Puigdemont marca territorio y el Ebro, desbordado
Socialistas y "juntaires" tratan de desatascar la amnistía tras el primer tropezón parlamentario. El "pánico" de Wagensberg. Restricciones de agua para seis millones de catalanes pero el Ebro baja lleno
1 febrero, 2024 08:16Noticias relacionadas
A Puigdemont le ha salido la vena alternativa, el modo "cuidado conmigo, que estoy muy loco". De ahí la primera derrota del Gobierno en sede parlamentaria. Algunos dirigentes del PSOE deslizan que no se podía saber. Pero hombre, que es Puigdemont, el tipo que dinamitó todos los puentes porque Rufián le dijo en las redes sociales que se vendía por 155 monedas de plata. A nuestro hombre en Waterloo le da igual arre que so y está dispuesto a demostrar a los socialistas que negociar con él es como jugar a la ruleta rusa, pero con el tambor lleno de proyectiles.
División y diversión en la prensa. Por un lado, quienes advierten de que la jugada de Puigdemont puede ser el principio del fin de una breve legislatura. Por el otro, quienes destacan que las aguas volverán a su cauce por los intereses cruzados de socialistas e independentistas.
En primer lugar, los que avizoran curvas imposibles de tomar. "En Junts se burlan 'del olor a muerto en Moncloa'", titulan en La Razón sobre un texto que firma Carmen Morodo: "Junts no se arruga después de la embestida del martes en el Congreso contra Pedro Sánchez y el PSOE. Al contrario, el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont saca pecho porque cree que tiene entre sus manos el «cuello» del presidente del Gobierno y de sus negociadores. En las horas que han seguido al «no» de Junts a la amnistía, la reflexión que dejan caer desde el partido del expresidente, prófugo de la Justicia española, es que «aquí huele a muerto», por Sánchez y su legislatura. Moncloa y Junts han entrado en una competición de cruce de propaganda y de intoxicaciones en el que cada vez achican más el margen para que los dos puedan llegar vivos a la meta".
Sigue Morodo: "Puigdemont está manteniendo contactos en estas últimas horas con interlocutores políticos y también económicos, a los que traslada el mensaje de que el «no» es una decisión reflexionada, que no tiene marcha atrás si el PSOE no cumple con «el pacto de darles una amnistía total e íntegra». De Sánchez, dice que ha intentado engañarles porque no ha medido bien con quién se está sentando a negociar, y que está sometido a las presiones del presidente del Tribunal Constitucional, Cándido Conde-Pumpido, y de «otros altavoces europeos». Paradójicamente, dentro del Consejo de Ministros también señalan a Pumpido para dar respuesta a la pregunta de por qué Sánchez se negó el martes a pasar la página de la amnistía, aceptando una vez más, como ya hizo en ponencia y en comisión, las exigencias de Puigdemont".
Y: "El runrún que circula es que Pumpido, señalado como gurú de cabecera de la redacción de la ley de amnistía, avisó al presidente del Gobierno que ir más allá del texto que salió de la comisión de Justicia no le permitía ya garantizarle que fuera a ser aprobado en el TC. E incluso también sospechan que desde el ámbito europeo han empezado ya las presiones al Gobierno español por la trama rusa y por la investigación del juez Manuel García-Castellón por terrorismo. Puigdemont explica, en sus conversaciones privadas, que por mucha presión que les meta Moncloa, «comprando» incluso la voluntad de algunos medios catalanes, ellos no se van a mover de su exigencia –conforme a lo pactado en la investidura–, de una amnistía total, como condición básica para seguir hablando de cualquier otra cuestión".
La otra versión viene en El Mundo con este titular: "Moncloa intenta reconducir la relación con Junts: 'Habrá salida'". La pieza es de Raúl Piña y arranca con una estampa bruselense: "Coges un ascensor en un hotel de Bruselas, se abre la puerta y baja el presidente de Cataluña, Pere Aragonès (ERC). Llegas al desayuno, estilo bufé libre, donde toma café el lehendakari, Iñigo Urkullu (PNV). Transitas un pasillo camino de la habitación y de una sala aparece el ministro de la Presidencia y Justicia, Félix Bolaños (PSOE). Esperas un taxi en recepción y realiza el check in Juan García-Gallardo (Vox), vicepresidente de Castilla y León. Todos en las mismas dependencias. Por la tarde, llegan a la ciudad Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Por separado, claro está. La capital de Bélgica fue este miércoles una torre de Babel de la política española, con la resaca del revés sufrido por el Gobierno con la Ley de Amnistía, tras la decisión de Junts de tumbarla, al menos momentáneamente. Era un tema de conversación en pasillos y corrillos. «Estos de Junts...»; «El PSOE tiene complicado ceder más»".
