Ayer noche tenía el título de este escrito, cosa rara porque mi estilo es titular cuando acabo, --el alfa coincide con el omega--, algo inusual en el periodismo, pero cada maestro tiene su librillo, y uno es gato viejo en estas lides. Soy un bicho raro: me gusta más la radio que la televisión, me gustan más las palabras que las imágenes. Además, ttengo la obligación de estar a la última, más en un digital en el que la información va a la velocidad del instante, sino quieres que te jubilen a deshora.

He dejado lo que tenía en la cabeza y lo aparco para más adelante, y hablaré de una triada: lo de Gran Bretaña con el decreto de la cuarentena para nosotros, costumbre inglesa. El derrumbe económico para una nación como España que recibe una miríada de turistas. Somos el segundo país con más visitantes del mundo (el primero es Francia porque tiene a París como un imán de atracción turística). El año pasado ochenta y dos millones nos visitaron, el doble de los españoles, y es la primera industria española con el 15% del PIB.

Y a todo esto hay que añadir los asuntos del monaguillo de Carles Puigdemont, lo digo con respeto porque cuando niño era vicario de los canónigos de la catedral de Lleida, y es tengo muchas misas y algún latín.

Y es no es otro que Quim Torra, que ha hecho bueno al hijo del pastelero de Amer, al decir que Cataluña está al borde del colapso y a continuación les dice a los ingleses que pueden estar seguros porque la Generalitat controla la situación. Tenemos un Molt Honorable surrealista que el programa Polònia, cosa rara, retrata  bien.

El presidente parece un personaje sacado de un TBO. El cómic daba risa y el político también...y los propios nacionalistas se dan cuenta.

Nunca he votado a Pujol, pero Cataluña recupera su paciente siembra de 23 años ininterrumpidos, por quien es el principal responsable del 'Procés'. Pero, ahora lo hecho en falta como muchos, no todos, porque hay ex convergentes que se han vuelto cubanos con la estrella solitaria.

El evasor de impuestos, a la altura del rey emérito, es el último responsable del 'Procés'.