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Es muy difícil escoger una fortificación que destaque por encima de otra en Cataluña. Hay centenares y cada una tiene su historia. Claro que hay algunas que por las leyendas que ocultan mantienen un encanto especial.

Este es el caso del castillo de Ribelles, una fortaleza ubicado sobre una colina que domina el valle del Llobregós, que es digno de una historia de Juego de Tronos. Ambiciones, barones y otros nobles habitaron y pelearon por hacerse con esa espectacular edificación, declarada Bien Cultural de Interés Nacional.

Dónde está

Se encuentra en el término municipal de Vilanova de l'Aguda (Lleida), en el interior de Cataluña, tal vez por eso una de las fortificaciones más desconocidas del territorio. En cambio, son de los más fascinantes.

A pesar de haber permanecido en gran medida fuera del radar de los turistas, su importancia histórica y estratégica hacen de este castillo un lugar muy especial, junto con su iglesia y cementerio adyacentes. Pero si algo lo hace interesante es su historia, que se remonta a siglos de conquistas, guerras y transformaciones, lo convierte en un lugar de gran valor patrimonial, reconocido como Bien Cultural de Interés Nacional desde 1983.

Un poco de historia

Del castillo de Ribelles hay documentación que se remonta al siglo X, aunque algunos apuntan a un origen islámico en el siglo VIII. Situado en una posición estratégica en lo alto de una colina, las murallas, el foso y la torre del homenaje destacan como símbolos de su importancia defensiva. Estas estructuras, diseñadas para proteger el territorio de invasiones, jugaron un papel crucial durante la expansión de los condes de Urgell en sus campañas de reconquista contra los sarracenos.

Su nombre se debe a que a lo largo de los siglos XI y XII, la fortificación fue propiedad de la influyente familia Ribelles, cuyos miembros participaron activamente en las campañas de Jaume I para la conquista de Valencia y en la política de repoblación de los territorios recuperados. Esta familia mantuvo su dominio sobre la fortaleza y otras propiedades hasta el siglo XV, cuando la baronía pasó a otras familias nobiliarias, como los Puentes y, posteriormente, los marqueses de Tamarit.

A lo largo de los siglos, el castillo de Ribelles experimentó varias transformaciones significativas. Durante los siglos XV y XVI, la fortificación fue objeto de obras de ampliación, adaptándose a las necesidades de la época. No obstante, fue a principios del siglo XIX cuando la familia Bofarull transformó la fortaleza medieval en un palacio de estilo neogótico, añadiendo elementos como las torres redondas, las almenas y un extenso jardín. Esta remodelación marcó el paso definitivo de una fortaleza militar a una residencia señorial.

Sin embargo, el castillo no dejó de estar rodeado de problemas y batallas. Sufrió los estragos del tiempo y, durante la Guerra Civil Española, tanto la fortificación como la iglesia adyacente fueron saqueadas. Desde entonces, la estructura ha estado en ruinas en varias áreas, aunque los esfuerzos de restauración liderados por la familia Llabrés de Bofarull, barones de Ribelles, han permitido preservar parte del conjunto.

Cómo es

Más allá de su historia, el castillo de Ribelles, es impresionante. Abarca una superficie de más de 1.100 metros cuadrados y está formado por varios cuerpos: el castillo viejo, la torre del homenaje, la iglesia románica de Santa María de Ribelles y el llamado castillo nuevo, construido durante las remodelaciones del siglo XIX. Su patio de armas y el foso que rodea la fortificación aún son visibles, ofreciendo una clara muestra de las fases constructivas a lo largo de los siglos.

Uno de los elementos más destacados es la iglesia de Santa María de Ribelles, de origen románico, que data del siglo XI. Esta pequeña iglesia, con una nave y un ábside semicircular decorado con arcos lombardos, está integrada dentro del recinto del castillo y conserva vestigios de pinturas murales que han sido restauradas recientemente.

Leyendas y mitos

Pero si por algo se caracteriza esta fortaleza es por sus leyendas. Según la tradición de las "Baronías de la Fama", se dice que fue uno de los castillos defendidos por los Nueve Barones de la Fama, un grupo de caballeros liderados por Otger Cataló que lucharon contra los sarracenos por la reconquista de Cataluña. Aunque esta historia tiene tintes más legendarios que históricos, añade un aura de misterio al castillo y su entorno. De allí que le llamen el castillo de Juego de Tronos.

Lamentablemente, hoy en día el castillo de Ribelles se encuentra parcialmente en ruinas, pero su historia y su arquitectura siguen siendo un testimonio del pasado medieval y nobiliario de Cataluña. Declarado Bien Cultural de Interés Nacional, continúa siendo un lugar que, aunque desconocido para muchos, guarda un importante legado patrimonial que merece ser redescubierto.

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