Aislar a Vox y a Artadi le hacen la cama
El candidato Manuel Valls propone un gran pacto entre PP, PSOE y Ciudadanos para conjurar el ascenso de Vox. Presionan a la consejera Artadi para que acepte ser la dos de Forn
5 enero, 2019 11:54Flamenco y bossa nova son como ginebra y tónica, un digestivo entretenimiento de media tarde. Hay quien prefiere, en cambio, samba con sevillanas, fusión de dudoso gusto, como el sol y sombra, que es tirarle coñac al anís. Bolsonaro pretende depurar a los funcionarios comunistas, ha ordenado disparar primero y preguntar después, quiere explotar el Amazonas y colonizar a los yanomamis. Porque en Brasil no existe TV3, que si no, la cerraba. Y por si fuera poco, su ministra de Mujer, Familia y Derechos Humanos, Damares Alves, proclama que "los niños visten de azul y las niñas, de rosa". Desde que Fernando Esteso triunfara con el estribillo "los niños con los niños, las niñas con las niñas" no se había escuchado nada tan disruptivo en materia de género.
Las reacciones en España, siempre sensible a los asuntos de ultramar, no se han hecho esperar. Por ejemplo, la periodista de la Sexta Mamen Mendizábal es muy celebrada en el Huff Post por su respuesta a la ministra. "Este año vamos a llamar a las cosas por su nombre. Esta tía es gilipollas", ha dicho en el Twitter. Grandes aplausos por el profundo análisis de la compleja situación brasileña. Doña Damares Alves, pastora evangelista por más señas, es una majadera. Bien por Mamen, que desde la izquierda se apunta a la última tendencia de la derecha, al pan, pan y pim, pam.
En la red brasileña del pájaro azul se lo han tomado algo más a la ligera. Una tuitera muestra fotos de Alves vestida de azul y una pitufina se pregunta si entonces es que su vida ha sido una mentira. La ministra, por su parte, ha intentado rectificar alegando que la frase era una metáfora. La gran guerra cultural se libra ahora en las trincheras de la ropa para bebés. Los partidarios de la tradición frente a los de la subversión, que recomiendan los colores neutros. el gris, el blanco y el negro también para pintar los cuartos de la canalla.
Circo catalán en Sevilla. El PP (JxCat) le hace la pelota a Vox (Cup) mientras Ciudadanos (ERC) se sube por las paredes de la virtud democrática. Aguda discusión sobre si la violencia de género es violencia doméstica, violencia machista, violencia intrafamiliar o violencia heteropatriarcal. Grosso modo, la derecha condena la violencia venga de donde venga mientras que la izquierda subraya que acostumbra a venir del mismo lado. En esas que el líder del PP, Pablo Casado, afirma que un 25% de las víctimas es de género masculino. De la nota de Juanma Lamet en El Mundo: ""El PP no va a escatimar esfuerzos para acabar con la lacra de la violencia contra las mujeres. Pero queremos que todas las víctimas estén protegidas", ha dicho Pablo Casado. A su juicio, es obvio que "el 75% de las víctimas son mujeres, que son las más vulnerables y en muchos casos tienen dependencia económica y por tanto tienen que tener protección eficaz". "Pero hay un 25% de víctimas de este tipo de violencia que no son mujeres: en especial niños, ancianos o parejas homosexuales u hombres en entornos dentro de la empresa con vínculos familiares", ha defendido. Esta medida es una petición de Vox a la que el PP accede en parte, pero "sin renunciar a un solo euro para las mujeres ni a una sola coma del pacto contra la violencia de género". Además de las mujeres, el PP también quiere dar más asistencia y ayudas "que sufran agresiones por parte de familiares y cuidadores". "Que se proteja a las víctimas, independientemente del sexo y de su edad", ha reiterado Casado".
Por parte de Vox comparece en El Independiente el secretario general Javier Ortega Smith. Entrevistado por Carmen Torres y Giulio Maria Piantadosi, alega que su partido sólo quiere una reunión a tres bandas, aunque sea sin luz y taquígrafos, un miramiento por parte de Ciudadanos, algo de cariño a cambio de doce votos: Ahí van un par de preguntas y respuestas:
P.- ¿A qué nivel exige la llamada de Cs a Vox? ¿Le vale que Juan Marín llame a Francisco Serrano o es necesaria la intervención de la dirección nacional?
R.– La persona que venga a negociar a mí me da igual. Pero no es una cuestión de llamadas, sino de que haya luego una mesa de negociación a tres bandas. Por tanto, ¿quién debe llamar? No sé, pero por seguir un protocolo podría ser el secretario general de Cs, José Manuel Villegas, al de Vox, Javier Ortega, pero me da igual quien lo haga, puede ser Albert Rivera o Juan Marín.
