Los Comuns dan un paso al lado y se desmarcan de los pactos para constituir la nueva Mesa del Parlament. Si bien su intención era dar la presidencia a ERC, el acuerdo del bloque independentista y la hipotética alianza del PSC con el PP han motivado que, finalmente, los de Jéssica Albiach hayan optado por no posicionarse, pasando al plano de la irrelevancia política.
De hecho, minutos antes de iniciarse el pleno en el hemiciclo, voces de los Comuns ya aseguraban que su estrategia había cambiado radicalmente y que iban a votar a uno de los suyos. Concretamente, a Susanna Segovia.
Cambio de rumbo: votan a los suyos y se abstienen
Así, a escasos 30 minutos del inicio de la sesión, los de Jéssica Albiach rompieron el férreo hermetismo que les había caracterizado durante las últimas horas y verbalizaron el cambio del rumbo.
En el mismo sentido, conscientes de que ninguno de los candidatos iba a obtener la mayoría absoluta en la primera votación, las mismas voces manifestaron que en la segunda vuelta se iban a abstener. De este modo, los Comuns han dejado claro que si no era un acuerdo de izquierdas, con un candidato de ERC al frente, ellos no iban a ser partícipes de ningún pacto o acercamiento con cualquier otra formación política.
Dan vía libre al pacto 'indepe'
Así pues, su nueva estrategia se ha limitado a votar en blanco tanto en la segunda votación para elegir la presidencia de la Mesa, en la que finalmente Josep Rull (Junts) se ha coronado como presidente de la XV Legislatura; como en la elección de las dos vicepresidencias, donde Raquel Sans (ERC) y David Pérez Ibáñez (PSC) se han hecho con la primera y la segunda vicepresidencia, respectivamente. En ambas votaciones, los Comuns dejaron sus seis votos en blanco.
Con esta estrategia, los seis diputados de Jéssica Albiach han facilitado que el pacto independentista se impusiera en la nueva Mesa del Parlament, bloqueando, por otro lado, que los socialistas se hiciesen con el control. Una decisión que puede salir muy cara, y es que son, precisamente, las formaciones que peores resultados han obtenido en los últimos comicios (tanto autonómicos como europeos) las que están tirando de la cuerda para una hipotética repetición electoral.
Se negaron a darle la presidencia al PSC
Este cambio de rumbo llega pocos días después de que Jaume Asens, candidato de Comuns Sumar para las elecciones europeas, manifestase, en un acto de campaña en Tarragona, la voluntad de su formación de dar la presidencia del Parlament a ERC. Es más, en su discurso, Asens ya advirtió a los socialistas de "que no diesen por hecho que iban a obtener su apoyo". Dicho y hecho.
De este modo, como el pacto "de izquierdas" al que aspiraban los de Albiach no ha llegado a buen puerto, pues su decisión ha sido la de desmarcarse y negar su colaboración a los socialistas, que han luchado con sus 42 escaños frente a los 59 que sumaba el bloque compuesto por Junts, ERC y la CUP.
Dolidos por el acuerdo en el Ayuntamiento de Barcelona
Fuentes del entorno político han asegurado que los Comuns siguen muy dolidos por cómo se dio la investidura de Jaume Collboni (PSC). El socialista logró la alcaldía de Barcelona gracias al apoyo de Barcelona en Comú y la abstención del Partido Popular liderado por Daniel Sirera. Cabe recordar que, ya entonces, los Comuns cambiaron de opinión minutos antes de entrar a la sala de plenos del consistorio barcelonés, anunciando in extremis que, finalmente, iban a dar su apoyo al dirigente del PSC para evitar que Xavier Trias (Junts) saliese investido como alcalde de la capital catalana.
Su sorpresa fue cuando los concejales del PP también cedieron sus votos al candidato socialista, con el mismo objetivo de impedir un nuevo ayuntamiento independentista. Que ambas formaciones, PP y Barcelona en Comú, formaran parte de la misma ecuación molestó con creces al partido de Ada Colau, que no toleró compartir espacio con el popular Sirera.
Causantes del adelanto electoral
A propósito, cabe recordar que fueron los Comuns quienes propiciaron el adelanto de las elecciones catalanas, tras negarse a aprobar los Presupuestos de la Generalitat. Su postura sorprendió a todas las formaciones, máxime cuando los presupuestos de ERC, aparte de ser supuestamente de izquierdas, eran los mayores de la historia de Cataluña, revertían recortes pasados y apostaban por mejorar la educación, la sanidad y los servicios sociales.
Su argumento para tumbar las cuentas fue el proyecto del Hard Rock. Un macrocomplejo turístico que ya estaba proyectado el año pasado, y que no impidió entonces que la formación liderada por esta periodista valenciana firmase las cuentas del 2023, también propuestas por ERC.