El acuerdo entre ERC y PSC para investir a Salvador Illa es “inminente”. Así lo ha reconocido la portavoz republicana Raquel Sans, aunque también ha avisado de que quedan “más que flecos” que tienen que ver con la principal exigencia de su partido: la financiación.
“La carpeta de la hacienda propia aún la estamos negociando. Es el concierto económico al que se le pueden poner matices, pero que al final es tener la llave de la caja, que al final es recaudar el 100% de los impuestos”, ha sentenciado la republicana, que ha asegurado que hay “avances”. Sin embargo, no ha escondido su “desconfianza” hacia un PSOE que “promete y que muchas veces no acaba cumpliendo”.
Avances en la negociación
Esta semana se han producido avances importantes respecto a la que se considera la “carpeta cero” de la negociación. Esa es, la que tiene que ver con las exigencias que los republicanos impusieron a los socialistas para la investidura de Pedro Sánchez en el Congreso y que, ahora, es necesario cumplir con carácter de urgencia para avanzar en la investidura de Illa.
En este sentido, se ha puesto fecha al inicio del traspaso de la R1 de Barcelona en enero de 2015; se ha anunciado 1.500 millones para Rodalies, becas e investigación; y se ha firmado el convenio de traspaso de la gestión del ingreso mínimo vital (IMV) a Cataluña.
Cuatro carpetas de negociación
Pero la financiación no es la única carpeta que hay encima de la mesa. Existen otras tres que tienen que ver con la defensa de la lengua catalana, la resolución del conflicto político y políticas “republicanas”. “Tenemos que pasar de las políticas de la queja a la de las soluciones y para avanzar en la soberanía hay que tener”, ha dicho en una entrevista en Hoy por Hoy de la Cadena Ser.
De nuevo, Sans ha desvinculado la reunión que mantuvieron ayer Sánchez y Aragonès en el Palau de la Generalitat con la investidura del próximo president, aunque la realidad es innegable. No es casual que esta cita tuviese lugar en una semana clave para desencallar las negociaciones. Además, cabe destacar que la secretaria general de ERC, Marta Rovira, exigió reuniones "de alto nivel" con el PSOE o incluso el presidente del Gobierno.
Con todo, el acuerdo está cerca para cumplir con los plazos que se marcó Esquerra. La propia Rovira avisó de que, si a finales de julio no había un pacto, se levantaría de la mesa de negociación. Después, la formación llevará a cabo una consulta ante su militancia que será el 1 de agosto. “La militancia de ERC es soberana. La mejor garantía de que se pueda aprobar el acuerdo es que sea un buen acuerdo”, ha concluido Sans.