Un turista de Estados Unidos (EEUU) resultó herido grave la madrugada del martes durante un intento de robo en Barcelona. El visitante extranjero acabó con una arteria seccionada tras ser atacado por un grupo de seis hombres armados con al menos una botella rota en la playa de la Barceloneta.
Según la información a la que ha podido acceder este medio, la agresión ocurrió sobre las 5:00 horas de la madrugada en el arenal barcelonés. Seis de los jóvenes cacos que cazan a turistas en la zona del antiguo barrio marítimo de Barcelona bajaron a la arena al percatarse de que el hombre, S.M., se encontraba sólo. Acto seguido se abalanzaron sobre el visitante, que se defendió a empujones. Al ver como su intento de sustraer objetos personales al turista se frustraba, uno de los ladrones cortó al joven con una botella rota, desgarrándole una arteria.
Una portavoz municipal ha confirmado que a la Guardia Urbana le "constan" los hechos, pero ha avisado de que el caso se trasladará a los Mossos d'Esquadra si la víctima presenta denuncia.
"Sangraba a borbotones"
Cualquiera que sea el proceso legal del caso, la agresión al turista fue de una brutalidad inesperada. Voces cercanas al incidente han indicado que S.M. fue auxiliado cerca del lugar de la paliza por dos operarios del servicio de limpieza municipal nocturna. El veraneante atacado sangraba profusamente por la muñeca y se encontraba aturdido por el corte que le propinó el presunto ladrón antes de huir a la carrera con sus compinches.
Vecinos de la zona alertaron a la Guardia Urbana, que desplazó efectivos al lugar en el que S. estaba siendo atendido. Los agentes avisaron a una ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas (SEM), que se personó en el lugar de la agresión. El visitante estadounidense fue trasladado al Parc de Salut Mar de Barcelona, ya que los sanitarios detectaron que la víctima presentaba una arteria seccionada por el botellazo.
Sindicatos: "época criminal en Barcelona"
Preguntado por los hechos, Eugenio Zambrano, secretario de administración local autonómica de CSIF en Cataluña, ha recordado que "la criminalidad está repuntando en Barcelona, trasladando la ciudad a una época oscura que parece los años 80". Según el también efectivo de la Guardia Urbana, la ciudad "está sufriendo unos índices de delincuencia muy altos y la alcaldesa, Ada Colau, no puede trasladar las culpas a la Generalitat de Cataluña o al Gobierno, que tendrán otras responsabilidades y culpas en seguridad ciudadana. Pero Colau esconde que los ayuntamientos, según las leyes vigentes, también tienen competencias en seguridad pública. La munícipe levanta cortinas de humo apuntado a otras administraciones".
Bajo el punto de vista de Zambrano, "no se puede culpar a los presidentes Pedro Sánchez o Quim Torra. La responsabilidad primera es de Ada Colau, pues ella es concejal de Seguridad, un puesto del que debería haber dimitido tiempo atrás". Según el representante de la parte social, hay "repuntes de incivismo, violencia, hurtos y agresiones sexuales". ¿De quién es culpa todo ello? "Del modelo de seguridad pública del Ayuntamiento de Barcelona. Ha apostado por la tolerancia total en el espacio común. Ha retirado la confianza a la Guardia Urbana y mantiene el cuerpo con insuficientes recursos humanos y materiales. Ello crea un efecto llamada en la criminalidad en sus varias facetas", ha valorado. "En la ciudad no rige la ley ni las normativas", ha remachado.
Tercer turista atacado en una semana
Sea cual fuere el análisis de la parte social, S.M. es el tercer turista atacado o involucrado en agresiones nocturnas en Barcelona en menos de una semana. El martes trascendió un vídeo en el que un joven era apaleado ante el número 20 de la calle Banys Nous del Barrio Gótico de la Ciudad Condal por tres ladrones. Los cacos huyeron a la carrera con algunas pertenencias del joven, que les gritó "¡Devolved lo robado, hijos de puta!", mientras se tambaleaba. Al día siguiente, trascendió otra pelea entre turistas y vecinos en el cruce de las calles Ferran y Enseñanza. En la reyerta se utilizaron piedras y estacas de madera, además de patadas y puñetazos.
La agresión que levantó más polvareda, no obstante, fue la que sufrió el turista estadounidense José Bravo el 1 de agosto. El visitante fue atacado en grupo por manteros y apaleado con un cinturón en la plaza de Cataluña de Barcelona. La víctima fue atendida por el SEM con cortes y contusiones y trasladado al Hospital Clínic Barcelona. Aseguró que los vendedores ambulantes "le arrancaron matas del cabello e intentaron pincharle las venas". Denunció los hechos y los Mossos d'Esquadra detuvieron a uno de los presuntos agresores días después.