Continúa el texto: "El mazazo sufrido por el Gobierno es importante. Lo traslucían las caras de los miembros del Ejecutivo el martes por la noche en el Congreso. Fuentes del Gobierno defienden que en esta ocasión no hubo una negociación como tal, porque su posición era no aceptar la exigencia de Junts de volver a cambiar la redacción de la amnistía para lograr un perdón total y los independentistas catalanes insistían en exigirlo. El jarrón ha caído al suelo y se ha roto en pedazos. Pero en el Gobierno confían en que el pegamento pueda restaurar la pieza, ensamblar las piezas y que vuelva a lucir. La decisión de Carles Puigdemont de tumbar la medida de gracia que exigió como condición para investir a Pedro Sánchez, por considerar insuficiente el alcance de la amnistía, altera la hoja de ruta prevista por el presidente del Gobierno, el calendario del perdón y de otras iniciativas como los Presupuestos, pero no la voluntad de mantener el entendimiento con Junts y mantenerlo en el puzzle de la gobernabilidad. De hecho, los canales de comunicación nunca se han cerrado, y la voluntad de todos es que sigan abiertos".
Y: "La percepción en La Moncloa es que «alargamos el tema un mes más» pero ven reconducible la crisis con Junts. «Habrá salida», zanjan fuentes del Gobierno consultadas por este diario. ¿Cuál? Ése es el camino que deben transitar ahora. Escoger en su particular laberinto qué dirección tomar. Desde La Moncloa insisten en que la ley se va a mantener «conforme al derecho constitucional y europeo» y que la exigencia de Junts de perdonar todo el «terrorismo» y la «traición» no la haría estar conforme a estos parámetros. Por tanto, se abre de nuevo un periodo de debate en el que, como ya sucedió con la negociación de los decretos del Gobierno, ese diálogo pueda desbordar el perímetro del asunto en ciernes y abarque otras circunstancias o exigencias en materias dispares".
En medio de la resaca por el traspiés de la proposición de ley de amnistía, surge el nombre propio de Ruben Wagensberg, ese titán republicano que se ha dado el piro en evitación, dice, de males mayores. Está imputado en el sumario del Tsunami y cree que el orto le huele a pólvora. A partir de ahí, un número político que mezcla dar pena con la salud mental, que es la excusa del momento, la argucia que justifica cualquier dislate.
"El diputado de ERC huido a Suiza no dejará su escaño ni su cargo en el Parlament por el que cobra 7.000 euros al mes", apunta Crónica Global. Escribe Noelia Carceller: "El diputado de ERC huido a Suiza, Ruben Wagensberg, no dejará su escaño ni su cargo como secretario cuarto de la Mesa del Parlament, por el que recibe una retribución de unos 7.000 euros al mes. De este modo, la portavoz de la formación, Marta Vilalta, ha dado carpetazo a la petición de Ciudadanos, que reclama la renuncia voluntaria a su escaño o, “como mínimo, por salud democrática y en señal de respeto, el lugar de secretario cuarto que ocupa”. Los republicanos permitirán que “otro diputado en plenitud de capacidades pueda atender adecuadamente los deberes del cargo”, tal y como denuncia el partido naranja. Por eso piden a la presidenta del Parlament, Anna Erra, que valore la posibilidad de adaptar su remuneración “a la realidad de sus funciones”. Demanda que tiene pocas posibilidades de prosperar por el perfil independentista del máximo cargo de la Cámara catalana, de Junts".
Coincide la espantada de Wagensberg con la difusión en varios medios de algunos de los vídeos del asalto al Aeropuerto que obran en el sumario del Tsunami. En Vozpópuli escribe sobre esas pruebas Gema Huesca. Su texto arranca así: "Accesos bloqueados, ascensores cerrados y alarmas antipánico fueron algunas de las múltiples incidencias que la seguridad de El Prat registró durante el asedio organizado por Tsunami Democràtic. El informe de aquel 14 de octubre de 2019 recoge el balance del bloqueo al aeropuerto en el que participaron más de 8.000 personas y que ahora investiga la Audiencia Nacional por presunto terrorismo. El informe, unido a las imágenes de las cámaras de seguridad del aeropuerto, constituye una de las evidencias determinantes para el magistrado en su acusación indiciaria por terrorismo. Los documentos, a los que ha tenido acceso Vozpópuli, evidencian el éxito de la convocatoria de Tsunami Democràtic que se saldó con 125 heridos y un perjuicio económico valorado por AENA en 2,1 millones de euros. Al margen de los daños materiales, el parte de seguridad elaborado por la empresa Segurisa recogió todos las incidentes de esa jornada en la que se llegó a activar un gabinete de crisis. Así, se detectaron una docena de incidencias con las alarmas antipánico debiéndose una de ellas a la masiva aglomeración de convocados en El Prat. "Saltan antipánico en mostrador 403 y 404 de facturación. Han pulsado el dispositivo porque están asustados por los manifestantes que se encuentran en el exterior", reza la incidencia".
