"Precariedad y sobrecarga de trabajo". Estos serán, salvo sopresa, los motivo por los que los médicos y el personal sanitario de los ambulatorios catalanes vayan a la huelga después de las oposiciones del Instituto Catalán de Sanidad (ICS) del próximo 25 de noviembre. La iniciativa se sostiene, en efecto, en la percepción del personal de que los Centros de Atención Primaria (CAP) de la autonomía están desbordados y adolecen de falta de personal.
Según ha podido saber Crónica Global, la protesta aúna dos iniciativas paralelas que, en principio, nada tenían que ver entre sí. Por un lado, el inicio de una recogida de firmas por parte del sindicato Metges de Catalunya (MC) para reclamar mejoras en la atención pediátrica en atención primaria, que arrancó el pasado 10 de octubre [ver aquí]. Por el otro, el malestar creciente del personal sanitario en la zona del área metropolitana norte de Barcelona, que ya protagonizó un conato de rebelión en febrero de este año por la sobrecarga de trabajo. Ambas acciones, sin nada que ver entre sí, han cristalizado en la idea-paraguas de ir a paros para protestar contra la falta de personal, aumento de la carga de trabajo y la precariedad laboral en los ambulatorios de la región.
Argimon trata de frenar la huelga
Mientras el personal sanitario ya ultima los paros, el Instituto Catalán de Sanidad, el mayor proveedor público asistencial de Cataluña, está tratando de frenar la protesta sotto voce. Fuentes cercanas a la negociación han indicado que el organismo público adscrito a la Consejería catalana de Salud se sentará a negociar con las plantillas el próximo jueves, 18 de octubre. No le queda mucho tiempo al ente dirigido por el doctor Josep Maria Argimon, pues los sanitarios y facultativos ya están llamando a consultas a los suyos para cerciorarse del nivel de apoyo que tendría una protesta a nivel autonómico.
Josep Maria Argimon (c), director gerente del ICS, en una comparecencia pública anterior / RTVE
En efecto, voces cercanas a la movilización han indicado que cada Servicio de Atención Primaria (SAP) ya eligió la pasada semana los representantes que negociarán las demandas. Lo que es más, ya habría un documento esbozado con las principales peticiones de médicos y --recalcan las voces consultadas-- "el resto de personal que trabaja en los ambulatorios". Dicha carta de intenciones se presentará en los cuatro colegios de médicos catalanes y, después, se entregará al ICS. Si el ente adscrito a la Consejería que dirige Laura Pelay --la consellera Alba Vergés está de baja maternal-- juega al despiste, no lo acepta o marea a las plantillas, la convocatoria de paros se oficializará.
"Contratan a médicos por 1.000 euros al mes"
Fuentes sanitarias han recalcado la dificultad de organizar una huelga en los ambulatorios catalanes. "Cuando paras en un CAP, no es como en una escuela, que al día siguiente vienen los alumnos y ya. En atención primaria se reprograman las visitas de los pacientes, esto es, la carga de trabajo se concentra en los días posteriores a la movilización", han explicado. Ello no es óbice para que la protesta salga adelante. Las plantillas de los centros están "quemadas y hartas", según informan las fuentes consultadas. "Ha aumentado la carga de trabajo y ha bajado el número de profesionales. Paradójicamente, las oposiciones del ICS nos han dejado en cueros, pues mucho personal ha dejado sus puestos temporalmente para preparárselas", han agregado.
Estos obstáculos, no obstante, no frenarán una corriente de descontento que viene con mucha fuerza. "Salud está contratando a médicos de familia por 1.000 euros al mes para que hagan 25 horas a la semana. La precariedad es intolerable y se añade a los problemas ya descritos. Ello provoca que los facultativos se marchen a Valencia o Aragón, donde las condiciones son mucho mejores", han remachado.