Eloi Badia, concejal de Presidencia del Ayuntamiento de Barcelona, trata de reactivar el proyecto de funeraria municipal de Barcelona pese a haber fracasado en tres ocasiones. El edil ha pactado con la CUP reanimar el proyecto de operador funerario municipal y someterlo a la aprobación en el pleno de febrero pese a que esta iniciativa fue retirada del pleno municipal hasta tres veces por falta de apoyo durante este mandato.
Según ha explicado el edil hoy viernes, el proyecto será posible por la venta de la participación del 15% del Ayuntamiento de Barcelona en Serveis Funeraris de Barcelona (Sfb), el operador semipúblico en el que comparte accionariado con Mémora. Asimismo, la iniciativa saldría a la luz con la futura construcción de tres tanatorios públicos con un total de entre 20 y 26 salas de vela en Sants, Sant Andreu y Montjuïc y cuya construcción empezaría en 2020 y se completaría en 2022. Por último, el equipo de gobierno se abre --como pide la CUP-- a rescatar la concesión de las tres instalaciones de vela que tiene concesionadas el Ayuntamiento a Mémora: la de Collserola, la de les Corts --ambas con el fin de la concesión en 2048-- y la de Sant Gervasi, cuya cesión demanial vence en 2054. Ello, sostiene Badia, engrosaría el número de salas de vela del operador público.
Un 15% que "urge vender"...
El concejal de Presidencia ha justificado todo ello con "nuevos argumentos". Según él, el Ejecutivo local de los comunes ha "realizado un estudio con Barcelona de Serveis Municipals (B:SM) que indica que nuestro 15% en Sfb se está devaluando, por lo que es un activo que urge vender". A ello se le suma, siempre según Badia, que "la empresa nunca repartió dividendos, lo que significa que el Ayuntamiento está estancado con una porción pequeña sin incidencia ni decisión en la empresa y que, además, se devalúa financieramente". Ha continuado el electo avanzando que "han estudiado adquirir el tanatorio de Collserola, pero el precio que pedía Mémora estaba muy por encima de nuestra tasación, por lo que no es una opción viable". Por último y según él, un tercer informe municipal indica que de los operadores funerarios mayoritarios en Barcelona, Áltima (por debajo de 5.000 euros) y Mémora (sobre los 6.000 euros), ofrecen sepelios "por encima del precio que consideramos digno", que se fijaría en unos 3.000 euros.
Tanatorio de Collserola, que el Ayuntamiento de Barcelona quiere expropiar en 2048 / Sfb
Agrega Badia otro elemento de defensa de su viejo proyecto, y es que el Ejecutivo local "aumentaría de seis a un máximo de 26 salas de vela, para empezar" repartidas en tres tanatorios de nuevo cuño en Sants, Sant Andreu y Montjuïc, siendo este último el primero en elevarse. Con estos mimbres, el concejal de Barcelona en Comú (BComú) ha dado a entender que, esta vez, los comunes tienen 19 de los 21 votos necesarios para aprobar el proyecto (BComú, ERC, la CUP y los concejales no adscritos Gerard Ardanuy y Juanjo Puigcorbé). También ha dejado entrever Badia que no cuenta con el apoyo del PP, Ciudadanos y el Grupo Demócrata. "Me dirijo especialmente al PSC, pues el proyecto nace con Jaume Collboni al frente de B:SM", ha presionado el edil.
...y tres fracasos y una tragedia sin resolver
El nuevo intento de Eloi Badia de revivir uno de sus proyectos estrella de la legislatura, que pergeñó junto a Jordi Valmaña, director general de Cementiris de Barcelona (Cbsa) y su mano derecha --el edil preside la empresa municipal--, saltándose al entonces director general de B:SM, Ignasi Armengol, llega un año después de que la iniciativa muriera por falta de apoyo de la oposición. BComú lo consiguió aprobar inicialmente en comisión municipal el 14 de diciembre de 2016 con los síes de los comunes, PSC, ERC y la CUP y la abstención de Grupo Demócrata, Ciudadanos y el PP. No obstante, la tramitación descarriló cuando debía pasar el corte en un pleno municipal en mayo de 2017; en noviembre del mismo año y en abril de 2018. En esta última ocasión, Badia había cerrado un pacto con ERC, pero los republicanos se descolgaron ante la lentitud del Ejecutivo local, que se había saltado los plazos establecidos para poner en marcha el proyecto, comprometiéndolo. Está por ver, pues, qué apoyo concitará esta vez el juguete del electo.
También está por ver cómo gestionará Eloi Badia a la vez la creación y aprobación de esta política municipal con la reparación de un desastre como el hundimiento de un bloque de 144 nichos en el cementerio de Montjuïc en septiembre de 2017. Casi 17 meses después, Cementiris de Barcelona no ha conseguido aún identificar a todos los restos cadavéricos de los 358 cuerpos que resultaron afectados por el derrumbe. Y es precisamente este camposanto el elegido por Cementiris para elevar el supuesto primer tanatorio público que gestionaría la funeraria municipal. La tragedia de Montjuïc ha terminado con Badia y Valmaña denunciados por cinco delitos, incluyendo la profanación de tumbas y malversación. El caso, desestimado en primera instancia, ha recalado en la Audiencia Provincial de Barcelona. Con ese expediente sin cerrar y con 60 famiiares afectados por la catástrofe de Montjuïc sin resarcir, el edil plantea ahora capitanear --por tercera vez-- la creación de una funeraria pública.