Complejo conocido como Cubics, construido por Prosavi en Santa Coloma de Gramenet / EFE

Complejo conocido como Cubics, construido por Prosavi en Santa Coloma de Gramenet / EFE

Confidente VIP

Hacienda hunde en la quiebra a la promotora Prosavi

La empresa estuvo envuelta en el escándalo Pretoria, que supuso la condena de Macià Alavedra y Lluís Prenafeta

5 febrero, 2019 00:00

El Juzgado Mercantil número 2 de Málaga ha decretado el concurso necesario de Prosavi Promociones y Explotaciones Inmobiliarias, a instancias de la Agencia Tributaria. El expediente es bastante viejo, pues la petición de quiebra necesaria se remonta a 2016, pero el Juzgado Mercantil no la ha admitido a trámite hasta hace pocas fechas.

Ahora, el administrador concursal designado, Pedro Martín Molina, tendrá que tomar posesión de la empresa y confeccionar el balance definitivo. Según las últimas cuentas disponibles, el activo asciende a 134 millones de euros y las deudas, a 130 millones. De esta última suma, 125 millones corresponden a entidades financieras. Otros 2 millones arrancan de unos débitos a Hacienda que se remontan al menos a 2016 y son el origen de este concurso.

Fundadores

Prosavi aparece censada en Marbella, en concrecto en La Medina de Banús. El Boletín Oficial del Registro Mercantil no ha publicado todavía el traslado desde su anterior domicilio, que radicaba en Santa Coloma de Gramenet.

La historia de Prosavi tiene miga. En sus inicios fue impulsada por Joaquín Viñas RieraRomán Sanahuja Escofet, este último hijo del conocido promotor Román Sanahuja Pons, cuyo imperio del ladrillo protagonizó una sonada suspensión de pagos en 2010, con deudas de 1.800 millones.

Corriendo el tiempo, Prosavi pasó a manos de Enrique Viñas Pich, hijo de Joaquín Viñas Riera.

Empresarios y constructores

Prosavi actuó de promotora del conjunto urbano de Santa Coloma de Gramenet conocido como Cubics, provisto de viviendas y un hotel. Los predios pertenecían a tres compañías, Proinosa, Construcciones Riera y Excover.

En 2003 el trío vendió los terrenos a una instrumental holandesa propiedad de Eugenio Mora, exdueño de Burberry. Dos años después, Mora enajenó el proyecto constructivo a Prosavi.

La actuación de Cubics y otras promociones compone lo que dio en llamarse el escándalo Pretoria. Sus vicisitudes se mantuvieron nueve años en los tribunales de justicia.

Condenas

El pasado verano se escribió el último capítulo. La Audiencia Nacional condenó al exdiputado del PSC Luis Andrés García, alias Luigi, a 7 años y 1 mes de cárcel, más una multa de 14 millones, por tráfico de influencias continuado, en concurso con prevaricación, cohecho continuado y falsedad documental. A Bartomeu Muñoz, exalcalde de Santa Coloma de Gramenet, le cayeron 5 años y 8 meses, además de 3,4 millones de multa.

El caso supuso también la condena de Macià Alavedra, ex consejero de Economía, y de Lluís Prenafeta, exsecretario de Presidencia. Al primero se le sentenció a un año y 11 meses por tráfico de influencias y blanqueo, más 3,2 millones de multa. Al segundo, también un año y 11 meses, más 5,2 millones.

Quiebras

Curiosamente, todas las constructoras que en un momento u otro participaron en el complejo Cubics han acabado como el rosario de la aurora. Proinosa, impulsada por Josep Singla Barceló, luego rebautizada como Altiare, concluyó en concurso de acreedores y liquidada.

Construcciones Riera, de Francesc Fernández Joval, también sucumbió en una suspensión de pagos acaecida en 2012, y se disolvió.

Excover fue engullida por el grupo andorrano Heracles y acabó sus días en insolvencia y liquidada.

La última que se mantenía en pie es Prosavi, pero ahora entra en quiebra necesaria. El escándalo Pretoria ha surtido unos efectos funestos para todos los que intervinieron en su gestación.