Semana clave --una más-- para el futuro político de Cataluña. Este miércoles termina el plazo que ERC dio al PSC para alcanzar un preacuerdo sobre la investidura del líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, y, aunque las negociaciones iban "a buen ritmo", se han estancado en las últimas horas. Hasta el punto de que los republicanos llevan reunidos desde primera de este lunes para debatir si aceptan las condiciones del pacto o se levantan de la mesa.

Desde las 09.30, la ejecutiva de ERC ha expuesto a sus miembros el estado de las negociaciones por la posible investidura de Illa, en una reunión que se alargará más de ocho horas (a las 20.00 habrá rueda de prensa; antes, a las 19.30, está prevista una asamblea telemática para presentar el acuerdo a la militancia) y que ya ha tenido dos pausas, a mediodía y por la tarde.

La financiación, asunto clave

PSC y ERC han cerrado el 90% de los pactos, pero queda pendiente el asunto de la financiación, donde los partidos están más alejados, pues mientras los socialistas defienden la unidad de caja, los republicanos aspiran a lo que llaman "financiación singular", relativa a la recaudación de impuestos por parte de la Generalitat. Y ERC quiere garantías del cumplimiento de todo lo pactado.

La financiación en particular y el pacto con el PSC en general están alargando las conversaciones en ERC, ya de por sí dividida en su fuero interno por el rumbo que ha de tomar el partido y por las acciones de falsa bandera contra los Maragall y contra Oriol Junqueras, y demorando el anuncio del preacuerdo. Un preacuerdo que, en cualquier caso, los republicanos someterán a votación de sus cerca de 8.700 militantes de forma telemática.

En las últimas horas, de hecho, se han pronunciado en redes sociales dos voces relevantes: la diputada en el Congreso Pilar Vallugera mediante un escueto "no", que luego ha confirmado que se refiere a que no quiere que los republicanos hagan president a Illa, y el senador Joan Queralt con un escrito con el que ha dado a entender que es partidario del acuerdo.

El PSC, sin presión

Por su parte, el PSC afronta estas horas con cierta calma. Illa, ganador con holgura de las elecciones del 12M, ha reunido a su ejecutiva a las 16.30 de este lunes para dar cuenta de la última hora de las negociaciones con ERC. El encuentro ha durado menos de dos horas. Los socialistas solo saldrán a dar explicaciones si los republicanos se levantan de la mesa.

La intención de todas las partes es que el pleno de investidura se celebre la próxima semana --con la amenaza del regreso de Carles Puigdemont sobre la mesa, hecho que podría cambiar de nuevo el tablero de juego, pues pesa sobre él una orden de detención--, aunque el atasco de última hora en la sede de ERC es otra amenaza para el preacuerdo. Si no hay Govern, el 26 de agosto se convocará la repetición electoral.

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