Sílvia Orriols no es muy amiga de la relación con la prensa, pero tras meses de insistencia ha abierto las puertas de su despacho de alcaldesa en el Ayuntamiento de Ripoll a Crónica Global. Al finalizar, nos muestra una urna del referéndum ilegal del 1-O que ya estaba antes de que obtuviese la vara tras las elecciones de mayo de 2023. Sin embargo, bromea y admite haber retirado fotografías de Carles Puigdemont, Quim Torra y Pere Aragonès de las paredes: los tres últimos presidentes de la Generalitat que, a tenor de sus palabras, se deduce que le han decepcionado.
Con un discurso ultra que ha sacudido el tablero político catalán, la batllesa, que en alguna ocasión se ha reconocido como “islamófoba”, no deja títere con cabeza en la entrevista, con duras declaraciones en cuestiones como las elecciones del 12 de mayo, la inmigración o la lengua catalana. Su partido, Aliança Catalana, quiere dar el salto de Ripoll al Parlament y, en el momento de la conversación, parece estar a punto de reunir los avales necesarios. Si conseguirá el 3% de voto requerido para tener representación, lo dirán los catalanes en las urnas.
- ¿Junts le ha copiado el discurso?
- Junts se ha dado cuenta de que la población de Cataluña es consciente de la problemática que genera la inmigración, y estas oleadas masivas que hemos recibido en los últimos años. Como ha visto que esto podía tener rédito electoral, y se ha comprobado en Ripoll, han pensado que no era mala idea copiar este discurso que previamente ellos se habían encargado de estigmatizar y de señalar, como en mi caso.
- ¿Pero en qué se diferencia su discurso del de Junts?
- Que el nuestro proviene de una inquietud real y de una voluntad de cambio real de todas estas políticas que nos han conducido hasta el desaguisado actual. Y el suyo, en cambio, viene generado por miedo a perder esta cuota electoral que han mantenido hasta ahora.
- ¿Comparte votantes de Vox en algunos territorios de Cataluña? Aun difiriendo en el aspecto más nacional…
- Comparto votantes con todas las formaciones políticas. Hay gente que siempre había votado al PSC y que esta vez nos han dado su confianza a nosotros. Estas temáticas de la inseguridad y de la inmigración son problemas reales que sufre el conjunto de la ciudadanía y que, por tanto, son transversales independientemente de la ideología.
- Ya ha anunciado que se presenta a las elecciones del 12 de mayo. ¿A quién aspira a quitar votos?
- Yo creo que podemos rascar votos en todas las formaciones políticas, porque es una preocupación real y generalizada. Hay muchas personas que están dispuestas a renunciar a parte de sus ideas a cambio de corregir esta problemática. En el caso de Ripoll, muchos independentistas nos dieron su confianza porque prefieren resolver su cotidianidad que no entrar en luchas de eje nacional. Por tanto, todos aquellos que prioricen la calidad de vida y que quieran recuperar esa sociedad del bienestar pueden acabar dándonos su voto, independientemente de si comparten o no el conjunto de nuestro programa.
- Si tuviera que hacer president de la Generalitat a Carles Puigdemont o a Salvador Illa, o facilitar una abstención... ¿Con qué se queda?
- Nunca investiría a un presidente de una formación españolista e imperialista como Salvador Illa, y tampoco a un presidente que no estuviese dispuesto a luchar por la liberación nacional de Cataluña y para conseguir el modelo de Estado basado en la prosperidad, la seguridad y el control fronterizo.
- Entonces, a su parecer, ¿qué debería hacer Cataluña? ¿Ir a una repetición electoral?
- No sé cuál será el escenario, pero lo que está claro es que nuestro voto no será nunca gratuito si no viene condicionado por una serie de políticas para corregir los problemas reales de los ciudadanos catalanes.
- ¿Teme que le pase lo mismo que a Josep Anglada, que se quedó a las puertas de entrar en política autonómica con su Plataforma per Catalunya?
