Tormenta política por el acoso a la heladería que atiende en castellano en Barcelona

Vox reacciona ante los ataques que recibió la heladería Dellaostia por atender en castellano a una pareja y que ha provocado una oleada polémica tanto en redes sociales como en la fachada del propio negocio, que amaneció con pintadas vandálicas y decenas de pegatinas que los tildaban de "fascistas de mierda". 

El regidor del partido de ultraderecha en el Ayuntamiento de Barcelona Gonzalo de Oro anuncia a través de un mensaje en la plataforma X que pedirán la creación de una oficina para la libertad de los derechos lingüísticos, en la que, asegura, "se dará apoyo y asesoramiento a todo aquel que sufra ataques o amenazas por utilizar la lengua común", en referencia al español.

Una herramienta institucional que ya planteó el partido ultraconservador en Baleares, donde son socios de gobierno del Partido Popular, bajo la seña Oficina de Libertad Lingüística y que, a pesar de estar recogido en el acuerdo de investidura, ha sido finalmente rechazada al no contar con el apoyo de los de Margalida Prohens para la ejecución de un aparato al que se habían destinado 750.000 euros.

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Acciones

En todo caso, Gonzalo de Oro también insta al Ayuntamiento a que tome cartas en el asunto después de conocerse que un grupo independentista vandalizara la cartelería y persiana metálica del negocio de helados artesanales en la calle Torrent de l'Olla, en Gràcia, donde opera desde 2022. "Exigiremos que se presente como acusación popular contra los que atacan a particulares y comercios", aunque, para ello, se deberá presentar una denuncia y, después, confirmar que haya delito. 

Entre los puntos que expone, Vox también solicitará que se convoque una comisión extraordinaria con el propósito de "condenar este tipo de hechos, exigir el respeto y el trato por igual de ambas lenguas oficiales". 

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Todo comenzó a raíz de un hilo en la red social X publicado por el concejal de distrito de ERC Guillem Roma donde narraba que junto a su pareja acudió al establecimiento argentino y pidió varios helados en catalán. Fue entonces cuando recibió el rechazo de los dependientes. Ante esta situación, pidió una hoja de reclamación y difundió lo sucedido definiéndolo como "un caso de discriminación lingüística". 

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Respeto

Sin embargo, el conflicto escaló rápidamente y se viralizó, provocando que asociaciones como Òmnium Cultural, Plataforma per la Llengua o el exdiputado de la CUP, Antonio Baños, llamaran a la acción para boicotear el comercio, pintándolo por fuera con aerosol y pegando en los rótulos de la heladería varias pegatinas con reclamos independentistas. 

Ante lo sucedido, el presidente del grupo municipal de Vox pide que Barcelona sea "un ejemplo en el resto de sus vecinos y sus derechos, independientemente de la lengua que estos utilicen". 

Actuación de la Guardia Urbana

Por su parte, el líder del PP en Barcelona, Daniel Sirera, también responde con firmeza al ataque: "Señalar y promover ataques en redes es intolerable", critica en sus redes sociales. “Ninguna causa, ninguna, justifica la violencia. La heladería Dellaostia, atacada en Barcelona tras la denuncia de un dirigente de ERC por atender en castellano”, publica.

Con ello, presentará una iniciativa para que la Guardia Urbana, en colaboración con Mossos d'Esquadra, actúe en los casos en los que se promuevan amenazas o se incite a las agresiones a partir de la monitorización de las redes sociales. Así, exige al consistorio que actúe de oficio "contra todos aquellos que promuevan el acoso contra personas o establecimientos comerciales de la ciudad".

Sirera subraya que la Ciudad Condal debe ser ejemplo de "pluralidad y diversidad, pero no para el odio ni para la violencia". 

En 2024, la Generalitat de Cataluña impuso 207 multas a comercios por no utilizar el catalán, es decir, por usar el castellano. La Agencia Catalana de Consumo, dependiente de la Conselleria de Empresa realizó 2.269 inspecciones a lo largo del año, más del doble que las 1.022 efectuadas en 2023.

El Ayuntamiento responde

El Ayuntamiento de Barcelona responde a la polémica de la heladería argentina de Gràcia. El teniente alcalde de Seguridad, Albert Batlle, afirma que "hay una normativa que se debe cumplir", en una entrevista a El món a RAC1. Ante el descenso del uso social del catalán, conviene que hacen falta instrumentos para hacer cumplir la norma. 

Por ello, recuerda que la administración local ha creado recientemente el Comisionado del Uso Social del Catalán, a cargo de la periodista y activista cultural Marta Salicrú: "Tenemos una situación de emergencia lingüística con respecto a nuestra lengua. Hay una falta de uso social del catalán, una de las señas de nuestro país". 

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No obstante, el político de Units per Avançar evita condenar directamente los actos producidos en las últimas horas y, en todo caso, admite que la atención en catalán o español se ha convertido en un "tema sensible", que se debe tratar "con prudencia y sensibilidad". "Se debe buscar siempre el equilibrio, el diálogo y el convencimiento, ya que son elementos básicos de la convivencia", zanja.