El Parlamento Europeo quiere poner fin a la inmersión lingüística. Según el informe redactado por la comisión de Peticiones, las administraciones catalanas y españolas deben asegurar que el catalán y el castellano reciben el mismo trato "en las horas de enseñanza y curriculares". También reclama que no se discrimine a ningún alumno por ser castellanohablante.
Esta es una de las recomendaciones finales del texto redactado después de que el pasado diciembre, una docena de eurodiputados examinasen el modelo de inmersión lingüística en las escuelas catalanas. El informe final endurece el tono respecto al primer borrador debatido en esta comisión hace un mes, añadiendo --entre otras advertencias-- su preocupación por que el régimen lingüístico catalán limite en la práctica la libertad de circulación europea.
Una misión polémica
Cabe recordar que a la misión asistieron diputados de los grupos del PP Europeo, Renovar Europa y los Conservadores y Reformistas, pero no de la bancada progresista, quienes consideraron que la agenda de encuentros estaba "politizada". La mayoría conservadora de la Eurocámara, entre ellos PP, Vox y Ciudadanos, respalda mayoritariamente este informe.
Pero esta recomendación va más allá de la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que establece que, al menos, un 25% de la enseñanza debe impartirse en castellano a todos los alumnos del sistema educativo de Cataluña, principal argumento legal esgrimido por las familias que acudieron a la comisión de Peticiones de la Eurocámara.
No obstaculizar la ejecución de la sentencia
El borrador, anunciado hace mes y medio, ya alertaba sobre la "falta de medidas para aplicar esta sentencia judicial" que empujaría a los ciudadanos a "solicitar una reparación judicial para su propio caso de forma individual". Ahora, mediante una enmienda aprobada, "hace un llamamiento a las autoridades catalanas para que no obstaculicen la ejecución de esta sentencia".
Entre las enmiendas consensuadas al borrador inicial, figura también la advertencia de que dichas medidas necesarias "no pueden implicar en ningún caso la exclusión de una de las lenguas oficiales como lengua vehicular" o de que las materias no troncales --como la educación física-- no pueden equipararse en este cálculo a la enseñanza de asignaturas troncales, como las matemáticas o la historia.
Un buen dominio del catalán y del castellano
"Los centros educativos de Cataluña deben ofrecer a los alumnos oportunidades adecuadas para que adquieran un buen dominio tanto del catalán como del castellano, así como los conocimientos lingüísticos necesarios para que tengan pleno acceso a todas las oportunidades laborales, sociales y culturales", agrega el texto.
Los eurodiputados añaden al informe una preocupación por una potencial limitación a la libertad de circulación en la UE, "ya que impide a las familias que se trasladan a Cataluña estudiar en castellano, lengua oficial, lo que afecta a sus derechos y restringe sus opciones de búsqueda de empleo en su propio país". O por que genere "graves disfunciones para los alumnos con necesidades especiales cuya lengua materna es el castellano".
La AEB lo celebra
Por su parte, la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB) ha celebrado las conclusiones del informe. Su presidenta, Ana Losada, se ha congratulado de que Europa exija "el fin de la inmersión lingüística, el fin de la discriminación a los alumnos castellanohablantes Después de seis años de trabajo, la queja de la entidad "consigue su objetivo".
Quejas de ERC y Junts
Además, ha insistido en que este informe "no tiene ninguna efectividad". En la misma línea se ha expresado el neoconvergente, quien ha tachado de "despropósito" este informe porque se sabe "perfectamente" que la Comisión "no es competente en ningún sentido para tratar este tema". Así pues, a su juicio, la petición "no debería ni haber sido admitida a trámite".
Comín ha recordado que "una gran parte de diputados ha boicoteado la misión del informe" y que el Parlament aprobó una moción reprobando este "uso partidista" de la comisión de Peticiones por parte de su presidenta, la popular Dolors Montserrat.