Sigue Huesca: "El informe de seguridad confirma que los convocantes intentaron acceder por el ascensor y la rampa de subida al interior de El Prat. Ante ello el servicio solicitó refuerzo y activó un seguimiento de las concentraciones, que se atribuyeron indiciariamente a los CDR. El documento habla de una "aglomeración multitudinaria" en uno de los pasillos que obligó al cierre temporal de líneas de Renfe y metro y también de autobuses. Pasadas las 14.10 horas de la tarde se detectó que se había forzado una puerta de acceso, además de cargas policiales en el interior del vestíbulo ferroviario. Para ese momento, la seguridad del aeropuerto El Prat apuntaba ya de "aglomeraciones" en la entrada del reciento. "Se observa a varias personas en bicicleta como vigilando los accesos y dando gritos", reza el informe. (...) Del sumario de la causa se desprende que Tsunami Democràtic facilitó tarjetas de embarque falsas a los manifestantes para que accedieran a las instalaciones. Ello propició el cierre de terminales que se reabrieron ya en la madrugada del 15 de octubre. (...) Precisamente, en las imágenes captadas por las cámaras de vigilancia aparece una ambulancia en uno de los acceso del aeropuerto mientras centenares de personas van llegando a los exteriores. Las cámaras -algunas de cuáles quedaron inutilizadas tras ser rociadas con spray- recogen el acceso al aeropuerto por las diferentes entradas del recinto (incluido el parking) y la intervención policial en algunos puntos del mismo".
En fin, lo normal en una cívica, pacífica y festiva manifestación del independentismo. No se entiende lo de Wagensberg. Debería estar orgulloso en vez de haber tomado el camino del "exilio" al grito de "cames ajudeu-me".
Cambio de tercio. Sequía. Estampas delirantes de la Cataluña moderna. Restricciones de agua para más de seis millones de personas mientras en el sur de la comunidad se abren las compuertas de los pantanos por exceso de agua y casi se desborda el Ebro. "Crece la presión para enlazar la red de agua de Barcelona a la del Ebro", señala al respecto La Vanguardia. El texto es de Antonio Cerrillo y Silvia Oller: "“Estos días, en su régimen normal, el embalse de Mequinença está desaguando 400 metros cúbicos de agua por segundo (m3/s) y lo que pedimos para el área de Barcelona es 1,5 m3/s”. Con estos datos se expresa Carles Conill, portavoz del Observatori Intercol·legial de la Sequera y presidente de la comisión de medio ambiente del Col·legi d'Enginyers de Camins. El Observatori, integrado por cuatro colegios profesionales, ha vuelto a reclamar al Govern la interconexión de la red de abastecimiento de Barcelona con la del Ebro como fórmula para afrontar la emergencia ante la sequía. Otras instituciones y sectores económicos se han ido sumando a esta propuesta mientras crece la convicción de que los recursos hídricos disponibles son insuficientes para dar una respuesta con garantías al suministro en los próximos meses si no llueve".
Sigue la nota: "La publicación de diversas imágenes del embalse de Mequinença, donde se ha provocado una crecida del Ebro para ejecutar su régimen de caudales ecológicos y renaturalizar el río, ha proyectado la imagen de un río con caudales abundantes (está al 82,5% de su capacidad) y ha reforzado los argumentos de quienes propugnan la conexión de las redes de abastecimiento del Consorci d’Aigües de Tarragona y las de la empresa pública Aigües Ter-Llobregat, la gran proveedora del agua en alta en la región de Barcelona y Girona. “La Generalitat ya conoce nuestra propuesta, es una propuesta técnica, la valoran pero creen que falta una conciencia social y política para tirarla hacia adelante”, añade Conill. “El escenario es un territorio que pasa sed y otro en donde hay aguas de sobra. Ese es la realidad”, sintetiza".
1 de febrero, santoral: Brígida de Irlanda, Agripano obispo y mártir, Cecilio de Granada, Enrique Morse, Juan obispo de Saint-Malo. Pablo de Saint-Paul-Troix-Châteaux, Raúl de Cambray, Severo obispo de Rávena, Sigeberto, Trifón mártir, Urso y Viridiana.