Vida

Cautivo y desarmado el ejército borbónico, ha estallado la V

Los periódicos catalanes vibran con el mensaje del general Mas: aún estáis a tiempo de rendiros, españolazos. Se estrecha el cerco y la moral no desfallece. Espiritismo de calidad en La Vanguardia.

11 septiembre, 2014 10:49

No está del todo claro si tal día como hoy de hace trescientos años Barcelona cayó derrotada por las tropas de Felipe V o la guerra continúa. De la lectura de los diarios editados en la capital catalana se podría deducir que aquello fue una escaramuza, que continúa la batalla, que no se ha disparado aún la última bala, sea de cañón, mortero o escopeta, y que estamos rodeados. En el fragor de las primeras escaramuzas del día, La Vanguardia llama a la resistencia final. Este partido lo vamos a ganar, apuntan sus columnistas de referencia, los francotiradores de la actualidad, quienes alumbran el avance incontenible de los catalanes de antes, de ahora y de siempre. La arenga de Mas-Casanova, anoche en TV3 ha erizado los corazones de los buenos patriotas. Visca Catalunya!

Los diarios vienen forrados de publicidad catalanista. Ahí están, el regimiento de los fuets, mostrados en V, las lonchas de pavo convertidas en cuatro barras, las aguas de San Narciso en formación de a once. Está también la página de la Diputación, media de La Pobla de Mafumet, otra de la cerveza más antigua de Barcelona, una página del PP (en Cataluña PPC, faltaría más), que se suma al homenaje cuatribarrado "por una Diada de todos", media de los socialistas, que dicen "socialistes.cat" y el punto es un corazón (que maco), un faldoncillo (rácanos) de Convergència, media de una empresa de consultoría, media del Ayuntamiento de Sant Boi y otra media de la ANC (que no podía faltar). Se echa en falta a los supermercados y los concesionarios, que seguramente se congratulen mañana del gran éxito de la Diada.

Hemos ganado la guerra. ¿Quienes? Los de aquí, los nuestros, ¿quién va a ser? El Plan V consiste en que hoy goleamos sin bajar del autobús, el 19 Mas, nuestro invicto general, nos llamará a las urnas. La cita será el 9 de noviembre (y ahí se nota la perspicacia de nuestros oficiales, que lo tienen todo previsto, del 11 del 9 al 9 del 11, genial, de quitarse la barretina). Como hoy, también ganaremos. Dos veces "sí" hemos de votar. ¿Y después? Después el clima cambiará, la temperataura se estabilizará entre los 18 y los 24 grados, sin humedad, claro. Y nos sobrará el dinero hasta el punto de que lo regalaremos por la calle a los pobres, que dejarán de serlo. Aumentará nuestra esperanza de vida y quienes quieran trabajar podrán hacerlo sin problemas, así como los que no quieran pegar un palo al agua lo tendrán todo pagado. El mundo entero admirará a Cataluña y las calles y plazas se llamarán "Molt Honorable Pujol" y "Francesc Pujols tenía razón".

Día soleado, como corresponde. "La hora grande", que bramaba anoche nuestro líder, lleno de heridas, cubierto de despojos e higadillos de enemigos españoles, pero con la determinación puesta en no ceder ni un palmo. ¡Antes muerto que sencillo! La verdad es que somos la polla. ¿Somos? Bueno, tú ya sabes...

Como nos descubran se nos va caer el pelo por botiflers. Disimula, nen. En el diario del conde de Godó, si la portada es un "clam" -"Mas dice a Rajoy que aún está "a tiempo de escuchar"-, la contraportada provoca escalofríos. Entrevistan a Mateu Hereu. Who? Mateu, el barbero. Una pieza antológica del periodismo de trinchera. Víctor-M. Amela ha dejado la primera línea de combate para conectarse con los espíritus, con el espíritu de la resistencia. ¿Espiritismo? No. Es ardor guerrero, patriotismo, imaginación, lo que explica la diferencia entre un periodista y un verdadero periodista catalán. Aquí va el estremecedor "scoop":

-¿Qué recuerda del 11 de septiembre de 1714?

