Según se mire, "PSOE y ERC entran en la recta final de la negociación" (El País) o "PSOE y ERC se encallan en el formato de la mesa de diálogo" (La Vanguardia). Los republicanos, como es sabido, no tienen prisa, a diferencia de socialistas, cansados de estar en funciones. La agenda de la negociación es reservada. Se sabe algo de una mesa, del formato, consistencia, fundamento y objeto de la mesa, que no es una abstracción pero tampoco algo concreto por ahora.
En El Diario, Arturo Puente e Irene Castro abundan en los escollos y diferencias de matiz y de fondo entres socialistas y republicanos y escriben: "Los equipos negociadores del PSOE y ERC no encuentran una fórmula de consenso sobre cómo debe producirse la negociación entre gobiernos que ambos están dispuestos a iniciar tras la investidura. Los socialistas sostienen que estas conversaciones deben canalizarse mediante un mecanismo vinculado a la comisión bilateral que contempla el Estatut, mientras que los de Oriol Junqueras defienden que ese es un foro demasiado rígido y encorsetado y no aceptan otra cosa una nueva mesa donde negociar. En la reunión que este martes han celebrado en Barcelona, ambas partes han constatado que este es el principal escollo de la negociación".
Líneas después, apuntan a que se debate también sobre aspectos sociolaborales: "Con la negociación paralizada en este punto durante ya varias reuniones –las conocidas y algunas otras que no han trascendido– los partidos han tratado de negociar sobre el segundo punto, referente a demandas en el campo de los derechos sociales y políticos. Los republicanos tienen previsto hacer peticiones concretas al PSOE sobre cuestiones como la reforma laboral, la ley mordaza o sobre las leyes sociales catalanas impugnadas por el Gobierno. Pero la sensación que se ha instalado en el partido es que ese no será el punto más problemático, porque el PSOE está dispuesto a hacer concesiones, también debido al acuerdo con Unidas Podemos".
A falta de concreciones, diversos sectores muestran su inquietud por las eventuales concesiones que pueda hacer el PSOE a ERC para garantizarse la investidura de Pedro Sánchez. Es el caso de los magistrados de justicia. "Los jueces temen que Sánchez conceda a la Generalitat un consejo judicial propio", titula El Confidencial sobre una piea de Beatriz Parera: "Mientras ERC y el PSOE tratan de cerrar un acuerdo para la investidura, el temor a sus consecuencias crece en determinados ámbitos. Uno de ellos es el judicial, desde el que se alerta del riesgo de cesión del control de los jueces a Cataluña a través de la “descentralización” del Consejo General del Poder Judicial. Una vieja reivindicación nacionalista que, en opinión de varias fuentes consultadas, serviría para atar en corto al único de los poderes que hasta el momento permanece fuera del área de influencia de la Generalitat. También el que más disgustos ha dado al independentismo en los últimos tiempos".
Sigue la nota: "Los jueces sospechan que sobre la mesa de los negociadores se encuentra esta antigua propuesta histórica que, además, no se ve con malos ojos desde el PSOE. De hecho, el partido de Pedro Sánchez suscribió ya en 2013 la conocida como Declaración de Granada, en la que se defendía una revisión del Estado autonómico para avanzar en la estructura territorial federal. En ella, se apoyaba ya "una desconcentración" de determinadas decisiones administrativas judiciales".
Además del consejo judicial propio también se teme una remodelación del Tribunal Constitucional para facilitar nada más y nada menos que un referéndum de autodeterminación pactado con el Estado. Sobre esta hipótesis escribe Carlos Cuesta en Ok Diario: "ERC quiere que Pedro Sánchez se comprometa a caminar hacia la “autodeterminación” catalana, pero, además, quiere tener garantías de que el presidente en funciones va a poder materializar sus cesiones sin que ninguna institución le frene. Una de esas instituciones que, evidentemente, se convierte en un obstáculo en el camino separatista es el Tribunal Constitucional (TC). Por eso, Esquerra ha pedido ya al presidente del Gobierno en funciones que los próximos cambios en el Constitucional permitan tener un Tribunal maniatado. Si no es posible controlar los nuevos nombramientos, al menos que se dispare toda la presión del Gobierno sobre este organismo para que permita forzar la Carta Magna en favor de los separatistas".
Después están las cosas más concretas, algunos traspasos como los de los puertos y aeropuertos de los que se habla en una pieza de Manel Manchón en Crónica Global: "Unas primeras medidas, para recomponer la situación política y ganar tiempo para una nueva relación con la Generalitat. Es lo que podría pretender el PSOE en sus negociaciones con ERC. Lo apunta el empresario Joaquim Coello, que sostiene que los socialistas “valoran” el traspaso del aeropuerto de El Prat a la Generalitat, una cuestión espinosa, que inclinó, en su momento, por la negativa precisamente de los socialistas, el voto en contra de ERC al Estatut de 2006".
