¿Puede el barrio del Besòs de Barcelona acoger un albergue permanente de menores extranjeros no acompañados (menas)?¿Tiene infraestructuras suficientes la zona y la estructura social para integrar a los chavales? La Generalitat de Cataluña cree que sí, y se ha fijado en unos terrenos al final de la avenida Diagonal para alojar a los niños y adolescentes que están pasando por en el centro de primera acogida de Collserola. Parte de los vecinos lo rechaza de plano, mientras que la asociación de vecinos (AAVV) llama a la calma y pide una "reflexión serena" para tomar la decisión.
En conversación con este medio, un portavoz del Departamento catalán de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias ha recordado que "el Govern ya informó de que el dispositivo de atención inmediata de Collserola es temporal, y que los menores que están identificados y acogidos en aquel centro deben pasar a un equipamiento residencial permanente con sede en Barcelona". Ello es así porque la villa de Collserola "no proporciona los servicios que los menores necesitan", lo que se traduce en una acogida de baja calidad. La misma fuente ha agregado que "no se ha tomado ninguna decisión" sobre la ubicación, pero no ha desmentido que el terreno junto al antiguo recinto del Fòrum de les Cultures, que linda con el barrio del Besòs y el final de la avenida Diagonal, sea el elegido. En cualquier caso, la decisión no estó tomada y las negociaciones continúan.
Rechazo vecinal
Las conversaciones, discretas, han provocado ya una corriente de rechazo vecinal. Minoritaria, sí, pero muy ruidosa. Una líder vecinal de la zona lo ha explicado a este medio. "No es concebible que construyan un albergue para menas junto al Besòs. No lo es porque el barrio siempre acaba acogiendo lo que Barcelona rechaza: desde la narcosala [por Centre de Atención y Seguimiento Fòrum de la calle Llull] hasta el tráfico y consumo de droga que echaron del Raval. El barrio no está preparado para ello y nadie ha pensado que los vecinos están levantados en armas", ha indicado, en referencia a las manifestaciones en la Rambla Prim que piden un barrio digno.
Zona junto al Fòrum donde se levantaría el albergue residencial de menas / Google Maps
Algunos residentes han ido incluso más allá. Ya han empezado a merodear por el entorno del solar de la avenida Eduard Maristany donde la Dirección General de Infancia y Adolescencia (DGAIA) quiere colocar módulos residenciales para los menas que actualmente viven en el centro de primera acogida de Collserola. Sacan fotos y preguntan a los vigilantes. Otros han propuesto "acampar" en la pastilla vacía para impedirlo. Ha alimentado la alarma el hecho de que algunos camiones pesados estén descargando en la zona del Parc del Fòrum para montar los escenarios de los conciertos de las Fiestas de la Mercè. Atento a estos movimientos, el Ayuntamiento de Barcelona está mediando con la DGAIA. Se están produciendo reuniones en las que se evalúa la idoneidad del lugar.
"Desde la serenidad: el Besòs no puede"
Uno de los que está participando en las mesas de diálogo para hallar un terreno en el que montar los módulos en los que dormirán los niños y adolescentes es Francisco Abad. El presidente de la asociación de vecinos (AAVV) del Besòs alerta en conversación con este medio de los "brotes xenófobos" que ha tenido que desactivar el barrio al calor de las manifestaciones para pedir más presencia policial y más inversiones del Pla de Barris. "Mira, si ya hemos lidiado con la gente de Vox que ha venido por aquí, ¿qué pasará si abren la residencia de menas? Se disparará el racismo y la xenofobia", alerta. Por ello, Abad se muestra "contrario, desde la serenidad", a la construcción del albergue de menores. "En el barrio ya lidiamos con muchos problemas con escasos recursos. El Besós no puede acoger a estos menores", ha valorado. Ha argumentado el activista vecinal que la zona está en "plena regeneración", con la apertura del campus de la UPC; la construcción del hotel Hard Rock Barcelona; el renacimiento del vecino Port Fòrum y la comercialización del lujoso bloque residencial Antares Barcelona al final de la avenida Diagonal. Cree que la revalorización del barrio podría verse perjudicada si se abre un dispositivo de acogida.
Los argumentos del líder vecinal son rocosos, pero no solucionan el problema. La Generalitat de Cataluña busca sitio para un emplazamiento residencial para los menores no acompañados que participan en el circuito de acogida y no lo encuentra. Previo a ello cabe recordar que la DGAIA tuvo que enviar al Parque Natural de Collserola a los 600 chavales que acaban de llegar a la autonomía tras episodios graves de xenofobia en Castelldefels; El Masnou --con intento de asalto al albergue incluido--; Calella; Canet de Mar; Rubí o Paseo de la Zona Franca de Barcelona. La otra cara de este rechazo por parte de grupos de vecinos está en la precariedad del sistema de acogida de menores en Cataluña. Un grupo de ellos, los alojados en el City Park de Sant Just Desvern, se amotinaron en agosto en demanda de ratios más elevadas de trabajadores sociales y contra las coacciones a las que, según ellos, los sometía la directora del centro. La DGAIA y Eduvic, una de las fundaciones que participa en el sistema de acogida, fulminaron a la directiva tras el episodio.