Eloi Badia
El concejal de Presidencia, Agua y Energía de Barcelona, Eloi Badia, trata de tapar el desastre del hundimiento de 144 nichos en el cementerio de Montjuïc con una solución particular: silencio a cambio de restitución. Ello podría tener un ángulo de lógica desde el interés municipal salvo por el hecho de que las familias han expresado su "descontento" con el Ayuntamiento de Barcelona por la gestión de la crisis. No parece que forzarlas al silencio sea la mejor opción.
Y por otra salvedad: que el cierre de la tragedia de Montjuïc podría esconder otro objetivo, el del equipo de gobierno de Ada Colau de zanjar el bochornoso episodio en el camposanto público a toda costa para reactivar el proyecto de funeraria municipal. Una iniciativa que, por otro lado, ha quedado varada por falta de apoyos. No es de recibo rescatarla a costa del silencio de un grupo de familiares que sufrieron un auténtico calvario.