P.- Lo imprescindible entonces ¿es la foto de los tres?
R.- Ni siquiera la foto, yo no tengo problema en tener una reunión que no se haga pública. Lo que sí es fundamental es que haya una reunión físicamente, como hemos negociado la Mesa del Parlamento con el PP, y que hubiera una petición formal de los votos por parte de la candidata a la Presidencia del Parlamento, la diputada de Cs Marta Bosquet.
Portada del diario 'El País' del 5 de enero de 2019
En cuanto a Ciudadanos, El País lleva a portada la postura del aspirante a la alcaldía de Barcelona: "Manuel Valls se desmarca de Cs y pide un gran pacto para aislar a Vox". Firman la crónica Camilo S. Baquero y Javier Casqueiro, que escriben: "“Con el nacionalpopulismo no se puede pactar”. Así se expresó ayer Manuel Valls, el ex primer ministro francés y candidato a la alcaldía de Barcelona por una plataforma que incluye a Ciudadanos. En plena negociación para formar Gobierno en Andalucía, Valls subrayó a El País la necesidad de rechazar el apoyo del partido de extrema derecha. Se desmarca así de Ciudadanos, que pretende gobernar con el PP en Andalucía gracias a Vox. Y propone como alternativa un gran pacto de Estado entre PSOE, PP y Ciudadanos para marginar a los populismos".
El desarrollo de la información se basa en un artículo del propio Valls y César Giner Parreño, exdiputado del PSOE en el citado diario que lleva por título "La crisis del paradigma socialdemócrata" y dice entre otras cosas que "la respuesta al desafío es la cooperación de las fuerzas del paradigma socialdemócrata. No se debe trabajar con los separatistas que quieren romper Europa, España y Cataluña; ni se puede buscar el diálogo con quien quiere implantar un sistema de convivencia --la extrema derecha-- que no se corresponde con las máximas de libertad, igualdad, tolerancia y justicia. Socialistas, conservadores y liberales (Cs) no pueden dejar espacios a los populistas, de izquierdas y de derechas, y a los nacionalistas irredentos, y tienen la obligación de presentar a la sociedad española una visión política de nuestro común destino".
Para saber sobre qué se debate en Sevilla, Carlos Mármol aporta una pieza en La Vanguardia titulada "El 'evangelio andaluz' de las políticas de género" que arranca así: "Las políticas de género en Andalucía, vinculadas pero no necesariamente coincidentes con la normativa de protección de la mujer ante la violencia de los hombres, han sido desde hace lustros el evangelio de la administración socialista. Una doctrina transversal. Una cuestión intocable. Una bandera. Desde 2010 existe en Andalucía un plan estratégico para conseguir la igualdad entre mujeres y hombres. Los presupuestos regionales son evaluados desde la perspectiva de género. Hay una comisión autonómica de igualdad, unidades de género y un consejo regional de participación para las mujeres. Las asociaciones feministas cuentan con el máximo apoyo institucional y recursos financieros públicos. El Parlamento tiene un grupo de evaluación de políticas de igualdad. Y tres de cada cuatro euros del último presupuesto autonómico --18.896 millones de euros, el 74% de las cuentas-- se dedicaron a esta cuestión".
Cataluña. A Elsa Artadi le están haciendo la cama o una envolvente para que se avenga a ser el sostén de la candidatura de Joaquim Forn a la alcaldía de Barcelona. Alguien no quiere que lleve la agenda Generalitat/Estado. Damià Calvet está en la intriga. Escriben Joan Serra Carné y Oriol March en Nació Digital sobre posibles cambios en la Generalitat: "La confecció de la llista que agrupa l'espai neoconvergent a Barcelona, en funció de com acabi, podria tenir conseqüències al Govern. La consellera de la Presidència, Elsa Artadi, és un dels noms que sonen amb més força per fer el salt de l'executiu a l'Ajuntament com a número dos de Joaquim Forn, i això provocaria moviments a Palau. Un dels més ben posicionats per substituir-la com a peça clau de Junts per Catalunya (JxCat) dins del Govern és el conseller de Territori i Sostenibilitat, Damià Calvet, tal com detallen diverses fonts a NacióDigital. (...) El moviment de peces, segons fonts oficials del mateix entorn del conseller, encara "no està tancat". Les mateixes fonts puntualitzen que és "un escenari més". Els propers dies seran decisius. Calvet ha optat per un perfil discret en les últimes hores, intenses en el debat intern a l'espai neoconvergent.