A la espera de novedades, en El País se subraya que Puigdemont habría dado su visto bueno a que ERC facilite la investidura de Sánchez. Es una nota de Camilo S. Baquero y Àngels Piñol, que apuntan: "Junts per Catalunya opta ahora por no poner palos en las ruedas para que Esquerra facilite la investidura de Pedro Sánchez. La formación que lidera Carles Puigdemont --a la espera de que la justicia belga decida sobre su extradición-- anunció ayer que retira una moción sobre la autodeterminación, que tenía que ser votada hoy en el Parlament y que ponía a ERC en una situación comprometida. La decisión, que generó mucho debate interno, se gestó en la reunión que tuvieron el expresident y varios cargos electos de Junts, el pasado lunes en Bélgica".
Sigue: "ERC planteó a Junts ceder uno de sus senadores para que los de Puigdemont tengan grupo propio en la Cámara Alta. A cambio, los republicanos pedían que se retirara la moción y se bajara el tono de los ataques políticos por las negociaciones. Fuentes conocedoras de la reunión del lunes en Bruselas aseguran que el expresident dudó sobre el intercambio pero finalmente cedió a condición de que la moción se vuelva a presentar en un pleno posterior. El sí de Puigdemont chocó con el rechazo de su sucesor, Quim Torra".
Hoy se decide, en teoría, sobre el grado de los presos del 1-O. Según pieza de El Periódico con la firma de Jesús G. Albalat puede que los encarcelados sigan en tal condición durante la Navidad. Bronca entre las defensas de JxCat y ERC, partido del que depende la consejería de Justicia y que parece inclinado a retrasar la vía Oriol Pujol hasta después de fiestas. Ahí va un extracto de la pieza de Albalat: "La inminente calificación penitenciaria de los políticos condenados por el procés, que ha de conocerse este miércoles por la mañana, ha generado un nuevo enfrentamiento entre Junts per Catalunya y ERC. Los neoconvergentes han arremetido contra los republicanos después de conocerse que estos no contemplan que los líderes independentistas encarcelados salgan antes de Navidad y que pueden todavía permanecer en prisión unos meses. La formación republicana prevé que la Secretaría de Serveis Penitenciaris de la Generalitat clasifique a los presos vinculados a Esquerra (Oriol Junqueras, Raül Romeva, Dolors Bassa y Carme Forcadell) con el segundo grado penitenciario, que comporta permanecer todavía encarcelado unos meses. Posteriormente, han explicado las misma fuentes, se trabajará para conseguir que se les aplique el régimen penitenciario que marca el artículo 100.2, que es el mismo que se le dio a Oriol Pujol. Se trata de un grado de semilibertad que permite al preso salir a trabajar o a realizar un voluntariado entre semana, pero durmiendo siempre en la cárcel. Así, según estos parámetros, los políticos presos por la sentencia del procés no saldrán de la cárcel hasta mucho después de Navidad."
Mientras tanto, Puigdemont tiene la vista puesta en la decisión del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que decidirá el 19 sobre la inmunidad de Junqueras y, de rebote, sobre la suya. En caso de una resolución favorable a sus intereses, el prófugo pondera instalarse en Perpiñán, según anota Iñaki Ellakuría en El Mundo: "Si la justicia europea avala al líder de ERC se desatará un movimiento sísmico de inciertas consecuencias que puede favorecer de rebote a Carles Puigdemont. "Es un escenario diabólico para España", afirma un independentista, que se agravaría con la entrada del expresidente de la Generalitat de Cataluña en España. Por ahora, según varias fuentes independentistas, Puigdemont y su círculo de confianza estudian como paso previo instalarse en la localidad francesa de Perpiñán, la capital de la "Cataluña norte" para los nacionalistas catalanes. Un gesto de una gran carga simbólica y con el que ya se cuenta en círculos separatistas".
Inquietud en el balompié hispánico por las amenazas del Tsunami al Barça-Madrid respecto a la celebración del partido entre ambos clubes previsto para el 18 de diciembre. Según Antich en El Nacional: "Molt probablement, la mobilització suposarà el col·lapse de tota la zona de Les Corts i qui sap si un greu impediment perquè els membres d'ambdós clubs puguin penetrar a les instal·lacions com en un partit normal".
Por otra parte, ha sido expulsado de las juventudes del PP gallego el individuo que cerró una concentración feminista en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela con el grito de "ahora a casa, que hay que fregar", momento que queda recogido en el siguiente tuit. El tipo tuvo que salir a la carrera tras el improperio.
11 de diciembre, santoral: Dámaso I papa, Daniel Estilita y Victorico.