Sánchez desprecia la “soberanía pequeña e inútil” y JxCAT ya se inclina por el ‘no’
El presidente del Gobierno aborda el tema catalán con una mención al Brexit a la espera de que ERC se abstenga sin comprometerse con nada
22 julio, 2019 14:00El voto de los partidos independentistas en la investidura de Pedro Sánchez dependerá únicamente de su voluntad de permitir el inicio de la legislatura. Sánchez no se ha referido al conflicto catalán en su discurso, de forma concreta, pero sí ha ofrecido algunas pistas al referirse al brexit, con un desprecio por la “soberanía pequeña e inútil”, lo que complica las cosas para uno de esos partidos: Junts per Catalunya, que no quiere resistir las críticas internas que sufre ni la presión de la ANC y se inclina por el voto en contra. Esquerra, sin embargo, tiene clara la abstención, siempre que Sánchez tenga atado su acuerdo con Unidas Podemos.
Eso supondría una división en canal del independentismo, con un cambio de paradigma: Esquerra adoptaría un camino propio, con personalidad, admitiendo que puede tener problemas internos, y sabedores sus dirigentes de las presiones del independentismo más radical, y de entidades como la ANC, mientras que Junts per Catalunya, con el liderazgo de Carles Puigdemont, decide un camino rupturista.
Las lecciones del Brexit
Pere Aragonès, el hombre fuerte de ERC, y conectado en todo momento con Oriol Junqueras, ha constatado que su partido “no bloqueará” el inicio de la legislatura, siempre que se concrete el acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos. El voto afirmativo se descarta, porque comportaría, a su juicio, una “negociación profunda”. Mientras, los cuatro diputados de Junts per Catalunya se inclinan por el voto en contra, con Laura Borràs a la cabeza.
Pedro Sánchez apenas se ha referido a la cuestión catalana. Pero lo ha hecho al señalar los problemas que ha supuesto el Brexit. En un mundo globalizado, Sánchez ha considerado que se produce una distinción entre dos modelos, “o una soberanía pequeña e inútil desde el aislamiento o compartir un modelo europeo, en el que catalanes, vascos, gallegos o andaluces no pierden identidad, sino que la ganan al ser europeos”.
Con Borrell, catalán-español
Con ello, el presidente del Gobierno en funciones, que se juega su investidura, ha señalado que se debería analizar las consecuencias del Brexit, las lecciones de un proceso que ha puesto en crisis “una democracia tan valorada como la británica”.
La apuesta de Sánchez ha contado con la figura de Josep Borrell, “un catalán español, un español catalán” que estará al frente de la diplomacia europea. El modelo de Sánchez, el que se abre ahora y que ofrece, a su juicio, oportunidades a España es el que viene marcado por España-Europa y Naciones Unidas, “con la agenda 2030”.
Ningún compromiso con el independentismo
Con ese esquema deberá decidir el independentismo catalán el sentido del voto. En las posteriores intervenciones de los cabezas de lista, Sánchez podrá desgranar detalles y propuestas. Y Esquerra confía en la intervención de su diputado Gabriel Rufián, que ha insistido en las últimas semanas en que no se pretende bloquear la legislatura, para que Sánchez ofrezca algún gesto sobre la actual situación en Cataluña. Pese a todo, las posiciones parecen claras: Esquerra se abstendrá y Junts per Catalunya tiene la intención de votar en contra.
Con ello, Sánchez mantiene su idea de no hacer ninguna referencia a las peticiones de los partidos independentistas. Y deja toda la responsabilidad en ellos para que permitan o no el inicio de la legislatura, porque por lo menos la abstención de uno de los grupos sí es imprescindible para que Sánchez pueda ser investido presidente.
La referencia más clara de Sánchez ha sido respecto a Unidas Podemos, el partido de Pablo Iglesias, que le garantiza el gobierno, junto a la abstención de los independentistas. Según Sánchez, y a pesar de proceder de tradiciones distintas de la izquierda, “es mucho lo que nos une para iniciar la legislatura”.