Priorat, Terra Alta y Ribera d’Ebre: la Cataluña que se vacía

Priorat, Terra Alta y Ribera d’Ebre, todas ellas en la provincia de Tarragona, son las únicas comarcas catalanas que han perdido vecinos entre el 1 de enero del 2018 y la misma fecha del 2022, según los datos del Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat). La suma (o la resta) de estas bajas no es muy elevada, pero sorprende por la anomalía que representa, pues todas las demás regiones han crecido en los últimos cinco años.

En el caso del Priorat, el descenso es de apenas 58 vecinos en el periodo estudiado. En Ribera d’Ebre, la pérdida es algo menor, con 44 bajas. Por último, Terra Alta es la más perjudicada, con 75 habitantes menos en 2022 con respecto a los que registró en 2018. En total, son 177 ciudadanos los que han desaparecido de esas comarcas en esos cinco años, los últimos de los que se disponen estadísticas.

La mitad de pueblos pierden vecinos

Visto desde otra perspectiva, el padrón de esas tres regiones ha menguado, en números relativos, un 0,41% (-0,2% Ribera d’Ebre; -0,62% Priorat, y -0,65% Terra Alta), mientras el conjunto de Tarragona ha ganado 20.870 vecinos (+2,62%), siendo la provincia que más personas ha sumado porcentualmente, incluso más que la media de Cataluña (+2,53%), y por delante de Girona (+2,59%), Barcelona (+2,39%) y Lleida (+1,3%), según el Idescat.

El escenario cambia mucho si se acerca la lupa a las tres comarcas afectadas, pues la mitad de sus municipios se han vaciado en un lustro. En el caso del Priorat, 10 de sus 23 pueblos han retrocedido en número de habitantes, pero la estadística es más preocupante en Ribera d’Ebre, con el 50% de localidades en números rojos (siete de 14) y, sobre todo, en Terra Alta, pues siete de sus 12 vecindarios han menguado en tamaño desde 2018.

Los municipios del Priorat, Ribera d'Ebre y Terra Alta que han perdido población entre 2018 y 2022 / CRÓNICA GLOBAL - IDESCAT

Los más afectados

Falset, con un descenso de 67 falsetanos, es el pueblo peor parado del Priorat. En el caso de Terra Alta este triste reconocimiento se lo lleva la Fatarella, con una mengua de 74 personas. En Ribera d’Ebre destacan en este apartado Ascó (-73) y Flix (-65). Eso sí, para compensar estos retrocesos hay que anotar también las ganancias más notables. Aquí, hay que mencionar a la prioratina la Figuera (+19), a la riberense Móra la Nova (+127), y a la tierraltense Gandesa (+91), capital comarcal.

Se da la circunstancia de que esas tres comarcas presentan un envejecimiento de la población mayor que el de la media catalana, pues en todas hay casi un 30% de los habitantes en edad de jubilación, cuando en Cataluña la cifra no alcanza el 20%. Por lo tanto, también hay menos vecinos en edad de trabajar (en Terra Alta, apenas el 57%) y menos niños (entre el 10% de Ribera d’Ebre y el 12,7% tierraltense, por el 14,3% catalán). Como dato añadido, el Priorat, Ribera d’Ebre y Terra Alta resistieron mejor la crisis de la pandemia que otras zonas de Tarragona por su menor dependencia del turismo, pues son especialmente tierras agrícolas, según un estudio de la Universitat Rovira i Virgili publicado en 2020.