La boda de dos Españas y vida sentimental de Iglesias
El nacionalismo dogmático excomulga a Xavier Cima, que se hace constitucionalista y se casa con Arrimadas. Pablo: de Tania a Irene pasando por Dina. Etiopía, lo más "in".
30 julio, 2016 18:03
Boda en Jerez. Se casan dos Españas bajo un sol de justicia. Inés Arrimadas y Xavier Cima, de la misma Jerez ella, de Vic, él, contraen matrimonio por lo civil. Suena The power of love, la canción de Frankie Goes to Hollywood. En este caso, Xavier goes to Jerez. Inés es el verbo inflamado de Ciudadanos contra el proceso. Cima era de Convergència. No pocos excompañeros nacionalistas le han hecho el vacío por emparentarse con una unionista.
"En un estado de derecho, los límites los marcan los jueces, siempre. Los políticos hacen leyes, los jueces las hacen cumplir", tuiteó el exdiputado y expresidente de Convergència en el Ripollés el pasado miércoles, cuando el pleno del cortocircuito. La crónica de Silvia Taulés en El Español no tiene desperdicio: "Ese viraje le está costando críticas de los sectores más radicales. Incluso le han recriminado que escribiera tuits en castellano. "¿Cómo es que tuiteas en castellano ahora?", le escribieron a principios de julio por haber publicado un tuit criticando la gestión de la crisis aérea que sufrió Vueling a principios de verano. Y durante la sesión parlamentaria del miércoles también recibió. Incluso un veterano periodista catalán bromeaba sobre su relación con Arrimadas usando una fotografía en la que ella aparecía poco agraciada (cosa rara, créannos) gritando al presidente, Carles Puigdemont. "Ya sé que es una cuestión estrictamente personal, pero si Xavier Cima no ha acabado su viaje político, hoy recibirá"".
Bromas privadas, como lo de Pablo Iglesias y su azotar a Mariló Montero hasta que sangre. Al nacionalismo y a la izquierda se les toleran esa clase de chistes, no así a la derechona. Imaginen que Pablo Casado le hubiera mandado un whatsapp a Andrea Levy en plan "a Ana Pastor (la periodista) le daría lo suyo para que se callase". Se liaba más parda que con las conversaciones de Fernández Díaz y De Alfonso. Son muchos años de totalitarismo progre.
El periodismo político cada vez se parece más a un combinado de prensa deportiva y del corazón, una superposición de géneros en la que la previa de la previa de una hipotética final de investidura se solapa con el divorcio de Carme Chacón y la vida sentimental de Pablo Iglesias. Se dice en Ok diario que Podemos presionó a varios medios (entre ellos La Vanguardia) para ocultar una relación desvelada por Vanitatis entre el líder podemita y Dina Bousselham, exalumna de 25 años que era la asistente del antedicho en el parlamento europeo. Tania Sánchez y Pablo acababan de romper en Facebook. En la actualidad, se relaciona a Iglesias con Irene Montero, portavoz en el Congreso de Podemos y su propia jefe de gabinete. En Voz Populi sacaron a la luz la mariscada de ambos dos y otros dieciséis comensales tras un mitin en Palma de Mallorca. La cosa salió por 2.880 euracos, a 160 por persona. Entre los selectos gastrónomos se encontraban Ada Colau, Mónica Oltra, Iñigo Errejón y Xavier Doménech, que en el restaurante más caro de la isla se hincharon a sorber ostras y almejas, pelar gambas y despiezar langostas y bogavantes. Lo típico en esos casos. De percebes no pidieron porque, obviamente, no eran de milla cero.
El último rastro de la pareja Iglesias/Montero (Irene, no Mariló) está en la sección Gritos de Vozpopuli y data del 15 de julio. Se les ha visto juntos saliendo y entrando de un mismo inmueble. Ahí hay tema. Descarao. Si Pablo Iglesias levantara la cabeza...
Las vacaciones más exóticas del año son las de Carme Forcadell, que ha dicho en el "Boletín Oficial del Parlamento de Cataluña" que se las pira del 3 al 12 de agosto y deja al cargo a Lluís Corominas hasta esa fecha "o, eventualmente, hasta mi regreso".
