La Costa Brava siempre parece la más exclusiva y bonita de toda Cataluña, pero hay muchas más playas en el territorio y su belleza no está tan explotada. Este factor la hace ideal para una escapada cuando llega el verano o, simplemente, el buen tiempo.
Al sur de Cataluña, a solo 20 minutos de la histórica ciudad de Tarragona, se encuentra una de las playas más espectaculares de la comunidad autónoma. Un lugar en el que se ha fijado la propia National Geographic, que destaca “su belleza salvaje” y la califica, directamente, como un “paraíso”.
Destacada por National Geographic
No es para menos, tal y como destaca la famosa publicación internacional, Cala Fonda es casi un milagro en una Cataluña donde el sector inmobiliario arrasa con todo. Esta playa de arena gruesa, que la diferencia ya del resto de la Costa Dorada, “se ha librado de los desarrollos urbanísticos”.
Una de las razones por las que ha podido huir es por su ubicación. Al estar ubicada en medio de un bosque su accesibilidad no es de lo más fácil, por eso no está tan frecuentada como el resto de calas de la costa. Algo que aprecian los bañistas y la propia National Geographic.
Dónde está
Enclavada en un espacio natural protegido que se extiende desde la Punta de la Mora hasta la Platja Llarga, esta zona de la costa catalana tiene unas calas escondidas entre rocas, acantilados y otras playas de arena fina, pero pocas rivalizan en belleza con Cala Fonda.
La playa en cuestión se diferencia del resto por su íntimo tamaño y por tener una dorada arena gruesa que la distingue de las demás. Una orilla que brilla en contraste con el agua, de un Mediterráneo azul cristalino, que invita a los visitantes a sumergirse y disfrutar de un baño refrescante. La limpieza y el estado prístino del entorno hacen de este lugar un refugio perfecto para aquellos que buscan escapar del bullicio de las playas más concurridas.
Otro nombre
Tanto si uno es amante de la naturaleza, un aficionado a los deportes acuáticos, o simplemente busca un lugar tranquilo para relajarse con un buen libro, esta playa puede encajar para todos. Los visitantes, a pesar de encontrarse con un espacio sin apenas servicios, sí se topan con una playa donde disfrutar de una variedad de actividades, desde el snorkel y el paddle surf, hasta tranquilos paseos por la orilla. Hasta los más madrugadores se encuentran a veces con algunas sesiones de yoga al amanecer.
Su exotismo es tal que Cala Fonda se la conoce también como Playa Waikiki debido a su apariencia paradisiaca. Su ubicación la convierte prácticamente en una zona virgen. Claro que acceder hasta allí requiere algo de esfuerzo.
Cómo encontrar Cala Fonda
Para alcanzar esta zona de aguas cristalinas se tiene que ir a pie. El vehículo privado se tiene que estacionar cerca del camping Torre de la Mora. Luego, se debe seguir por varios senderos durante unos 20 minutos a través de bosques, acantilados y densa vegetación mediterránea.
Que nadie se piense que es la primera playa con la que se encuentra. Esta primera es la Cala de la Roca Plana, otro espacio único en el que uno se puede remojar antes de seguir hacia el destino. Sólo hace falta caminar un poco más para divisar la Playa Fonda.
Tipo de playa
Atención a los visitantes novatos. En esta playa se practica el nudismo. Al estar tan apartada de lugares concurridos, los naturistas encuentran allí un lugar para quitarse la ropa, alejado de las miradas indeseadas de algunos curiosos.
Todos ellos conviven, de todas maneras, con los textiles que no son mal recibidos. Pero siempre se ha de tener en cuenta a la hora de ir, por si alguien no es fan de esta práctica. Claro que entonces igual se priven de este encantador y sereno entorno natural.
Cómo es
Otro punto a tener en cuenta es que a pesar de contar con una longitud de 200 metros, esta playa no ofrece servicios. Es recomendable llevar provisiones de comida y bebida, ya que no existen bares ni chiringuitos.
Si se va con comida, botellas o algún otro alimento o brebaje, es importante respetar el entorno. Cala Fonda es un espacio natural y debe ser respetado. Más teniendo en cuenta que está al lado de un bosque
El entorno
La Marquesa, como se conoce a este valioso tesoro natural, ha permanecido intacto en las proximidades de Tarragona, a escasos 8 km de distancia. Su nombre se lo debe a la marquesa Caridad Barraqué de Borràs, quien consiguió preservar la zona.
En una época marcada por la especulación urbanística, esta noble catalana rechazó todas las ofertas de compra que recibió para desarrollar este terreno en beneficio de la urbanización. De esta manera, este entorno quedó protegido.
Un extenso bosque
Su extensión abarca desde la Punta de la Mora hasta la Platja Llarga de Tarragona. Este lugar transmite una sensación de paz e inspiración, con sus encantadores senderos y rincones que incluyen acantilados junto al mar, miradores estratégicos y varias calas, como la conocida Roca Plana. Estos senderos serpentean entre pinos y una variada vegetación mediterránea, y se pueden encontrar vestigios de una antigua torre y muros que pertenecían a alguna casa de campo de antaño.
La riqueza de este lugar es tal que una costumbre habitual en Waikiki es untar el cuerpo con el lodo extraído de los acantilados. Es normal ver embarrarse a pequeños y adultos que uno deja secar al sol. Y cuando ya está seco, viene la mejor parte, refrescarse en el agua para sacarse todo. Se dice que estas tierras tienen propiedades curativas, claro que si no es cierto, al menos, uno pasa un buen rato.
Cómo llegar
Cala Fonda se encuentra a menos de 20 minutos en coche desde Tarragona. Lo más directo es ir por la antigua Vía Augusta, es decir, seguir el trazado de la N-340 hasta encontrar la salida al camping Las Palmeras. Claro que desde allí hay más tiempo andando. Otra opción es seguir por la carretera hasta la primera rotonda de Tamarit y seguir las indicaciones hasta el camping Torre de la Mora.
Si se va desde Barcelona, el trayecto es de una hora y cuarto aproximadamente, por la C-32 o la AP-7. De hecho, uno sale en la misma salida del Vendrell y se sigue por la N-340 esta vez sentido Tarragona hasta Tamarit.