La ruta de Girona que enamora en Argentina: "Cascadas y naturaleza salvaje"

Prueba de ello es que cada vez son más las rutas de montaña que se ofrecen a los que quieren conocer Cataluña. Lo hacen las agencias de viajes y hasta la prensa extranjera.

Hace unas escasas semanas, en Argentina se hablaba de una de las piscinas naturales más impresionantes de Girona. Propone descrubrirla a través de una ruta que, en sus propias palabras, lleva a “cascadas y naturaleza salvaje”.

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Defienden que es un “recorrido oculto” que “pocos conocen”. En realidad, es así para los turistas, pero los amantes del senderismo hace años que ya tienen esta zona en su radar.

La Garrotxa es ese paraje único con decenas de volcanes dormidos y una naturaleza espectacular. Aquí, sin ir más lejos se aloja uno de los hayedos más extensos de España, la Fageda d'en Jordà.

Dónde es

Esta área, en cambio, parece que todavía no ha llamado tanto la atención como una bucólica poza que enamora a todo aquel que la ve: el Gorg blau, que traducido es "la poza azul".

El diario Clarín lo describe así: "una poza de color turquesa alimentada por una cascada que cae desde la roca". Afirma que invita al baño en verano y que "la combinación de luz, agua y vegetación crea una postal inolvidable".

Una ruta de agua

Es por eso que el diario, presenta una ruta para llegar a este rincón increíble de Girona, convertido en "un refugio de biodiversidad" y un paraíso para fotógrafos de la naturaleza y excursionistas. Su nombre: la Ruta del Agua de Sadernes

El recorrido empieza en la pequeña iglesia de Santa Cecília de Sadernes, en el municipio de Montagut i Oix. Desde allí se accede a un bosque que va a seguir la riera de Sant Aniol. 

Gorg Blau Unió Excursionista de Catalunya

Esta pista forestal, llena de encinas y robles, forma parte del la zona protegida del Espacio Natural de Interés de la Alta Garrotxa. A medida que se avanza, el camino se estrecha y permite olvidar la civilización.

Un puente de medieval

El ruido de los motores dejan paso el rumor del agua que baja por la riera, hilo conductor de toda la ruta. En el paseo es habitual encontrar pequeños saltos, pozas y remansos.

Estos pasos de agua han de cruzarse en más de una ocasión. Uno de esos puntos de cruces es Puente de Valentí, una construcción de piedra de origen medieval que permitía antiguamente salvar el río y que aún hoy se conserva en uso. 

Cómo es la ruta

Este puente da paso a una senda que, poco a poco, se adentra en un valle cada vez más encajonado, con paredes de roca que se elevan a ambos lados. El sendero sigue cruzando la riera por pasarelas o piedras dispuestas como improvisados cruces.

La naturaleza también esconde tesoros arquitectónicos. Fruto de la mano del hombre, luce imponente la ermita de Sant Aniol d’Aguja.

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Este templo románico del siglo XI se levanta en un pequeño rellano rodeado de bosque. A su lado, además, se encuentra un refugio que hace las veces de lugar de acogida para caminantes.

Desde este enclave parte un puente colgante que cruza la riera y conduce hacia un sendero ascendente. La señalización indica el camino hacia el Gorg Blau, una de las pozas más espectaculares de la Garrotxa.

Una poza azul

Su nombre ya da pistas de cómo es. Esta piscina natural destaca por el color intenso de sus aguas, un azul intenso que reposa entre rocas. El lugar se ha convertido en una de las imágenes más reconocibles de la Alta Garrotxa.

Quienes deciden prolongar la excursión pueden continuar hacia el Salt del Brull. Menos frecuentada que la piscina natural, bajo este nombre se halla una hermosa cascada. 

Una poza de Sadernes al Pont de Valentí GUÍA REPSOL

Una cascada imponente

Este salto de agua, menos frecuentado que el Gorg Blau, requiere de un trayecto adicional y de cierta destreza, ya que el camino es más estrecho y pedregoso. 

El recorrido completo hasta el Gorg Blau y el Salt del Brull suma unos 15 kilómetros entre ida y vuelta. El tiempo estimado para completarlo es de unas cuatro o cinco horas. Todo un espectáculo que enamora en Argentina y en cualquier rincón del mundo.

Cómo llegar

Llegar es fácil, pero antes requiere coger el coche hasta Sadernes. Desde Barcelona es un viaje de una hora y 40 minutos.

Se va por la AP-7 hasta la salida de Girona Nord, donde se enlaza con la carretera C-66 en dirección Besalú. Una vez en el pueblo, se continúa por la C-260 hasta Montagut i Oix, donde aparece el desvío a Sadernes.