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La hija de Dulceida, Aria, ha venido con un fuet y una polémica debajo del brazo. La influencer decidió anunciar en sus redes que el 15 de octubre había dado a luz a su primer bebé con una gran emoción.

Las fotografías colgadas en Instagram para revelar la buena nueva no sólo causaron la euforia de sus seguidores, que se volcaron con mensajes de felicitación y amor para la catalana, sino también el escándalo. Entre las imágenes publicadas, Dulceida aparecía con Aria en un brazo y un fuet en la otra mano.

La fotografía ya causó extrañeza. Muchos no entendieron la razón por la que hizo eso. Los más suspicaces apreciaron que podría tratarse de publicidad. La imagen deja ver claramente el logo de Casa Tarradellas, pero ni en el post se mencionaba a la marca ni se indicaba que fuera contenido patrocinado.

Desde este 2024, los influencers deben advertir en sus redes sociales cuándo están haciendo promoción de algún producto. Dulceida lo hace siempre, pero en esta ocasión no dijo nada. Mientras, Casa Tarradellas compartía la imagen del bebé, la famosa y el fuet en sus stories.

Dulceida responde a la polémica

Tras la polémica y ante las sospechas de que hubiera aprovechado el nacimiento de Aria para hacer publicidad encubierta, la empresa catalana descolgó de su perfil la foto de Dulceida y la influencer se vio obligada a reaccionar.

En una story publicada este 17 de octubre, un día después del anuncio público, la influencer lo desmentía todo. "La foto del fuet no es publicidad", sentenciaba de forma clara y molesta por toda la polémica surgida. A muchos, en cambio, les parecía extraño que alguien con su trayectoria pudiera caer en un descuido de estas características.

Mensaje de Dulceida INSTAGRAM

"Es indignante que una mujer que acaba de ser madre tenga que salir a desmentir cosas que son muy evidentes, pero como ni recién parida dejan de inventarse cosas sobre mí, no me queda otra", se lamentaba. Y subraya que siempre que ha hecho publicidad y desde que aplica la ley lo ha explicitado.

"Nunca haré publicidad con mi hija. Llevo 9 meses deseando comerme un fuet y eso es lo que he hecho y sigo haciendo. Y publicaré lo que me apetezca, con etiqueta o sin etiqueta, porque puedo comer la marca que me da la gana, que para eso es mi vida", añadió.

La historia se repite... y con Casa Tarradellas

Las excusas han servido de poco. La polémica sigue adelante. Casa Tarradellas ya ha tenido en el pasado problemas similares con la promoción en redes sociales y con los influencers.

Fue en 2018, cuando todavía no estaba regulada por ley la publicidad en la red. La marca aprovechó las vacaciones de verano para posicionarse entre el público joven y lo hizo.

Más de una decena de perfiles de influencers, durante distintos días, aparecieron comiendo la longaniza de la marca. Casi todos posando de la misma manera: un picnic en familia, con varios niños y un espetec de Casa Tarradellas. 

Igual que sucede con la foto de Dulceida ahora, seis años después, en las imágenes la etiqueta de la marca se mostraba de forma sutil. Y no, no se especificaba que era un anuncio.

Similitudes

Ese año no había ninguna ley obligaba a especificarlo, ahora sí. A pesar de las similitudes, Dulceida afirma que no se trata de una publicidad, mientras muchos opinan distinto en las redes sociales.

Casa Tarradellas guarda silencio. ¿Publicidad o casualidad?

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