La dirección de ERC ha avalado este lunes el preacuerdo alcanzado con el PSC para investir al ganador de las pasadas elecciones catalanas, el socialista Salvador Illa, como nuevo presidente de la Generalitat. Una cuestión que, en todo caso, deberá ser aprobada por la militancia del partido secesionista en una votación este viernes, y que genera fuertes discrepancias en su seno, tal como se ha podido comprobar en la maratoniana reunión de su ejecutiva, que ha durado más de diez horas.

"Concierto económico solidario" y más catalán

El cónclave en la sede barcelonesa de ERC se inició a las 9:30 h de la mañana y, ya a última hora de la tarde, los republicanos confirmaron sus avances en las negociaciones con el PSC. Tanto que dan por sentado que el Gobierno de Pedro Sánchez accederá finalmente a su exigencia de dar una "financiación singular" a la Generalitat de Cataluña. Algo que los republicanos llaman "concierto económico solidario" -consistente en que la autonomía recaude y gestione todos los impuestos-, así como un "impulso a la lengua catalana".

Más de diez horas de reunión

La ejecutiva nacional, compuesta por unos 60 dirigentes, analizó el estado de las conversaciones con el PSC después de que, a primera hora de la mañana, fuentes de la negociación avisaran de que ésta seguía "encallada" al reclamar los republicanos "garantías" de que lo que se pacte en financiación se cumpla incluso en caso de que cambie el Gobierno.



Simultáneamente a la reunión de ERC en la calle Calàbria de Barcelona, la dirección del PSC celebró por la tarde un encuentro más breve, de unas dos horas, en su sede de la calle Pallars.

La militancia deberá dar su visto bueno

El acuerdo de ERC y PSC, no obstante, quedará ahora pendiente de validación por parte de las bases de la formación secesionista. Unos 8.700 militantes de ERC estarán llamados este viernes a votar a favor o en contra del pacto sobre la investidura de Illa.

En este sentido, cabe recordar que el plazo legal máximo para evitar una repetición electoral en Cataluña acabará en menos de un mes: el 26 de agosto. Si la militancia de ERC dijera que no, todo abocaría a los nuevos comicios autonómicos.

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