-Tras 414 días de duro asedio, con bombas contra todas las casas, los barceloneses no pudimos contener más a las tropas borbónicas, que rompieron la muralla... y tomaron Barcelona.

-¿Quién defendía Barcelona?

-Todos los hombres, por turnos: ¡La Coronela! Y las mujeres también ayudaban. Murió mucha gente. Esperamos la ayuda de los ingleses, ¡pero se portaron como cerdos!

-¿Qué tal se encuentra hoy, Mateu?

-Estamos en 1730, han pasado ya 16 años de la debacle... Estoy viejo, retirado, pero aún con la cabeza clara! No sé cuánto duraré...

-¿Tiene familia?

-Fallecida mi esposa, Anna Maria Vilalta, me queda el consuelo de mi hijo, Mateu Hereu Vilalta, que hoy cuida de mí.

-¿A qué se dedica su hijo?

-Es cirujano barbero, como yo tantos años... También fue corsario, en 1713: el 20% era para nuestro rey. Atacaba sólo a los barcos de nuestros enemigos, franceses y castellanos, borbónicos... ¡Maldito Felipe V!

Tras recorrer las líneas del pasado, nos vamos al presente rabioso. De Víctor a 'Victus', la gran obra histórica de referencia, esa gran aportación al conocimiento, esa epopeya de los catalanes que ya por fin, hoy, ganarán la Guerra de Sucesión, la de secesión, la de los mundos. Te has quedado en nada Orson. Si vieras las que montamos por aquí. El día que Víctor-M., nuestro ninja de los fantasmas, te haga una entrevista pregúntale tú a él. 'Victus'. Ah, 'Victus'. De rodillas para hablar de la obra cumbre del caballero Sánchez Piñol, a quien le tientan con la dirección de La Vanguardia porque ven en Carol más epicureísmo que épica. El gran intelectual ha dicho que tal vez, que cuando acabe el rodaje de la película se lo pensará. Mientras, en el periódico le hacen la pelota a modo, no fuera que se lo pispe el Ara.

En "La Mirilla", en la página dos, explican que Jorge Moragas, el señor que le enciende los puros a Rajoy (que ya no fuma, pero necesita traductor) fue el que le recomendó el libro a Rajoy y le prestó su propio ejemplar. Mejor lo cuentan ellos: "A Jorge Moragas, jefe de Gabinete del presidente del Gobierno, se le calentó la boca durante la convención del PP catalán en Badalona y calificó de "manipulador" el libro 'Victus' de Albert Sánchez Piñol, en mitad de la polémica suscitada por la anulación del acto en el que debía presentarse la traducción al holandés en el Instituto Cervantes de Utrecht. Moragas explica que quiso significar que, a su juicio, la historia de la caída de Barcelona no es exactamente como la cuenta Sánchez Piñol, pero al terminar el acto le supo mal haber usado el término que utilizó, al tratarse de una obra de ficción [...]. Es más, a Moragas le interesó la novela, hasta el punto de que le dejó su ejemplar a Mariano Rajoy, que se lo llevó a Galicia para leérselo el verano del año pasado, como dijo públicamente. Por cierto, al presidente debió de gustarle Victus porque aún no se lo ha devuelto...".

Eso es cierto, Rajoy dijo el verano de 2013 que estaba leyendo 'Victus' porque en época estival el Marca es un coñazo y un lío, un lío tremendo de fichajes y partidos de costellada.

Todavía no se ha formado la V al paso alegre de la paz, pero en El Mundo constatan que la ANC ya ha ganado la madre de todas las batallas. Tirando por lo bajo, este 11S habrá por lo menos por lo menos dos millones de mujeres y hombres comprometidos defendiendo Barcelona. Vienen de todas partes a Can Fanga y la población les recibe alborozada. Los libertadores, las coronelas de Vic, de Olot, de Esparraguera y de las Tierras del Ebro están llegando, ya se les oye, es el pueblo catalán en marcha. La gallina de piel que se nos pone.

