Acorralado. El Ministerio de Hacienda ha machacado al rey del sexo de Barcelona, desarbolando parte de su imperio con una multa de más de un millón de euros y poniendo la lupa sobre el conglomerado del placer. Jaime Veiga Chaos, dueño del club Bacarrá y otros cuatro strip clubs en la Ciudad Condal, está contra las cuerdas por la presión de la Agencia Tributaria (AEAT), hasta el punto que ha declarado suspensión de pagos de su principal lupanar, tal y como avanzó el miércoles este medio.
Veiga Chaos, en efecto, ha aprobado el concurso voluntario de Iniciativas Movilex, la histórica sociedad que explota el club Bacarrá de la calle Bori i Fontestà, cerca del Turó Parc, una de las zonas más exclusivas de la capital catalana. Lo que nadie se explicaba es cómo el local erótico ha podido caer en la insolvencia cuando tiene una cartera de 70 strippers y "funciona a toda máquina", según las fuentes consultadas.
Hacienda, sobre su pista
La respuesta a esa pregunta es clara. Bacarrá no ha contestado a las peticiones informativas de este medio, pero fuentes conocedoras de la situación, sí. "Le han levantado una multa de más de un millón de euros por, supuestamente, mover dinero en negro. La Agencia Tributaria calculó la facturación esperada del local, la cotejó con las cuentas de la sociedad explotadora, Movilex, y concluyó que algo no cuadraba. En ese punto llegó la inspección y el procedimiento, que ha acabado en sanción", han explicado.
Una de las 'strippers' de Bacarrá, el templo del sexo de Barcelona / CG
Siempre según la versión de estas fuentes --por la imposibilidad de cotejar la información con Veiga, que no ha respondido a Crónica Global--, el concurso voluntario de la explotadora de Bacarrá "sería una añagaza para esquivar el olfato de Hacienda y seguir en operación". Fuentes del sector mercantil han explicado que "si operas una empresa y no tienes caja suficiente para afrontar la sanción, esta es una práctica habitual".
No es su primer encontronazo
Otras voces del sector del ocio nocturno han enfatizado que no es la primera vez que Hacienda toca la cara a Jaime Veiga Chaos, el discreto rey del sexo de Barcelona. "Ya afrontó otra sanción hace unos años, cuando vendió un local cercano. La Agencia Tributaria detectó la transacción y un impago. Esta obligación, al no poder adscribirla a ninguna mercantil del empresario gallego, acabó recayendo sobre un vehículo de alta gama, que fue intervenido y nunca volvió", han narrado.
Darling, otro de los 'strip clubs' de Jaime Veiga, que trata de zafarse de la presión de Hacienda / CG
Cabe recordar que los automóviles juegan un papel fundamental en la operativa de Bacarrá. Vecinos de Turó Parc llevan años denunciando que el strip club no solo ofrece espectáculos de fiesta y bailes sensuales, algo que se ajusta a su licencia, sino que externaliza servicios sexuales completos. No obstante, ello nunca ha podido ser demostrado, ya que conllevaría un delito de proxenetismo. El porqué, se desconoce. Lo que sí se trasciende es que denuncian fuentes cercanas la "torpeza" de Veiga. "Otros clubes lo facturan todo en su club y lo ingresan en la misma cuenta. El cliente ve a una stripper que le interesa, paga X con la tarjeta de crédito y esa cuantía va a la cuenta de la sociedad explotadora. ¿Hacienda les persigue? Claro. Pero el dinero ha sido declarado. Si los sanciona, es por declarar incorrectamente, no por delito fiscal", aclaran. Esta irregularidad es la que, precisamente, Veiga afrontaría por utilizar sociedades intermedias para facturar.
Un pequeño imperio
Cualquiera las versiones de las fuentes consultadas --Bacarrá, como se ha dicho, no ha querido aportar su versión-- no son óbice para lo factual. Jaime Veiga Chaos, exoperador de discotecas en el Maremágnum, ha creado un pequeño imperio a su alrededor, no siempre centrado en el sexo, sea éste solo de espectáculo o de pago. Está vinculado al conocido club, además del New Bacarrá y Nexus, situados en la calle Loreto. Es en esta calle donde se localizarían las habitaciones en las que se consumarían los coitos a cambio de dinero, según denuncian fuentes consultadas.
También forma parte del imperio Veiga el club de striptease o burdel, según las versiones, Darling de la calle Casanovas de Barcelona, amén de la pulpería Lampazas, situada en la avenida Paral·lel de la Ciudad Condal. Veiga es oriundo de la pedanía de Lampazas en Samos (Lugo), lo que explica el nombre. Fue declarado Hijo Predilecto [ver aquí] del pueblo que gobierna Julio Gallego Moure (PSOE) en 2006. Ha mantenido dicho título, pese a que Veiga fue inhabilitado durante tres años en 2009 por vetar la entrada a personas de etnia gitana en sus locales y a lo polémico de sus negocios. ¿El último capítulo? El martes por la noche, cuando efectivos de Extranjería del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) peinaron discretamente el Bacarrá.