Destacar entre los diferentes pueblos de Cataluña tiene mérito. Son varios los municipios que en sus calles condensan historia, belleza y una cultura increíble. Algunos, en cambio, tienen un encanto especial.
En la comarca del Priorat, una región histórica de Cataluña conocida por sus paisajes escarpados y viñedos centenarios, se encuentra Porrera, un pintoresco municipio que capta la atención del visitante e incluso de la prestigiosa publicación National Geographic.
Destacado por National Geographic
Este medio de fama internacional define este rincón de Tarragona como una "joya", de la que destaca su encanto rústico y su rica herencia cultural e histórica. Situado a solo media hora en coche desde la antigua Tarraco, se ha convertido en un destino ideal para los amantes de la historia, la naturaleza y el buen vino.
No es fácil destacar entre tanta competencia. Muy cerca de allí está Siurana, uno de los pueblos más bonitos de España aunque no quiera estar en esta lista, y Horta de Sant Joan, la localidad que enamoró a Picasso. Pero Porrera tiene algo que otros no tienen. Su historia viene de lejos y tiene una gran relación con la tierra y lo que ella da. Tanto es así que el municipio debe su nombre a la abundancia de plantaciones de puerro que se cultivaban en el valle.
Historia de Porrera
Más allá de la anécdota, su historia se remonta al siglo XII. Hasta esa fecha Porrera era un municipio que formaba parte del término municipal de Siurana, otro pueblo recomendado por National Geographic, pero en el 1180 el municipio se independizó. Ese año, las tierras del pueblo fueron cedidas a Pere de Déu que recibió el encargo de repoblar la zona. Desde entonces, Porrera ha sido testigo de numerosas transformaciones y ha pasado por diversas manos.
Durante el siglo XIII, cuando el pueblo estaba bajo las órdenes del cortijo de Escaladei, Porrera empezó a crecer a partes agigantados. Se fortificó con un castillo y murallas, convirtiéndose en una villa defensiva. A pesar de estos refuerzos, no se aisló del entorno, sino que se ganó la reputación de ser "la población más revoltosa que ninguna otra en Cataluña" por su defensa de ideales y resistencia a los abusos de la Cartuja de Escaladei.
Qué ver
Durante todos estos años ha vivido grandes vicisitudes. Calló en manos de los franceses en 1650, fueron carlistas en la Guerra de Sucesión (momento en el que echaron a tierra las murallas) y los franceses volvieron durante la ocupación napoleónica.
A pesar de todas estas batallas, hay grandes obras arquitectónicas que todavía se mantienen en pie y que merecen la pena visitar.
- Iglesia Parroquial de Sant Joan Evangelista: Este templo del siglo XVIII es un magnífico ejemplo de arquitectura neoclásica con elementos barrocos. La iglesia está dedicada al último evangelista y destaca por su imponente fachada y detalles ornamentales.
- Relojes de Sol: Porrera es famosa por sus relojes de sol, especialmente el conocido como Reloj de Tarde, ubicado en la plaza de la Guineu. Este es un tipo de reloj vertical reclinado, muy poco frecuente, aunque no es el único que destaca del lugar. Otro reloj notable es el cuadrante vertical inclinado situado en la calle Pau Casals.
- Ermita de Sant Antoni Abat: Situada en la cima de una colina, esta ermita del siglo XVII de una sola nave ofrece unas vistas espectaculares del entorno. Es un lugar de peregrinación durante la festividad de Sant Antoni, el 17 de enero, cuando los habitantes suben con sus animales para bendecirlos.
Qué hacer
Como bien saben los conocedores de Historia y los enólogos, la comunidad de Escaladei fue famosa por sus vinos. Ellos hicieron del Priorat una tierra vitivinícola cuyo prestigio se extiende y se expande hasta el siglo XXI.
Son muchos los que acuden allí para hacer rutas entre viñedos y disfrutar de una experiencia enológica de calidad. Su fama es tal que hasta el propio cantautor Lluís Llach es propietario de viñedos y tiene su propia marca: la bodega Vall Llach, que produce algunos de los vinos más distinguidos de la región.
Fiestas de guardar (y celebrar)
Y, si hay vino, también hay fiestas, aunque no todas son baconianas. La fiesta de Sant Antoni, el 17 de enero, es conocida por la procesión a la ermita del patrón con bendición de animales.
La fiesta mayor, conocida como La Cirereta, se celebra el fin de semana más próximo al 6 de mayo con diversos actos festivos. Además, el segundo fin de semana de septiembre tiene lugar la fiesta mayor de otoño, donde se rompen ollas y se reparte coca entre los niños del pueblo.
Cómo llegar
Llegar a Porrera es sencillo desde Tarragona. El municipio se encuentra a aproximadamente 30 minutos en coche, tomando la N-420 y luego la T-740. Esta ruta implica una hora más de trayecto si se hace desde Barcelona, ciudad desde la que se toma la C-32 o la A-7 hasta la salida de Reus, y allí emprender el camino por la citada nacional
Para aquellos que prefieren el transporte público, hay servicios de autobús desde Tarragona que conectan con los pueblos cercanos del Priorat, aunque la frecuencia puede ser limitada. Una vez en Porrera, es recomendable moverse a pie para disfrutar plenamente de sus estrechas calles empedradas y sus encantadores rincones.