Téngase en cuenta cómo están los aeropuertos. Etiopía fue en 2015 el mejor destino turístico mundial según la "European Council on Tourism and Trade", un sitio "in" mega "in". En cambio, el ministerio de Exteriores no tiene tan claras las bondades del lugar, la República Federal Democrática de Etiopía, un nombre claramente inspirador para la presidenta de la cámara insurrecta. Entre medias, el Tribunal Constitucional decidirá si Forcadell tiene futuro político o más bien penal. A lo visto, doña Carme se altera lo justo. Jardiel Poncela escribiría Espérame en Etiopía, vida mía.
"En un estado de derecho, los límites los marcan los jueces, siempre. Los políticos hacen leyes, los jueces las hacen cumplir", tuiteó el exdiputado y expresidente de Convergència en el Ripollés el pasado miércoles, cuando el pleno del cortocircuito. La crónica de Silvia Taulés en El Español no tiene desperdicio: "Ese viraje le está costando críticas de los sectores más radicales. Incluso le han recriminado que escribiera tuits en castellano. "¿Cómo es que tuiteas en castellano ahora?", le escribieron a principios de julio por haber publicado un tuit criticando la gestión de la crisis aérea que sufrió Vueling a principios de verano. Y durante la sesión parlamentaria del miércoles también recibió. Incluso un veterano periodista catalán bromeaba sobre su relación con Arrimadas usando una fotografía en la que ella aparecía poco agraciada (cosa rara, créannos) gritando al presidente, Carles Puigdemont. "Ya sé que es una cuestión estrictamente personal, pero si Xavier Cima no ha acabado su viaje político, hoy recibirá"".
Bromas privadas, como lo de Pablo Iglesias y su azotar a Mariló Montero hasta que sangre. Al nacionalismo y a la izquierda se les toleran esa clase de chistes, no así a la derechona. Imaginen que Pablo Casado le hubiera mandado un whatsapp a Andrea Levy en plan "a Ana Pastor (la periodista) le daría lo suyo para que se callase". Se liaba más parda que con las conversaciones de Fernández Díaz y De Alfonso. Son muchos años de totalitarismo progre.
El periodismo político cada vez se parece más a un combinado de prensa deportiva y del corazón, una superposición de géneros en la que la previa de la previa de una hipotética final de investidura se solapa con el divorcio de Carme Chacón y la vida sentimental de Pablo Iglesias. Se dice en Ok diario que Podemos presionó a varios medios (entre ellos La Vanguardia) para ocultar una relación desvelada por Vanitatis entre el líder podemita y Dina Bousselham, exalumna de 25 años que era la asistente del antedicho en el parlamento europeo. Tania Sánchez y Pablo acababan de romper en Facebook. En la actualidad, se relaciona a Iglesias con Irene Montero, portavoz en el Congreso de Podemos y su propia jefe de gabinete. En Voz Populi sacaron a la luz la mariscada de ambos dos y otros dieciséis comensales tras un mitin en Palma de Mallorca. La cosa salió por 2.880 euracos, a 160 por persona. Entre los selectos gastrónomos se encontraban Ada Colau, Mónica Oltra, Iñigo Errejón y Xavier Doménech, que en el restaurante más caro de la isla se hincharon a sorber ostras y almejas, pelar gambas y despiezar langostas y bogavantes. Lo típico en esos casos. De percebes no pidieron porque, obviamente, no eran de milla cero.
El último rastro de la pareja Iglesias/Montero (Irene, no Mariló) está en la sección Gritos de Vozpopuli y data del 15 de julio. Se les ha visto juntos saliendo y entrando de un mismo inmueble. Ahí hay tema. Descarao. Si Pablo Iglesias levantara la cabeza...
Las vacaciones más exóticas del año son las de Carme Forcadell, que ha dicho en el "Boletín Oficial del Parlamento de Cataluña" que se las pira del 3 al 12 de agosto y deja al cargo a Lluís Corominas hasta esa fecha "o, eventualmente, hasta mi regreso".
Téngase en cuenta cómo están los aeropuertos. Etiopía fue en 2015 el mejor destino turístico mundial según la "European Council on Tourism and Trade", un sitio "in" mega "in". En cambio, el ministerio de Exteriores no tiene tan claras las bondades del lugar, la República Federal Democrática de Etiopía, un nombre claramente inspirador para la presidenta de la cámara insurrecta. Entre medias, el Tribunal Constitucional decidirá si Forcadell tiene futuro político o más bien penal. A lo visto, doña Carme se altera lo justo. Jardiel Poncela escribiría Espérame en Etiopía, vida mía.