Aragonès rinde cuentas a ERC por ceder ante el PSC con los presupuestos

Pere Aragonès rinde cuentas ante ERC por aceptar la construcción de un tramo de la B-40 a cambio del visto bueno del PSC a los presupuestos de la Generalitat. El president de la Generalitat se ha defendido ante las bases y ha asociado su decisión a la "madurez" y empatía del partido, en la misma línea que lo ha hecho la secretaria general adjunta y portavoz, Marta Vilalta, quien ha reivindicado la "lección de generosidad" para intentar desencallar la negociación de las cuentas tras meses encalladas.

"Cabeza bien alta siempre, y esta semana también, porque las decisiones complejas son para los valientes. Las decisiones complejas están reservadas a los que arriesgamos para hacer lo mejor para la ciudadanía. Esta semana hemos dado una lección de generosidad, responsabilidad y sentido de país", han defendido en su intervención en el congreso que los republicanos celebran este sábado en Lleida.

La secretaria general adjunta de ERC y portavoz del partido, Marta Vilalta / EP

Un congreso que coincide con los presupuestos

La cita llega en un momento clave en la negociación de los presupuestos para 2023, tras más de dos meses de negociaciones. Cabe recordar que, el pasado jueves, ERC cedió y aceptó ejecutar el proyecto de la B-40 en el Vallès (cuarto cinturón), una de las condiciones del PSC para aprobar las cuentas y que el Govern situaba como único escollo. Para Aragonès, ceder ante el PSC en esta infraestructura supondrá un desgaste político y personal que él mismo reconoció, ya que desde ERC siempre la han rechazado, especialmente su líder Oriol Junqueras.

No obstante, pese al cambio de rumbo, el jefe de la oposición, Salvador Illa, aseguró que era un "paso en la buena dirección", pero avisó de que en la negociación aún hay flecos pendientes. Eso es, preciasmente, lo que le reprochan los comunes al president: pues ha cedido ante el PSC sin tener garantizado su voto favorable.

ERC insiste en un referéndum

Por otro lado, el mandatario catalán ha sacado pecho de su propuesta de un acuerdo de claridad con el Gobierno sobre un referéndum de independencia: "Tenemos que decidir entre todos en un gran acuerdo cuándo y cómo volvemos a votar". "El Estado español no puede tratarnos permanentemente como menores de edad", ha afirmado. 

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en una reunión en Moncloa / EUROPA PRESS

Además, ha lanzado un aviso al Ejecutivo asegurando que el conflicto seguirá vivo "mientras Cataluña no pueda decidir su futuro de forma reconocida", ya que la "negación del derecho a decidir su futuro es lo que hace que el conflicto político continúe". Una resolución del conflicto que también pasa, según él, por una amnistía, punto en el que ha cargado contra "el sistema judicial español, con una cúpula capturada por la derecha, que no para de actuar como tercera cámara legislativa".

Con todo, este sábado las bases de ERC debatirán y votarán la hoja de ruta del partido para los próximos cuatro años. Tiempos decisivos que el partido deberá afrontar en solitario, con 33 diputados, tras la salida de Junts del Govern y con unas elecciones municipales en menos de cuatro meses.