- Nosotros contamos con apoyos en toda Cataluña. Es cierto que partimos de una falta de recursos importante, comparado con otros partidos, que tampoco tenemos padrinos en los medios convencionales y eso nos pasa factura, pero también es verdad que a través de las redes y Whatsapp estamos llegando a una gran masa de gente. Por tanto, nuestras ideas van circulando y pensamos que tenemos opciones reales de entrar al Parlament. Es imprescindible si queremos salvar el legado que hemos recibido.
- ¿Tiene pensadas medidas como endurecer el padrón en Ripoll?
- La fiscalización del padrón la tendrían que estar haciendo ahora todos los ayuntamientos de Cataluña. Se debe garantizar realmente los derechos y los intereses de los ciudadanos catalanes, que es algo que hasta ahora no se ha hecho. Se ha dado rédito a todas estas mafias de inmigrantes que se han aprovechado del sistema y que han venido aquí simplemente a absorber nuestros recursos sin ninguna contribución a la sociedad.
- Es cierto que en el ámbito municipal nos encontramos con muchas limitaciones, y que en cambio en el Parlament podríamos afrontar todas estas problemáticas con más recursos y posibilidades de éxito. Ahí impulsaríamos un endurecimiento de las leyes para proteger y garantizar los derechos de los catalanes.
- Pero en un mundo globalizado, ¿cómo se aborda esta cuestión, teniendo en cuenta que muchas competencias recaen en el Estado o en la Unión Europea?
- Las competencias no son del Parlament, pero la Cámara catalana sí debe ser soberana para proclamar la independencia y para constituirnos como estado. Por tanto, para decidir qué modelo de sociedad queremos, para ejercer este control fronterizo y para comenzar a establecer quién queremos que entre en nuestro país y en qué condiciones debe hacerlo.
- ¿Tienen los extranjeros derecho a comprar una vivienda?
- Si cumplen con todos los permisos y las normas, no veo por qué no.
- ¿Cómo enfoca la campaña del 12 de mayo?
- En principio, nosotros nos presentaremos en las cuatro circunscripciones. Por tanto, haremos campaña en toda Cataluña. La cara visible es la mía y aspiraremos a hacer una campaña global, pero también muy intensa en Girona para mirar de poder entrar.
- ¿También centrarán esfuerzos en municipios de Barcelona a costa de la inseguridad?
- Realmente ya tenemos trazado un plan con lugares donde tendríamos que ir. Muchos de ellos son ciudades que han tenido problemas por culpa de las oleadas inmigratorias, que es donde realmente sufren más esta problemática. Nosotros podemos ser la solución.
- Hace unos días se plantó en TV3 para reclamar visibilidad. ¿Se siente 'vetada', igual que Vox?
- A Vox no le vetan en ningún sitio, pero a nosotros sí nos hacen un cordón sanitario informativo. Eso, evidentemente, dificulta mucho la campaña y no nos permite llegar con las mismas condiciones al votante que al resto de partidos, pero también enfocaremos la campaña por otras vías. Lo encontramos injusto, porque es una televisión pública en la que todos contribuimos con nuestros impuestos y debería ser plural. Este Govern ha hecho de la televisión pública una empresa privada a su servicio.
- Salvador Illa quiere extender el veto de Vox a Aliança Catalana. ¿Qué opina?
- Puede volver a hacernos un cordón sanitario. Ya estamos acostumbrados y se ha demostrado que no resuelve el problema, porque silenciar el problema y acusar de extrema derecha a todos los que lo denuncian no sirve para resolverlo. La gente no es tonta, y se da cuenta de que es un problema real, lo palpa y lo vive diariamente. Por tanto, no creo que ningún cordón sanitario de este tipo pueda frenar la irrupción de Aliança Catalana en el Parlament.
- Si consigue representación en el Parlament, ¿estaría dispuesta a compatibilizar el acta de diputada con la de alcaldesa?
