Israel y Gaza irrumpen en el viaje religioso de Illa a Roma

Una cancelación, varios compromisos añadidos y la agitación que acompaña a una huelga general en Italia. El asalto del Ejército de Israel a la Global Sumud Flotilla ha irrumpido en el viaje a Roma del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que ha debido adaptar parte de su agenda institucional, con un marcado carácter religioso.

El jueves arrancó con una atención a los periodistas forzada por los hechos de la noche anterior. En el Foro de Trajano, a escasos metros de donde el Govern tiene su delegación, Illa ofrecía a los catalanes detenidos la asistencia jurídica de la Generalitat, apoyaba la suspensión ayer del pleno del Parlament y aclaraba que sus planes desde entonces quedaban supeditados al devenir de los acontecimientos.

Para entonces, el president ya se había visto obligado a cancelar una conferencia que tenía previsto dar esa misma la tarde en la Sapienza di Roma, una de las universidades más prestigiosas de Europa. El motivo, unas protestas que, generadas en distintas ciudades --como en Barcelona-- han tenido su réplica en la comunidad educativa de la siempre caótica città eterna.

Visita a la tumba del Papa

El cambio de planes tras un encuentro con la comunidad de San Egidio despejó la jornada de compromisos, y llevó a Illa a acentuar aún más el sentido religioso del viaje. Cristiano practicante y férreo defensor de los valores del catolicismo humanista, el presidente de la Generalitat aprovechó para incluir en el viaje una visita a la tumba del Papa Francisco, no contemplada inicialmente.

Los restos de Jorge Mario Bergoglio, fallecido el pasado 21 de abril, reposan en la Basílica de Santa Maria la Maggiore, también conocida como Santa Maria della Neve, a escasos metros de la estación central de trenes y buses Termini. Hasta allí se desplazó a las cuatro de la tarde, siendo recibido por el rector José Jaime Brosel, quien lo condujo por la iglesia hasta el lugar de la sepultura.

El presidente Salvador Illa visita la tumba del Papa Francisco Arnau Carbonell Vidal / Govern

El recuerdo de Bergoglio

Antes de convertirse el pasado miércoles en el primer político de España en ser recibido por el actual pontífice, León XIV, el presidente catalán ya tuvo una audiencia privada en el Vaticano con el Papa Francisco en marzo del año pasado.

El entonces jefe de la oposición conversó con él sobre la convivencia en Cataluña, coincidiendo con el día de la aprobación de la Ley de Amnistía para los independentistas implicados en el procés. Bergoglio también le dio un consejo que Illa guarda en buen recaudo: “No perder la proximidad del pueblo. Lo tengo muy presente y no lo olvido”.

Líderes regionales

Otro compromiso agendado en el último momento, en este caso de tipo institucional, fue la reunión con el presidente de Emilia Romagna, Michele de Pascale. El anterior Govern de ERC, presidido por Pere Aragonès, impulsó las relaciones de Cataluña con esta región del norte de Italia, y el encuentro de las 15:00 de ayer ha permitido “darles continuidad”, destacan fuentes de su equipo.

Entre los temas de conversación, destacan la innovación, el reto del acceso a la vivienda y la salud. Sobre esta última cuestión, precisamente, también conversó instantes después con el exministro de Salud durante la irrupción de la Covid, Roberto Speranza.

Ambos se conocieron por la pandmia y colaboraron frente al virus desde sus respectivos ministerios; la buena relación que mantienen aún hoy llevó al que fuera su homólogo italiano a contactarlo para encontrarse en algún momento del viaje, algo facilitado por los acontecimientos.

Encuentro del presidente Salvador Illa con el exministro de Sanidad de Italia, Roberto Speranza, en Roma Arnau Carbonell Vidal / Govern

Terradellas (o Terradeglias)

Illa, esta vez acompañado por la consellera de Cultura, Sònia Hernández, y no por el de Justicia, Ramon Espadaler, puso el broche a la algo caótica segunda jornada de su viaje a Italia con uno de los principales compromisos programados.

La iglesia de San Pietro in Montorio, ubicada en una colina con vistas panorámicas de la ciudad romana, acogió el concierto Terradeglias nella Città Eterna, organizado por el Festival Castell de Peralada con motivo de su 40º aniversario y por la Embajada de España en Italia.

Salvador Illa asiste al concierto por el 40º aniversario del Festival de Peralada en San Pietro in Montorio, Roma Arnau Carbonell Vidal / Govern

El encuentro rindió homenaje al barroco Domènec Terradellas. Nacido en Barcelona y con una triunfante carrera en Roma, se le considera el mayor compositor de ópera hispano-italiana del siglo XVIII. Su vida y legado están estrechamente vinculados a la ciudad italiana, ya que fue ahí donde escribió la mayor parte de sus composiciones.

También su muerte, cuyas circunstancias están teñidas de misterio. La leyenda cuenta que su rival musical, Niccolò Jommelli, lo asesinó a navajazos y lanzó su cuerpo al río Tíber, y aunque se acabó descartando su participación en el crimen y con ello esta versión de la historia, lo cierto es que murió asesinado por otra persona a la temprana edad de 38 años.

Concierto 'Terradellas a la Ciutat Eterna' por el 40º aniversario del Festival de Peralada, en Roma Arnau Carbonell Vidal / Govern

Huelga general

Mientras tanto, Roma se preparaba para una nueva huelga general, coincidiendo con el último día del exalcalde vallesano en el país. El principal sindicato, la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), ha anunciado para este viernes una jornada de protestas por la interceptación por parte de Israel de la Global Sumud Flotilla.

Italia ya vivió una huelga el 22 de septiembre en apoyo a la causa palestina, pero dicho paro contaba solo con el apoyo de la Unión Sindical de Base (USB), por lo que la de este viernes se prevé una jornada más multitudinaria. Ya el miércoles por la noche, unas 10.000 personas se concentraron en Roma ante la Embajada israelí.

Esta nueva huelga general previsiblemente afectará al servicio ferroviario y al transporte urbano, con servicios mínimos y protestas en las calles. El president tiene previsto cerrar la agenda con su habitual encuentro con empresarios catalanes —lo hizo en sus visitas a, por ejemplo, Londres, Bruselas y China— y la inauguración de la exposición por el milenario de la Abadía de Montserrat.