En estas condiciones, en un día tan grande como hoy, tan cargado de sentido, sentimientos y emociones, la prensa de Madrid no se entera de nada. Se ocupan del fallecimiento del banquero Emilio Botín y la rápida sucesion al frente del Banco de Santander. La vacante ha sido inmediantamente cubierta por Ana Patricia Botín, pero de eso hablaremos luego, si nos da tiempo. Estamos recogiendo apresuradamente nuestros enseres, una valija de urgencia, cuatro duros en el fondo de un cajón y un par de mudas. Nos vamos a donde se hayan ido los botiflers antes de que se cierre el sitio. En la huida no nos olvidamos de Francesc de Carreras, un notorio borbónico, que no es lo mismo que un notario austracista. En "La cuarta página" de El País, De Carreras aún se empeña en razonar. Dice él:

"Vallcorba, que era un pozo de erudición, al describir la situación de Cataluña durante las últimas décadas, solía recordar a sus amigos una frase que él atribuía a Pompeu Gener, un atrabiliario escritor y periodista catalán de fines del siglo XIX y principios del XX: 'Endavant, endavant, sense idea i sense plan'. Esta era, según Vallcorba, la estrategia emprendida por el nacionalismo catalán, acentuada en la última década. ¿Tenía razón el editor? No estoy seguro. Aunque tampoco estoy seguro de lo contrario. [...] Ciertamente, es más meditado que el golpe del 6 de octubre de 1934, aunque esto no resulta difícil. Pero da la sensación de que se han precipitado los acontecimientos, aprovechando una situación económica de debilidad y forzando, con un superactuado dramatismo, que España oprime a Cataluña desde hace 300 años para que coincida con la fecha mágica de 1714. ¿La mayoría de catalanes cree tales barbaridades? Pienso sinceramente que no. Lo que sucede es que nadie, o casi nadie, defiende en público aquella primera vía de catalanismo realista, inteligente y sensata que fue satisfecha con la Constitución y el Estatut, que ha dado 30 años de gran prosperidad y en la que podemos coincidir una gran mayoría de catalanes sin entrar en ninguna agria disputa con el resto de españoles ni entre nosotros mismos".

Igual ya es tarde para todo y para defender nada. Nos arrasan. En la realidad paralela, la falsa según la perspectiva nacionalista, los periódicos recogen la muerte inesperada de Botín. Todos los periodistas que estuvieron en la última cena con periodistas de Botín escriben sobre ello. Miguel Jiménez en El País lo cuenta así: "Botín había invitado a un pequeño grupo de periodistas de los principales periódicos españoles, entre ellos EL PAÍS, a una cena en Milán aprovechando la celebración del Gran Premio de Monza de Fórmula 1 el pasado fin de semana. Llegó de buen humor, con la piel bronceada, vistiendo unos pantalones rojos, una americana azul marino y una camisa blanca sin corbata con el nombre y logo del Santander bordados en rojo. Durante la cena, le preguntaron por la transición en el banco y dejó muy claro que no pensaba jubilarse, que se veía con fuerzas para seguir 10 o 20 años más, según dijo en tono de broma. 'He descubierto que puedo ser presidente sin trabajar', siguió la chanza. 'Tengo un consejero delegado tan bueno y un equipo tan fantástico que podría desaparecer cuatro meses y no se notaría'. Pero era obvio que en realidad no dejaba de trabajar. El domingo volvió a Madrid antes del Gran Premio porque había convocado una reunión para preparar la junta de accionistas de la semana próxima. [...] El encuentro se prolongó tres horas. Botín no rehuyó ninguna pregunta. Bebió algo de vino durante la cena y un pequeño whisky a los postres. Ninguno de los presentes podía imaginar lo que sucedería cuatro días después".

Hasta mañana, si Dios quiere y la autoridad no lo impide.

Daniel, Esperanza, Federico y el beato San Buenaventura de Barcelona.

Onze de Setembre, nada que celebrar.