Torra da señales al Círculo de Economía de que no habrá otro octubre de 2017
El presidente de la Generalitat recibe a la junta del lobby empresarial con la idea de que, desde la firmeza, se podría entrar en un periodo de calma y entendimiento
19 septiembre, 2019 21:00Primer contacto. Y cierta aceptación de la realidad. El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha recibido este jueves a miembros de la junta del Círculo de Economía, que inicia una nueva etapa con el abogado y empresario Javier Faus al frente. Torra, que ha mostrado en su mandato un deseo de mantener viva la agitación independentista, pero midiendo mucho sus pasos, ha dado señales a los miembros del lobby empresarial de que no habrá otro octubre como el de 2017.
Señales y consideraciones, pero sin establecer una hoja de ruta clara. Es lo que sacaron como conclusión los miembros de la junta del Círculo, que expusieron al presidente catalán los deseos de apoyar iniciativas que vayan en una dirección muy concreta: ayudar a mejorar la financiación autonómica, buscar inversiones y batallar en el debate sobre las infraestructuras necesarias en Cataluña. Torra recibió ese punto de partida con interés. Y transmitió, según los asistentes al encuentro, la idea de que no habrá sobresaltos graves en los próximos meses, pese al complicado escenario que se prevé.
El Círculo pide prudencia
¿Optimismo? Tampoco en exceso. No es el momento para grandes alegrías. La situación económica ha iniciado un giro, provocado por la incertidumbre en la Unión Europa por el Brexit y por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Y en España no habrá Gobierno hasta después de Navidades, tras la nueva convocatoria electoral para el 10 de noviembre. Ante todo eso, el Círculo de Economía pidió prudencia y tener los pies en el suelo. Y Torra correspondió.
El president necesita también en estos momentos una cierta imagen de gobernante. Recibía él a la nueva junta del Círculo en el Palau de la Generalitat, y quería manifestar su deseo de que, tras la sentencia del Tribunal Supremo, sobre los políticos independentistas presos, el país no se vuelva a incendiar. Lo verbalizó, según algunos de los presentes, con la idea de que no será “ni un suicida ni un mártir”, y que valorará la situación en ese momento. Sin embargo, fue el mismo Torra que dijo hace unas semanas que no podía acatar sentencias que condenaran a alguien por “votar”, y que él votó a los políticos independentistas para que implementaran el referéndum que prometieron celebrar. En todo caso, Torra quiere ofrecer su cara más moderada justo en vísperas de esa sentencia y ante el empresariado catalán.
Rechazo a la vía unilateral
Torra recibió a Javier Faus, que acudió al Palau de la Generalitat junto a distintos miembros de la junta del Círculo de Economía. Estuvieron presentes el vicepresidente, Jordi Gual y los vocales Camino Quiroga, Carmina Ganyet, Silvia Alsina, Jordi Amat, Nuria Cabutí, Mercè Conesa, José Manuel González-Páramo, Alfonso Rodés y Miguel Trias.
Faus insistió en su programa para el Círculo, en el que tiene un papel relevante la redefinición del modelo territorial del Estado y el fomento del diálogo, “la negociación y la transacción”. Lo que reclamó Faus es que no se caiga de nuevo en opciones “rupturistas y unilaterales”. También defendió un impulso para la Barcelona metropolitana, como capital catalana, pero también como cocapital de España. Y transmitió a Torra el interés del Círculo en conectar con más intensidad con un debate sobre la democracia liberal en Europa.
Papel de la monarquía
¿Tuvieron plenas garantías esos miembros del Círculo de Economía de que no se volverá a las andadas? Torra dio esas señales, según algunos de los presentes, “con toda la prudencia del mundo”, pero con muestras también del propio pensamiento del presidente. Así, esquivó el debate sobre cómo pueden volver las empresas que se fueron de Cataluña en octubre de 2017, y consideró que la monarquía española podría jugar algún papel para reconducir la situación. También se mostró seguro sobre la existencia de “grandes consensos” en Cataluña. Para él uno de ellos es la necesidad de votar algún tipo de referéndum. Fiel a su planteamiento, como la mayor parte del movimiento independentista, mantiene la afirmación de que hay un “80%” favorable a esa salida.
Hubo algunas dudas sobre la “sinceridad” de Torra, pero lasconsideraciones del propio president ofrecieron una cierta calma a los presentes. Otra cosa será si Torra, en las próximas semanas tendrá o no el temple para calmar los posibles excesos que se puedan producir por parte de diferentes colectivos independentistas.