos, se metieron en la finca del condenado e ingirieron una sustancia venenosa, resultando gravemente intoxicados. Más tarde, uno de los perros falleció agónicamente, pese a ser tratado por los veterinarios. 

Perro ingresado en la consulta del veterinario / Markus Winkler en UNSPLASH

Perro ingresado en la consulta del veterinario / Markus Winkler en UNSPLASH

Tal como explica ese medio local, el procesado es un hombre de 73 años y sin antecedentes penales que colocaba de manera reiterada una sustancia altamente tóxica para aves y mamíferos, llamada Aldicarb. Su comercialización está prohibida en la Unión Europea desde 2007, pero aun así el acusado la utilizó en una zona accesible y totalmente expuesta no sólo a los animales, sino a las personas en general.