La reciente designación de la socialista Núria Parlon como consellera de Interior de la Generalitat marca el inicio de un nuevo capítulo para el gobierno autonómico en su intento por estabilizar y fortalecer a los Mossos d'Esquadra. Un punto de inflexión respecto a las últimas legislaturas, marcadas por el procés y sus consecuencias políticas y judiciales. 

Este contexto ha conllevado que Parlon, quien hasta este lunes era la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona), llegue al cargo en medio de un contexto policial complejo, con la reputación del cuerpo en entredicho y con una larga lista de demandas y desafíos por parte de los sindicatos policiales y de la propia sociedad catalana. En especial, tras el ridículo operativo con el que se dejó escapar al doblemente prófugo Carles Puigdemont

El 'expresident' Carles Puigdemont, en Barcelona el pasado jueves 8 de agosto EFE

Despolitizar el cuerpo policial 

Uno de los principales reclamos de los sindicatos policiales, especialmente de SAP-Fepol y SME-Fepol, es la necesidad de despolitizar a los Mossos d'Esquadra y alejar su función de los intereses políticos y partidistas. Y es que los constantes cambios en la cúpula de la policía catalana han evidenciado las injerencias políticas en el seno del cuerpo. 

"La politización ha generado una inestabilidad que afecta tanto a los mandos como a los agentes de base, además de una brutal desconfianza por parte de la ciudadanía", señalan desde SAP-FEPOL. "Necesitamos que el nuevo Govern de la Generalitat esté comprometido con la neutralidad política, para que podamos centrarnos en nuestra misión sin presiones externas". 

Imagen de archivo de los Mossos d'Esquadra Mossos d'Esquadra

Cabe recordar que la policía catalana ha sido, en más de una ocasión, la moneda de cambio entre formaciones políticas. Sin ir más lejos, el modelo de seguridad ciudadana y orden público fue el centro del debate entre ERC y la CUP en la última investidura de Pere Aragonès. 

Recuperar la reputación 

En paralelo, la reputación de los Mossos d'Esquadra se ha visto nuevamente afectada. Esta vez, por el fallido operativo para detener al doblemente fugado Carles Puigdemont quien, tras su fugaz aparición en Barcelona, ha vuelto a instalarse en su residencia de Bélgica.

Este episodio ha abierto una nueva crisis dentro y fuera del cuerpo, cuya labor, profesionalidad y reputación han sido objeto de críticas por parte de diferentes sectores. La falta de coordinación y previsión, sumada a la percepción de falta de voluntad política para actuar contra Puigdemont, han dejado a los agentes en una posición muy incómoda frente a la ciudadanía y la opinión pública.

Ahora, Núria Parlon tendrá que trabajar, junto quien sea nombrado director general de la policía, en estrategias para recuperar la reputación de los Mossos, reforzando la imagen de profesionalidad y eficacia que tradicionalmente ha caracterizado al cuerpo. "Es crucial que se reconozca el trabajo de los agentes y que se pongan en marcha medidas para recuperar su imagen desde el marco de la confianza", matizan las fuentes sindicales.

Crónica Global acompaña a los Mossos d'Esquadra durante el dispositivo de seguridad del Barça - Nápoles Gala Espín

Asistencia jurídica

Otro de los reclamos clave es que el respaldo verbal a los Mossos se traduzca en acciones concretas, especialmente en lo que respecta a la asistencia jurídica de los agentes. Muchos miembros del cuerpo se han sentido desamparados por la Generalitat en materia judicial, enfrentando procesos legales sin el apoyo adecuado por parte de las autoridades.

SAP-Fepol y SME-Fepol piden que la nueva consellera reactive el sistema de defensa jurídica propio de la Dirección General de la Policía para que sea accesible para todos los agentes. En este sentido, cabe recordar que los sindicatos llevan meses denunciando la falta de asistencia jurídica a los agentes agredidos en el trascurso de sus funciones públicas. En especial, a los que forman parte de las unidades de orden pública BRIMO y ARRO

"La defensa de los derechos de los agentes no puede quedar en palabras. Necesitamos acciones concretas que nos protejan legalmente y nos permitan cumplir con nuestras funciones con la tranquilidad de estar respaldados por la institución", indican desde SAP-FEPOL.

Un nuevo rumbo para Interior y Seguridad Pública

De este modo, el nombramiento de Núria Parlon representa una oportunidad para establecer un nuevo rumbo en la Consejería de Interior, que ahora añade la coletilla "y Seguridad Pública" en su nombre. Los próximos meses serán cruciales para evaluar la efectividad de las medidas adoptadas y el impacto de su gestión en la percepción pública del cuerpo autonómico. 

Con una agenda repleta de desafíos, Parlon tiene la tarea de demostrar que el cuerpo policial más importante de Cataluña puede operar con independencia y profesionalidad, garantizando la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos catalanes.

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