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“Los modelos de una inmersión lingüística severa marcan diferencias significativas entre territorios en materia de rendimiento que se sustancian, a modo de ejemplo, en un retraso, sólo por este motivo, de Cataluña respecto de Madrid de un año escolar aproximadamente”. Así lo apunta un nuevo estudio científico que indaga sobre los múltiples factores -no sólo la lengua- que inciden sobre los resultados académicos de los alumnos, y en el cual se recuerda la importancia de que estos puedan formarse en su idioma materno para mejorarlos.

El estudio en cuestión se titula Impacto en el rendimiento académico de la inmersión lingüística y el índice socioeconómico y cultural, y aparece publicado en el último número de la Revista Española de Pedagogía. Sus autores son Francisco López Rupérez, director de la Cátedra de Políticas Educativas de la Universidad Camilo José Cela de Madrid, y los profesores de Álvaro Moraleda e Isabel García.

Factor clave, pero hay más

En sus páginas se estudian las posibles causas de los malos resultados de España -en especial, en autonomías como Cataluña- en el estudio PISA de 2022. Entre ellas, el nivel socioeconómico y cultural (ISEC) de procedencia de los alumnos y la lengua.

Y, si bien se advierte de que no se puede concluir que esta sea la única, la principal, ni la más determinante de todas, puesto que inciden a la vez diversos factores, sí ve indicios de sus consecuencias negativas. Razón por la cual los autores invitan a continuar investigando y profundizar en el análisis de esta cuestión, pues también se tendrían que ver otros “otros factores potencialmente influyentes”, como la calidad del profesorado o de la dirección escolar.

"Impacto significativo y negativo"

Y es que, según destacan en las conclusiones de su estudio, “cuando se aplica un modelo que toma en consideración, junto con las variables idioma y rendimiento, la variable ISEC, entonces se advierte que el hecho de hablar en la escuela un idioma diferente al empleado en casa puede tener, en los modelos de inmersión franca, un impacto significativo y negativo sobre los resultados académicos de PISA 2022”.

Ello, añaden, “resulta consistente con esa gran cantidad de investigaciones que han confirmado que la educación basada en la lengua materna mejora los resultados académicos y aumenta de forma significativa las posibilidades del éxito escolar, tal y como ha sido subrayado, entre otras instituciones, por la Unesco (2021) y el Consejo de Europa (2006)”.

Los autores también aprecian que el mayor nivel socioeconómico y cultural de las familias de los alumnos suele asociarse con un “mejor desempeño académico en el momento de la evaluación”. Ello, y el proceso inmersivo al alza en determinadas autonomías de España -algo que se da en Cataluña-, estaría afectando al rendimiento de los alumnos “en función de su extracción lingüística o sociocultural”.

Unesco y Consejo de Europa, a favor de la lengua materna y del bilingüismo

En este sentido, este nuevo estudio recuerda cómo, ya en 2016, la Unesco advirtió de que “diversas evaluaciones internacionales y regionales del aprendizaje confirman que cuando se hablan lenguas distintas en el hogar y en la escuela, se observa un efecto negativo en los resultados de las pruebas”.

Y concluyó, tras otra investigación internacional de 2021, que los resultados del aprendizaje mejoran cuando a los niños se les enseña en su lengua materna al menos durante los seis primeros años de la escuela primaria, antes de que se introduzca el segundo idioma. Este estudio también apreciaba que la educación basada en la lengua materna beneficia en especial a los sectores más desaventajados.

El nuevo estudio de la Universidad Camilo José Cela también recuerda que, en el contexto europeo, el Consejo de Europa asumió esta visión de la Unesco en su Documento 10837, de 7 de febrero de 2006. En él se defendió que la educación bilingüe basada en la lengua materna es la base del éxito a largo plazo”.

"Perdedores" de la inmersión

Asimismo, también se menciona otro trabajo de los profesores Jorge Calero y Álvaro Choi de 2019, centrado en el rendimiento académico de los alumnos de Cataluña. Estos dos autores, con base en los datos de PISA 2015, concluyeron en su análisis que existe “un problema de equidad” para los alumnos, “que genera ‘perdedores’ de la política de inmersión lingüística en Cataluña”.

Otro trabajo de Julio Carabaña y Mariano Fernández-Enguita, también de 2019 y basado en los datos de PISA 2015, apreció, además, una relación entre lenguas regionales en España y el sentimiento de pertenencia al centro de los alumnos. Y concluyeron que dicho sentimiento, importante para el bienestar de los estudiantes y su rendimiento, es notablemente inferior en las autonomías bilingües, incluso independientemente de cual sea la lengua de su hogar.

Cataluña, a la cola de España en resultados

Cinco años después, ya en 2024, el estudio de López Rupérez, Moraleda y García ha comparado los resultados de PISA de 2015 con los de 2022, y ha visto cómo, en lo que respecta a las variables de rendimiento, excepto “Asturias, Cantabria y La Rioja, que mejoran, al menos, en una de las áreas, todas las demás empeoran en las tres”. Y que “Cataluña, con 31 puntos PISA, y Castilla-La Mancha, con 25, son las que presentan los mayores retrocesos”.

Esta brecha es especialmente llamativa cuando se compara Cataluña con Madrid que, según el modelo utilizado, estaría el equivalente a un año académico por encima de la enseñanza catalana. En parte, debido a la inmersión monolingüe obligatoria en catalán impuesta por la Generalitat en su sistema educativo desde hace tres décadas.

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