Podría parecer una capital de un país en vías de desarrollo, pero es Barcelona. Los niños de la cola han vuelto a la Ciudad Condal. Lo han hecho en el Parque de Carles I del barrio de la Vila Olímpica de la capital catalana, sin que Generalitat ni ayuntamiento hagan nada para remediarlo, según los vecinos de la zona.
'Niños de la cola' en la zona del parque Carles I de la Vila Olímpica de Barcelona / CG
"Son unos diez. Duermen en el parque y se drogan para pasar el hambre. Por el aspecto, parecen magrebíes. Hemos avisado a la Guardia Urbana y a la Dirección General de Atención a la Infancia y Adolescencia (Dgaia), pero no nos hacen caso. Parece que todo el mundo los desatiende. Ya no sabemos qué hacer". Quien habla es Maria Cervera. Es una vecina de la Vila Olímpica, concretamente del edificio de viviendas de la calle Moscou que toca al paseo Ramon Trias Fargas. La zona es un hervidero de turistas, durante el día, y de fiesteros, de noche. Ello conlleva problemas de convivencia y la presencia de estos menores, que pasan desapercibidos entre la riada de visitantes con cámaras durante la jornada y ebrios, cuando cae el sol.
"Se pasan la pelota"
Cervera afea que el Gobierno catalán de Quim Torra y el ejecutivo local de Ada Colau "se pasen la pelota" tanto con los menores migrantes como con el brote de incivismo que vive la zona. "Algunos de ellos tienen aspecto de tener diez años", lamenta la residente. En efecto y para apuntalar su argumento, aporta los avisos enviados a la Dgaia, que depende directamente de la Consejería de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias, que comanda Chakir El Homrani (ERC). "Es un formulario y no nos hacen ni caso", ha lamentado la residente.
'Niños de la cola' de temprana edad en la zona de la Vila Olímpica / CG
También se sienten "abandonados" desde Ingrid Estilista. La peluquería y boutique de estética se centra más en la "degradación" del barrio. "Es sobre todo por la noche. Es entonces cuando hay botellón, vómitos, orín y robos. Se concentra en la boca del metro y en los supermercados 24 horas que están abiertos para vender alcohol", subrayan desde el negocio.
¿Qué solución creen que necesitaría esta conflictiva confluencia? "Un poco más de policía. A veces llamas a la Guardia Urbana y ni aparecen. Ahora parece que sí que están más sensibilizados tras el lío de la Barceloneta. Aunque quizá sería necesaria más presencia policial", admiten.
Incivismo
En efecto, los niños de la cola de la Vila Olímpica no son el único problema a abordar en la zona. "Los jueves, viernes y sábados son insoportables. Tenemos botellón en la zona, riadas de fiesteros que bajan al Puerto Olímpico de farra. Orinan aquí, hemos encontrado heces y bolsos, pues los cacos les roban cuando vuelven borrachos de parranda", explica Cervera.
Despedida de soltero en la zona de la calle Moscou y paseo Ramon Trias Fargas de Barcelona, en la Vila Olímpica / CG
Hay más. Si las vueltas de los vecinos y turistas que se van de farra a la marina deportiva de Barcelona son conflictivas, también lo son las idas. "Están las despedidas de soltero. Es un asunto para hablar por sí solo", lamenta Cervera. "Sí, a veces salen semidesnudos del metro en dirección a las discotecas del Puerto Olímpico. Claro, aquí vive gente y es molesto", lamentan desde Ingrid Estética. "Avisamos a la Guardia Urbana y a los Mossos d'Esquadra y no hacen nada", ha remachado la vecina que ha denunciado la espiral de inseguridad e incivismo.
"Se ha intervenido este verano"
Preguntado por la cuestión, una portavoz municipal ha indicado que "sí que consta un repunte de incivismo en la zona". Por ello, "ha habido algunas intervenciones importantes en este ámbito este verano". En este sentido, la fuente oficial ha recordado la operación policial en el frente marítimo de la Barceloneta que acabó con 38 detenidos del pasado 12 de agosto.
Un 'niño de la cola' orina en la zona de la Vila Olímpica de Barcelona / CG
De los arrestados, la Guardia Urbana puso bajo custodia a 23 personas por presuntos delitos de hurto, diez personas por robo con violencia, cuatro personas por delitos contra la salud pública, una persona detenida por un requerimiento judicial y diez denunciados por hurto leve.
Problema para Ada Colau
Sea cual fuere la versión municipal, lo cierto es que la inseguridad y el incivismo han amargado el verano al gobierno municipal de Barcelona en Comú (BComú). La oposición municipal reprobó a la alcaldesa de la Ciudad Condal a principios de agosto ante la degradación del destino, sobre todo en Ciutat Vella. Pidieron su dimisión como concejal de Seguridad tras la agresión de un grupo de manteros a un turista. Asimismo, conminaron a nombrar a un experto con experiencia que concitara el consenso de los grupos municipales.
Turistas durmiento ebrios en la zona de calle Moscou-Ramon Trias Fargas de Barcelona / CG
Asimismo, PDeCAT, Ciudadanos, PSC, ERC, PP y el concejal no adscrito, Gerard Ardanuy, exigieron la reactivación del plan de choque contra los narcopisos en el Raval y el despliegue de las medidas aprobadas en el pleno municipal y las comisiones contra el top manta. Ello fue antes de que la crisis por el incivismo y la inseguridad amenazara con romper las costuras de Ciutat Vella, extendiéndose a las fronteras del distrito. Puntos calientes de este conflicto son ahora la Barceloneta --donde ha habido ya tres manifestaciones--, la plaza Castilla y la propia zona de Moscou-Ramon Trias Fargas, que se siente "abandonada" por administraciones y asociaciones de vecinos.