- Yo no he sido nunca diputada y no sé qué volumen de trabajo genera, pero sí sé el volumen de trabajo que genera ser alcaldesa de Ripoll. Es duro, pero en principio lo que no haré será descolgarme de este proyecto que me han confiado los vecinos. Sería una deslealtad; yo asumí este compromiso y llegaré hasta el final o hasta que me echen con una moción de censura, pero no abandonaré.
- ¿Está llevando a cabo contactos con Front Nacional de Catalunya para ampliar la estructura?
- Aliança Catalana tiene estructura suficiente para presentarse estas elecciones y puede prescindir de otras formaciones. Consideramos que eso debilita las siglas. Creemos en un partido fuerte, capaz de aglutinar a todo el nacionalismo y todo el independentismo descontento. En ese sentido, todos los que quieran integrarse a Aliança Catalana son bienvenidos, independientemente de su procedencia, pero no habrá ningún tipo de coalición.
- Por otro lado, ¿cree que la oposición podría aprovechar ese 'impass' para impulsar una moción de censura en Ripoll?
- Esta posibilidad está desde los inicios. Más de una vez han estado a punto de llegar a un acuerdo, pero no se ha materializado porque el pacto entre cuatro formaciones con ideologías tan dispersas es difícil. En cualquier caso, la amenaza real está. Además, los partidos de Ripoll están condicionados por las cúpulas de sus formaciones. Esperamos sacar unos buenos resultados en las elecciones nacionales catalanas que impidan que se vean tentados de presentarla.
- La llaman la Trump catalana...
- Todas estas etiquetas fáciles que pone la gente no me afectan. Las ideas se deben combatir con otras ideas y las etiquetas sobran. Lo hacen para arrinconar, desprestigiar y evitar este debate.
- De usted se sabe que va contra los inmigrantes, pero a parte de eso ¿qué más puede ofrecer a los catalanes? En el día a día les preocupan otras cosas…
- Lo que podemos ofrecer es la restitución del Estado catalán, que resolvería buena parte de nuestros problemas, sobre todo a nivel económico. El hecho de que no existiera este saqueo fiscal por parte del Estado español condicionaría y mejoraría la calidad de vida de los catalanes. Nos afectaría a nivel sanitario, educativo… Por tanto, tenemos que avanzar para controlar nuestros impuestos e invertirlos realmente como merecemos los catalanes.
- ¿Qué opina de Puigdemont?
- Ha pasado su tiempo y haría bien en retirarse y dejar paso a aquellas personas que tienen la valentía y determinación de acabar lo que él comenzó.
- Hay quienes lo ven el presidente legítimo tras el 155. ¿Usted lo cree?
- El presidente legítimo de un país intenta gobernar desde el país, no creando un gobierno paralelo en el extranjero. Yo no cuestiono ni quiero entrar en atacar a nadie, porque él ocupó un lugar de responsabilidad y solo él sabe las presiones que recibió, sería juzgarlo a la ligera. Pero sí creo que perdió una oportunidad de oro, y eso debe tener un castigo a nivel electoral.
- En Junts están convencidos de que ganarán…
- Es probable, no digo que no. Hay mucha gente que le sigue dando su confianza. Yo, de hecho, fui una gran seguidora y admiradora del presidente Puigdemont hasta que me di cuenta de que ya estaba bien de que nos tomase el pelo.
- ¿Cuándo fue el momento en que dijo "basta"?
- Cuando formó el gobierno paralelo desde el exilio, cuando abandonó a los catalanes y su proyecto. Nadie del 1-O fue capaz de ejecutar, y sólo han luchado por mantener sus nóminas en los partidos.
- ¿Han luchado más los que acabaron en la cárcel? Entre ellos, Oriol Junqueras.
- No, entregarse a las autoridades españolas no debe ser nunca una opción. De hecho, considero que él lo hizo para vender la imagen de ser detenido por el Estado. Eso no tiene trascendencia y, para mí, lo único que evidencia es que era un gobernante frágil e incapaz de llevar a Cataluña a la libertad nacional.